LA IDA DE LOS CUARTOS DE LA COPA

Media eliminatoria

Messi brinda un mínimo colchón al Barça para afrontar la noche de sufrimiento que le espera en el Calderón (1-0)

Messi celebra el único gol de la ida de la Copa, que ha marcado el propio delantero argentino tras fallar un penalti y aprovechar el rechace

Messi celebra el único gol de la ida de la Copa, que ha marcado el propio delantero argentino tras fallar un penalti y aprovechar el rechace / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Estaba cantado que la eliminatoria de los cuartos de la Copa del Rey se resolvería en el Vicente Calderón y así será. Ni aunque se hubiera repetido el 3-1 de la Liga se habría decidido nada, con lo que los dos equipos se citaron para un nuevo esfuerzo. La ventaja del Barça (1-0) es tan mínima que solo le permite saborear la segunda victoria seguida sobre un Atlético al que no pudo vencer en seis partidos el año, que le echó de Europa y le birló la Liga.

El Barça ha cambiado para bien y eso invita a concebir esperanzas de un mejor desenlace pero nadie duda de que sudará sangre. Las experiencias en el Calderón, de un tiempo a esta parte, auguran una noche de agonía y sufrimiento. Mucho más que este miércoles, cuando no pudo atar la victoria hasta el minuto 84 y gracias a un penalti que Messi falló y luego acertó en el rechace. Nunca temió el cuadro azulgrana por la suerte del resultado. Podía no ganar porque apenas disparó tres veces entre los tres palos; no podía perder porque no cedió ninguna al Atlético.

Ter Stegen, un pasador

El culé descubrió a Ter Stegen. No como portero, porque devolvió los guantes limpios, sino como pasador. El equipo se apoyó en el meta para construir ante la notable presión rojiblanca y Ter Stegen tiró pases de 30 metros con la precisión de un virtuoso. Pero si los pases del portero cobran peso, es evidente que existe un problema.

Poco o nada podía cambiar el panorama de tan reciente que estaba el último enfrentamiento, a no ser que uno de los dos entrenadores tuviera un arrebato de inventor. Luis Enrique cree haber encontrado la fórmula y Diego Simeone modificó la suya. Obligado estaba por la derrota última. El técnico azulgrana repitió la alineación, con el mínimo cambio en la portería, mientras que el rojiblanco alteró la suya (cambio el marcador de Messi, un central, el mediocentro y movió de sitio a todos los centrocampistas) para evitar el mismo marcador. Lo logró. Hubo una gran diferencia. Y no fue el juego, el despliegue de los equipos, la estrategia, ni siquiera los dibujos tácticos.

La diferencia fue que el Barça, en la Liga, acertó en las primeras ocasiones de gol. Neymar enchufó la suya a los 10 minutos y Suárez acertó pasada la media hora. A esas alturas, Neymar había forzado una gran parada de OblakMessi había disparado alto y Suárez chutó a las nubes cuando le habían dejado solo ante el meta rojiblanco. Por eso no se adelantó el Barça. Por la falta de acierto. En todos los demás aspectos, ganó. También en algunas facetas donde el Atlético es superior: en la faceta actoral. Busquets supo reclamar la atención del árbitro en el penalti, ciego en unas manos de Arda ante sus narices.

El Barça fue tan intenso y agresivo como el rival, sin necesidad de golpes y faltas, con un excelente posicionamiento. Sin saber ganar supo no perder; nunca se descolocó, tampoco enloqueció ni se precipitó. Alves se descompuso un poco porque empezó a aparecer Arda, exquisito. Como una hormiguita, el once azulgrana siguió a lo suyo, concentrado y convencido de que tarde o temprano encontraría el camino. Condujo el partido al terreno que le convino: a la mitad de campo ajeno. Movió la pelota de lado a lado, buscó las penetraciones exteriores y tiró pases interiores pese a la multitud que se manifestaba en el área.

Los detalles

Solo faltaron los detalles. Aquel segundo, aquel palmo que en momentos de igualdad se adivina decisivo. El ejemplo sería Iniesta. Con la maravillosa técnica que atesora, arrancó "ohs" y dibujó deliciosos regates; en el área, quiso devolver una pared de espaldas a Oblak cuando debió encarar al meta (la jugada fue invalidada) y luego disparó con el interior en una posición que invitaba a un tiro decidido. Sin embargo, fue Iniesta quien conectó luego el segundo disparo entre los tres palos tras el descanso. El tercero y el cuarto fueron los de Messi.

El Barça construyó el edificio sin colocar los acabados. Xavi intentó afinar esos detalles que faltaban, pero no tuvo tiempo suficiente. Tendrá más minutos para entregar la obra completa el próximo miércoles.

Ficha técnica:

1 - Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Rakitic (Xavi, min.76), Iniesta (Bartra, min.87), Messi, Neymar y Luis Suárez.

0 - Atlético: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira, Koke, Mario Suárez, Gabi (Raúl Jiménez, min.88), Arda Turan, Griezmann (Raúl García, min.66) y Fernando Torres (Mandzukic, min.46).

Goles: 1-0: Messi, min. 85.

Árbitro: González González (Comité castellano-leonés). Tarjeta amarilla a Juanfran (min. 45), Luis Suárez (min. 78), Mascherano (min. 80), Raúl García (min. 82), Gabi (min.84) y Godín (min. 90 +1).

Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 62.225 espectadores. Antes del encuentro, se ha guardado un minuto de silencio por Jaume Descals, socio número 1 del Barcelona fallecido a los 91 años.