CRÍTICA DE CINE

'El capitán': ¿hace el hábito al monstruo?

Robert Schwentke lleva a cabo un ejercicio de humor negrísimo para reflexionar sobre cómo, si así se lo ordenan, el ser humano es capaz de cometer los actos más atroces

Nando Salvà

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La nueva película del alemán Robert Schwentke recuerda la figura de Willi Herold, también conocido como el Verdugo de Emsland. En abril de 1945, Herold trataba de desertar cuando en su camino encontró el uniforme de un capitán de la Luftwaffe; embutido en él, decidió formar una tropa y orquestó la ejecución de hasta 170 de sus compatriotas, entre soldados y granjeros. Mientras nos ofrece un muestrario de imágenes brutales, Schwentke no se molesta en buscar explicaciones psicológicas a los actos de su protagonista. Prefiere coquetear con el absurdo y echar mano de un humor negrísimo para reflexionar sobre cómo, si así se lo ordenan, el ser humano es capaz de cometer los actos más atroces.