Rice asume el papel de nuevo líder del Barça

No se esconde. Tyrese Rice ha llegado al Palau con la firme intención de liderar en la pista el nuevo Barça de básquet. Un rol que asume con la naturalidad del que ha llevado en volandas a equipos como el Maccabi o el Khimki camino de la conquista del Viejo Continente. "Está en mi naturaleza tratar de unir al equipo, marcar un sendero que mis compañeros puedan seguir", declaraba un sonriente Rice durante su puesta de largo como nuevo jugador azulgrana.

Rice no impone precisamente por su físico (1,85 m.), pero sí por la confianza en sí mismo que transmite con sus gestos, y que traslada a la pista. Un base que, además de manejar al equipo con eficacia, posee una enorme capacidad anotadora, con una intimidante solvencia para culminar el uno contra uno y definir debajo del aro. La temporada pasada en la Euroliga promedió con el Khimki 12,4 puntos y 6 asistencias por partido. 

7 EQUIPOS, 6 PAÍSES

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"Su fichaje es un gran éxito para el club. Es un ganador, un líder que ayudará también a los más jóvenes", afirmaba el mánager del Barça, Rodrigo de la Fuente, que ha aprovechado para agradecer al jugador su esfuerzo por unirse al proyecto de Bartzokas. "Después de hablar con nosotros y el entrenador, vimos las ganas que tenía de venir". 

Natural de Richmond, Virginia, Rice no fue seleccionado en el 'draft' del 2009 pese a sus buenos números con la Universidad de Boston. Esto le llevó a Europa, donde a sus 29 años ha jugado ya en 6 países diferentes. "No me definiría como un trotamundos, pero sí es cierto que cada dos años he podido dar un paso adelante en mi carrera", aclara Rice, que antes de levantar la Euroliga del 2014 con el Maccabi, defendió los colores de Panionios, Artland Dragons, Lietuvos y Bayern de Múnich. 

UNA EUROLIGA, UNA EUROCUP, 2 MVP

En Milán vivió el momento más álgido de su carrera, coronándose como MVP de una Final Four en la que lideró dos grandes remontadas ante el CSKA en semis (canasta ganadora incluida), y ante el Real Madrid en una final en la que acumuló 26 puntos, 14 de ellos en la prórroga.

Un año después, repetiría con el Khimki título continental, tras imponerse al Gran Canaria en la final de la Eurocup, competición en la que también fue nombrado jugador más valioso. 

"No me marco ningún objetivo a nivel personal, solo quiero que el equipo gane partidos". Declaración de intenciones del que está llamado a guiar al Barça a la reconquista del trono perdido en España y Europa. Será necesario un tiempo de adaptación, claro, pero los culés pueden estar tranquilos. Las llaves del proyecto están en buenas manos.