Nueva complicación para pasar la ITV: afectará a los coches con más de 15 años

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) supone una revisión periódica obligatoria del coche, aunque en ocasiones puede convertirse en un problema, sobre todo para los conductores con automóviles más antiguos. Hay "defectos graves" que impiden la circulación, por lo que es recomendable acudir a los centros homologados con la seguridad de que el coche no presenta ninguno de estos errores.

Entre las alertas más temidas se encuentra el testigo MIL. Esta luz de averías se activa con el encendido del coche, aunque lo normal es que se apague en el momento de accionar el motor. No obstante, en caso de que esta señal siga encendida cuando el vehículo está en movimiento significará que existe un desperfecto en el funcionamiento correcto del sistema, por lo que el inspector suspenderá la ITV.

Las averías pueden ser de naturaleza variable y afectar a piezas como los inyectores, las bujías, las válvulas, el catalizador o el sensor de revoluciones por minuto (RPM), entre otras. Para solucionarlo, el dueño del automóvil deberá acudir al taller para solucionar el daño y que esta alerta luminosa se apague.

Prueba OBD obligatoria

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Desde septiembre del 2018, la prueba 'On Board Diagnostic' (OBD) es obligatoria para superar el ITV. Este sistema permite monitorizar el funcionamiento de los dispositivos implicados en el correcto funcionamiento del vehículo, incluyendo el motor.

Asimismo, en los coches anteriores al 2008 es obligatorio que el examinador compruebe que el testigo MIL se apaga pocos segundos después de haber girado la llave de contacto para aprobar la inspección. De no ser así, se instará al conductor a acudir a un taller especializado para solucionar la avería motora.