Análisis a la reacción del Barça tras la crisis

El equipo frena con contundencia el bajón con cuatro victorias y un 21-0 en goles

Suárez, Messi y Neymar celebran uno de los goles del Barça en el campo del Betis.

Suárez, Messi y Neymar celebran uno de los goles del Barça en el campo del Betis. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Después de 19 victorias y 3 empates desde que comenzara el 2016, de pronto apareció una mancha roja en el calendario: cuatro derrotas en cinco partidos, tres en la Liga y una en la Champions que costaba la eliminación. Una crisis con todas las letras que no tuvo mayor repercusión en la Liga por la ventaja almacenada.

El invierno irrumpió en el Camp Nou cuando empezaba la primavera, pero la hierba ha vuelto a crecer con el color verde de las cuatro victorias seguidas. Falta la quinta que dará al Barça la Liga.

El contraste es tan acusado que concentra en apenas 15 días,del 2 al 17 de abril, el bajón del equipo. El empate del Villarreal (20 de marzo>) se produjo antes del último parón de selecciones; la vuelta al campeonato doméstico ofreció un Barça extraviado sin dos de sus mejores virtudes: la seguridad defensiva (es el segundo menos goleado de la Liga) y la eficacia ofensiva (el máximo realizador).

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APAGÓN GENERAL

Fue un apagón general, sobre todo de puntería. El equipo apenas registró variaciones: solo los cuatro cambios (Sergi Roberto, Rafinha, Turan y Munir) que entraron y salieron en Anoeta en medio del duelo europeo con el Atlético. A la victoria del Camp Nou (2-1) le sucedió la derrota definitiva del Calderón (2-0).

«Nos pasó todo de golpe, con los tres partidos perdidos en la Liga y la eliminación. Nos quedó una sensación muy amarga porque hicimos muchos méritos para clasificarnos», explicó Luis Suárez en una entrevista a la cadena ESPN.

UN DENOMINADOR COMÚN

Luis Enrique consideró que el origen de las tres derrotas fue distinto, aunque vio un denominador común en todas ellas: la injusticia del fútbol. El clásico se empezó a perder con el  momentáneo empate de Benzema, «un gol que nos hizo mucho daño y nos desorientó» cuando el Barca tenía el partido controlado, expuso tras el encuentro. En la sala de prensa de Anoeta, donde sucumbía por segundo año, vio «una primera parte muy mala», pero una reacción de sus hombres de suficiente entidad para no regresar de vacío. Ante el Valencia, con el tercer encuentro, encontró una explicación: «Tuvimos ocasiones muy claras, pero sin la fortuna necesaria para ganar».

La mayor disfunción del Barça en la crisis fue la pérdida de puntería. Defendió peor, concediendo más ocasiones, pero remató de pena. Chutó lo mismo en la derrota (64 remates) que en la victoria (67), pero la eficacia aumentó espectacularmente. De 4 a 21 goles. Rakitic, Neymar (Villarreal), Piqué (Madrid) y Messi (Valencia) apenas salvaron el honor. Suárez (11 de los 21 goles) capitaneó la reacción del tridente, secundada por Messi y Neymar (tres goles cada uno).

SER CONTUNDENTE

La ostensible mejoría confirmó la tesis que sostenía Luis Enrique: «Esta Liga la ganará el que sea más contundente en los últimos partidos». El equipo reaccionó con el 21-0 que le ha permitido aguantar la mínima ventaja que conservó: el 'golaveraje' con el Atlético y el punto sobre el Madrid Los rojiblancos han quedado descartados cumpliendo fielmente la tesis de Luis Enrique: les condenó su falta de gol, ya que ha anotado 48 tantos menos que el Barça.

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«Pero el equipo se mantuvo unido y confiado en su calidad», opina Suárez analizando en perspectiva las peripecias del equipo. El Barça se reformó delante, pero mejoró también atrás. Reducir las opciones de remate del rival (41 a 27) fue el primer paso para que Bravo, el trofeo Zamora de la temporada anterior, mantuviera la puerta a cero. Ter Stegen también lo ha conseguido.

Javier  Mascherano entiende que la crisis vino provocada porque «la euforia del entorno» les hizo «perder el rumbo». «Se hablaba de un triplete como si fuera lo más normal del mundo». La reacción llegó por un ejercicio de introspección y cambiar ese rumbo que les conducía a la deriva. «Es en los malos momentos cuando se ve quién es quien y tenemos un grandísimo vestuario», dijo 'El Jefecito' a ESPN.