Francesc Xavier Capell: "En el cine de bajo presupuesto rodamos cuando juega el Barça"

Francesc Xavier Capell viene de los videoclips y la animación. Trabajó en series como Los Fruitis y Cobi antes de que la inestabilidad de la farándula le decidiera a buscar un empleo tranquilo. Pero siguió haciendo películas. En sus horas libres, con bajo presupuesto y explotando escenarios como la Seu Vella de Lleida y el monasterio de Aviganya. Por eso, la sección de arqueología del Institut d'Estudis Ilerdencs le dedica un ciclo que arranca hoy con el coloquio La utilización del patrimonio para la recreación de films históricos.

-¿Qué hace entre arqueólogos?

-El servicio de arqueología del IEI siempre nos asesora y nos ha presta su ayuda para rodar en escenarios históricos. En la mesa redonda de esta tarde me sentaré con Joan Ramon González, responsable de la sección, Josep Ignasi Rodríguez, que además de arqueólogo se encarga de los servicios audiovisuales de la casa, Ignasi Garcés y el director del IEI, Albert Turull.

-¡Le facilitan escenarios de lujo!

-Es cierto. El monasterio de Aviganya es mucho más pequeño que el de Santa Creus, pero es estupendo y no sé por qué mucho menos conocido. Para hacer películas es una ventaja, porque no te molesta nadie.

-¿Los turistas se meten en plano?

-En películas de bajo presupuesto no se puede cerrar la zona. Vamos a rodar los días que juega el Barça, cuando no hay nadie. Pero a veces la cultura interesa de repente y hay que sortear turistas. La gente es educada, pero ese día volvemos a casa.

-Ha rodado con Paul Naschy.

-¡Pobre! Fue en Científicament perfectes (1996), una cinta de terror y ciencia ficción. Pensaba que me diría que no, pero colaboró desinteresadamente como el resto de actores. Fue todo muy bien, aunque había partes de humor negro que no le gustaban. Él se tomaba en serio el género y nosotros más a cachondeo.

-Es que sus colegas de la serie Z hacen películas más intimistas.

-El cine de serie Z suele ser una buena idea sin dinero suficiente para parecer realista. Hace unos años repusieron en Lleida el King Kong de 1937, que sigue siendo mi favorito. Los niños se reían de los efectos especiales, pero su guión y la imaginación son únicos.

-¿Quiénes son su inspiración?

-Hay muchos maestros, pero la gente no los conocerá. Tim Burton hace películas de serie Z con altísimo presupuesto y son buenísimas. Y La guerra de las galaxias está basada en el Flash Gordon de los años 30, que ahora parece cutre.

-¿Qué cine es el suyo?

-Desde que nació mi hijo, hace cuatro años, todos los dibujos animados, hasta los que no me gustan. De pequeño veía todo lo que daban por la tele. Entonces solo había un canal. Por eso leía muchos tebeos.

-¿De ahí El guerrero del antifaz?

-La adaptación está casi lista y se llamará El caballero del antifaz.

-Romanos, caballeros, terror canalla... ¿Qué será lo siguiente?

-Tardo cuatro años en acabar una película. Cada vez que lo hago, tengo muchas ganas de descansar. H