Iván Ferreiro se desata

Después de poner el cronómetro a cero con el recopilatorio 'Confesiones de un artista de mierda', Iván Ferreiro se atreve con más. Mucho más. Se permite dibujar un futuro mejor. A editar "un disco sexi, para follar", ríe. Y a "seguir estando siempre en la galaxia". "Me va este punto de comparar lo más grande con lo más pequeño. Y desde el positivismo todo se ve mejor", asegura con motivo del lanzamiento de 'Val Miñor-Madrid. Historia y cronología del mundo'.

Un álbum que el viernes presentará en Razzmatazz y que, en su edición de lujo, incluye varias canciones extras, así como un tablero de juego y un curioso libreto ilustrado con reflexiones, recuerdos y rarezas con sus correspondientes epígrafes. Ferreiro recoge, por ejemplo, desde 'Las 3 leyes de la robótica' hasta su concepto de 'La muerte': "Lo peor de la muerte es el miedo. El miedo puede ser beneficioso o muy negativo. Si usas tu miedo adecuadamente puede traerte vastos dividendos, si tu miedo te paraliza estás muerto. Lo siento".

A golpe de emociones

Pero el cantante de Vigo se siente vivo. Más vivo y expansivo que nunca. Y su proceso podría resumirse a golpe de emociones, disco a disco. La emoción de 'Canciones para el tiempo y la distancia' [2005] "era la melancolía"; la de 'Las siete y media' [2006], "la tristeza"; la de 'Mentiroso, mentiroso' [2008], "la mala hostia", y la de 'Picnic Extraterrestre' [2010], "era ya la de una amargura bien definida".

Pero "se acabó contar cosas chungas". El ex-Los Piratas dice estar "muy aburrido de las malas vibraciones". "Y tanto a mi hermano Amaro [su cómplice musical] como a mí nos ha tocado vivir dos años muy buenos, y eso influye mucho".

En su primer sencillo, bautizado 'El dormilón', plantea un dilema universal: "Ella quiere salvar el planeta, y él quiere que el mundo se gobierne solo", reza la letra. Y más curiosidades: en 'Alien vs. Predator' se marca un inspirado dúo con la cantante mexicana Julieta Venegas.

"Fue como un juego. Quería hacer una canción soul sobre un negro que trata de ligar con alguien y aplicarla a dos gallegos que están en Galicia, con la lluvia y tal -relata-. Mi voz era muy cortita y pensé, molaría que de repente entrara Julieta Venegas para darme la réplica. La suya nos parecía la voz más sexi para esto. Total, que vino a Barcelona y grabar con ella fue una maravilla".

Este es el primer disco en que Ferreiro no se ha puesto a merced de su productor de cabecera, Suso Saiz. Y el elegido fue Ricky Falkner, con quien trabó amistad "en el 2010, en la semifinal en la que España le ganó a Alemania. Le invité a casa y, cuando veía el partido con mis hijos, apareció este tío grande y barbudo". Necesitaba, dice, "un cambio de aires". Y quería, además, "grabar en Barcelona".

Madrid, "ciudad sin ley"

Ferreiro no nació ni en Val Miñor ni en Madrid, a pesar del título del álbum. Pero tiene casa en ambos lugares. Y se muestra especialmente crítico con la capital. "Allí todo es un chiste de mal gusto. Desde Eurovegas, que ya puestos me veo yo haciendo de Elvis para que la gente sea la que venga a verme, hasta la alcaldesa, una política que no la ha elegido el pueblo y que en realidad va en contra de todas las cosas divertidas. Madrid es una ciudad sin ley", subraya.

El grado de presión que están ejerciendo sobre los locales y garitos "es una locura". "Les multan por ruido y les sacan dinero obligándoles a comprar un aparato para controlar el volumen que solo comercializa la Comunidad de Madrid. Es de una sinvergüencería máxima".