EUROPEO DE BALONCESTO

Rey de Europa

LUIS MENDIOLA / LILLE (ENVIADO ESPECIAL)

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Con un rotundo triple a poco más de un minuto para el final, Pau Gasol le ha echado el lazo a la final y también a una imborrable actuación personal en el torneo, que corona a España como nueva campeona de Europa. El público que ha abarrotado el estadio Pierre Mauroy no ha tenido más remedio que rendirse a la evidencia y aplaudirle cuando Scariolo le ha sustituido en los últimos segundos.

No ha dejado margen para la sorpresa la selección española en un partido enorme, de una tremenda solvencia, que ha dominado de principio a fin a una Lituania que no ha bajado los brazos pero que siempre fue un paso por detrás y ha vuelto a quedarse con la plata como hace dos años (80-63).

No ha podido ser más brillante la puesta en escena para España. Un tapón de Gasol en la primera acción ha desatado a la selección, que ha pasado por el primer cuarto como un vendaval. Llull se ha encargado de imprimir un ritmo eléctrico al juego y con mucha verticalidad. Pero, lo más importante, es que el conjunto de Scariolo ha encontrado, de repente, la mejor versión ofensiva de Rudy Fernández, limitado a un papel secundario hasta ahora por sus problemas físicos en la espalda. Cinco puntos consecutivos del escolta madridista han colocado un escenario poco previsible antes de ininciarse la final (13-4, m. 5), con Lituania fuera de foco, y a los jugadores de Scariolo como únicos dueños de la situación.

Firme atrás, España se ha dedicado a meter balones interiores para Gasol y con el protagonismo de la estrella de los Bulls han llegado algunos de los mejores minutos del equipo, que ha sabido abrir un margen importante, que amenazaba con hacer saltar por los aires la final (23-8, m.12).

No lo ha conseguido España porque ante la falta de respuesta de Valanciunas cerca del aro, Kalnietis y Siebutis se han encargado de asumir la responsabilidad y han empezado a sumar desde fuera, sin que el trabajo de los exteriores españoles redujera el impacto. El otro punto negativo ha sido la incapacidad para asegurar el rebote en su zona. Lituania ha intentado primero esta faceta enviando a dos o tres jugadores a buscar el rechace. Y a partir de ese desequilibrio se ha empezado a reequilibrar el encuentro.

ASEGURAR EL REBOTE

Los rebotes que ha concedido España se han convertido en un lastre con el que Lituania ha recuperado el paso, después de verse en una situación muy complicada (34-18, m. 16). Kalnietis y Seibutis han cambiado la escena con tres triples casi consecutivos y otro del madridista Maciulis sobre la bocina han apretado mucho al descanso un marcador que no hacía justicia a la selección (41-33).

Decidida a que no se le escapara el control, España ha recuperado en la reanudación la intensidad y con ella han llegado, de nuevo, las buenas sensaciones, rotas durante algunos minutos por la lesión de Rudy, que se ha quedado tumbado sobre el parquet tras un choque con Jankunas, que no le ha permitido jugar más.

Lituania ha intentado encomendarse, de nuevo, a los triples. Pero esta vez no ha encontrado tantos espacios como en el primer tiempo. Y los que ha encontrado han sido mucho más forzados. La selección, en cambio, ha seguido sumando con regularidad y eso le ha permtido dar un nuevo estirón en el marcador, coincidiendo con un par de triples de Ribas y Claver para situarse de nuevo en un margen de máximo confort (60-42 m. 29) que ya no ha abandonado hasta el final.

Incluso con el marcador muy de cara, Scariolo ha podido permitirse el lujo de acabar el partido con todos los jugadores de banquilo, el premio merecido a una victoria más colectiva que nunca.