Sergio Pérez gana en Bakú, con ‘golpe de teatro’ de Verstappen y Hamilton

Un accidente de Max Verstappen echó por la borda, a cuatro vueltas del final, lo que estaba siendo una obra maestra de Red Bull en Bakú. El piloto neerlandés, que lideraba con un amplio margen de ventaja mientras su compañero Sergio Pérez hacía una fantástica labor de equipo frenando a Lewis Hamilton (Mercedes), sufrió un pinchazo en el neumático trasero de su monoplaza y quedó arruinada lo que parecía una victoria segura.

Tras el incidente, la acción se detuvo a la espera de una decisión de Dirección de Carrera y Michael Masi optó por reemprender el Gran Premio de Azerbaiyán a una sola vuelta. La sexta cita del Mundial se decidió en dos minutos frenéticos, en los que Sergio Pérez consiguió defenderse de todos los ataques y anotarse su primera victoria con Red Bull y la segunda de su carrera deportiva. 

Hamilton se ha fue largo en la salida y dijo adiós a sus opciones de recuperar el liderato. Checo terminó por delante de un renacido Sebastian Vettel, que ha firmado su primer podio con Aston Martin, y del francés Pierre Gasly (Alpha Tauri), que logró mantener a raya al poleman Charles Leclerc (Ferrari), cuarto al final. 

Su compañero Carlos Sainz perdió toda opción tras una salida de pista en los compases iniciales de la carrera y remontó hasta la octava posición, la misma que ocupó tras la vuelta extra de carrera. Fernando Alonso (Alpine) aprovechó para pescar en río revuelto y se la jugó para remontar desde la décima posición, desde la que salió en la segunda parrilla, para acabar en una extraordinaria sexta posición.

Un Gran Premio en dos actos

Leclerc había mantenido la posición de salida frente a Hamilton y Verstappen, mientras que Checo, en una arrancada fulgurante, consiguió adelantar a Sainz y Gasly para situarse cuarto. Tres vueltas le duró la tranquilidad a Leclerc, que se ha visto superado en la recta por Hamilton al rebufo y poco después también por los Red Bull de Verstappen y Pérez, que no querían dejar escapar al de Mercedes.  Mientras tanto, el compañero de Alonso, Esteban Ocon, se retiraba por un fallo mecánico del Alpine y el asturiano, séptimo, y Lando Norris, anticiparon su parada en boxes en la vuelta 8.

Red Bull había construido una implacable estrategia para hacer frente a Mercedes y Hamilton. El heptacampeón pagó caro una parada en boxes demasiado lenta, por tráfico en el pit lane, y vio como la labor de equipo de Verstappen y Pérez le dejaba bloqueado en tercera posición y sin ritmo para atacar a sus rivales. 

Las expectativas de Sainz, que venía de un segundo puesto en Mónaco, se difuminaron por completo cuando el madrileño se salió de la pista en la escapatoria del casino. A partir de aquí, el de Ferrari tuvo que afrontar una difícil remontada, aunque ya descartado del pulso por un podio que veía factible desde el primer entrenamiento libre en Bakú.

Después de la locura de la crono del sábado, con cuatro banderas rojas, la carrera estaba siendo mucho menos movida de lo que se esperaba, con un único coche de seguridad, en la vuelta 31 por accidente de Lance Stroll (Aston Martin). El canadiense, que era el único que seguía en pista sin cambiar de neumáticos (duros) después de 30 vueltas, había sufrido un reventón y se había ido contra el muro, protagonizando un escalofriante accidente en la zona rápida del circuito. El incidente le concedió una parada extra a algunos, como Alonso. 

Todo a una vuelta frenética

Pero el golpe de teatro estaba por venir. Hamilton no se había rendido y, a golpe de vuelta rápida, había seguido acechando a Sergio Pérez, pero el mexicano, concentradísimo, evitó que el inglés se saliera con la suya. Quedaban cuatro vueltas y ocurrió lo impensable: Verstappen se fue contra el muro, por un fallo idéntico al de Stroll. Los Pirelli del neerlandés dijeron basta después de 33 vueltas y el Red Bull se estrelló irremisiblemente. El accidente de Verstappen en la recta reventó cualquier pronóstico. 

La pelota estaba en el tejado de Michael Masi, director de carrera de la F1. En función de cómo se interpretase el reglamento, podía darse incluso el caso de que Verstappen conservase su victoria si la carrera acababa según el orden previo al accidente. Pero la decisión fue que el Gran Premio se decidiese a una única vuelta lanzada. Todo podía suceder. Y el gran derrotado fue Lewis Hamilton, que se quedó sin frenos en la segunda salida intentando adelantar a Checo Pérez y dio al traste con todas sus expectativas de recuperar el liderato. 

El mexicano logró una victoria que necesitaba como nunca, desde su fichaje por Red Bull, pero lo ha celebrado a medias viendo a Verstappen devastado por la situación. Con todo, el neerlandés puede respirar. El tropiezo de Hamilton deja las cosas como estaban y Max sigue al frente del Mundial con 4 puntos sobre el de Mercedes.

Así hemos contado en directo el GP de Azerbaiyán: