Primera exhibición de Hamilton en Australia

Lewis Hamilton, con el trofeo que lo acredita como ganador del GP de Australia.

Lewis Hamilton, con el trofeo que lo acredita como ganador del GP de Australia. / periodico

MIGUEL MARTÍNEZ / MELBOURNE (Enviado especial)

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Nada nuevo, más bien muy viejo, bajo el sol, que brilla escaso en el Mundial de F-1. El campeón, el británico Lewis Hamilton, no ha tenido problema este domingo --como ya ocurrió el pasado sábado, en la tanda de calificación del Gran Premio de Australia, que abría la temporada en el trazado semiurbano de Melbourne-- para demostrar el tremendo poderío que atesora el Mercedes. Su monoplaza ha sido capaz de seguir rodando un segundo más rápido por vuelta que sus más directos rivales que, en principio, son un renacido Ferrari (el alemán Sebastian Vettel ha acabado tercero, eso sí, ¡a 33 segundos del vencedor!) y Williams (el brasileño Felipe Massa ha sido cuarto).

Hamilton, que ya había logrado la 'pole' el sábado, ha ganado por delante, cómo no, de su compañero, el alemán Nico Rosberg, mientras que el español Carlos Sainz (Toro Rosso), por un error gravísimo de su equipo, ha acabado en la novena plaza, aunque ha sumado sus primeros dos puntos tras una carrera que le podía haber llevado más arriba.

Cinco abandonos repentinos

El primer gran premio de la temporada ha empezado con tres pilotos menos en parrilla y, en la primera vuelta, se ha quedado con dos menos, es decir, que en la segunda vuelta, una vez desaparecido el coche de seguridad, se ha quedado con un pelotón de 13 monoplazas.

Las primeras ausencias, antes de que los coches se situasen en parrilla, han sido las de Valtteri Bottas (Wiliams-Mercedes) por problemas físicos, Kevin Magnussen (McLaren-Honda) y Danii Kvyat (Red Bull). Una vez apagado el semáforo de Melbourne, ya en la primera vuelta, han tenido problemas los dos Lotus, que han debido abandonar por diversos toques, tanto Romain Grosjean como Pastor Maldonado.

Se escapa Hamilton

A partir de ese momento, Hamilton ha hecho la carrera que ha querido, y Rosberg, la que ha podido. Es decir, uno controlando a placer, haciendo vueltas rápidas cuando lo ha necesitado o lo apretaban. Y el alemán, tratando de acortar la diferencia, sin demasiada fortuna.

Detrás, Massa ha mantenido a cierta distancia a Vettel y, por la quinta plaza, se ha producido una preciosa pelea, la única de la jornada, entre dos debutantes, el español Carlos Sainz (Toro Rosso) y el brasileño Felipe Nasr (Sauber) y los expertos Dani Ricciardo (Red Bull) y Kimi Raikkonen (Ferrari).

Grave error de Red Bull

Cuando Sainz ya debía de conformarse con la octava plaza, extraordinaria en su debut en la F-1, pues Nasr, Ricciardo Raikkonen eran superiores por coche y motor, ha entrado a cambiar las ruedas en la vuelta 25 de las 58 que tenía el gran premio.

Y el equipo Red Bull ha cometido un error escandaloso. No ha funcionado ni la pistola titular de la rueda trasera izquierda de Sainz, ni la segunda, y los mecánicos han tenido que coger la pistola de la rueda delantera izquierda, perdiendo el madrileño la posibilidad de concluir un espectacular GP. Ha sido 'castigado' con una parada en box de 40 segundos, cuando la de su compañero de equipo, el jovencísimo holandés Max Versttapan, que ha acabado abandonando por rotura de motor, ha sido 'solo' de 23.

Brillante debut de Nasr

La parte final, en la que ha tenido que abandonar Raikkonen (sus mecánicos no le han apretado bien la rueda trasera izquierda), ha consolidado a Hamilton como vencedor, a Rosberg como comodísimo segundo y a Vettel como tercero, pues ha podido ganarle la batalla a un veloz Massa.

La sorpresa de la jornada ha sido la quinta plaza del brasileño Nasr, debutante en Sauber, mientras que la nota triste ha sido que el McLaren-Honda, el coche del asturiano Fernando Alonso, ausente por lesión, ha quedado el último (Jenson Button ha sido 11º) y ha sido el único que no ha puntuado. Su compañero y sustituto del asturiano, Magnussen, ni siquiera ha salido a pista.