MUNDIAL DE MOTOGP

Márquez: "Si volvía en Jerez, ponía en riesgo mi carrera deportiva"

El campeonísimo catalán, de 30 años, explica que tres equipos médicos le recomendaron que aplazase su reaparición pues, caerse de nuevo, podía significar sufrir secuelas durante toda su vida en la mano derecha "y ya tengo suficiente con el húmero y brazo derecho"

Marc Márquez

Marc Márquez / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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No importa que el Mundial de MotoGP vaya a cumplir, este fin de semana, en Jerez, su cuarta etapa. No importa que el campeonato, tan diferente desde que se corren carreras al ‘sprint’ el sábado, que reparten la mitad de los puntos, esté metido en un puño con el italiano Marco Bezzecchi (Ducati, 64 puntos) como sorprendente líder, seguido de un fallón campeón, ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati, 53) y un resucitado Àlex Rins (Honda, 47). No importa que pueda ganar cualquiera con tantas y tantas motos oficiales en la parrilla de la categoría reina. Todo sigue girando alrededor del hombre, ya no tan joven, 30 años tiene el chaval, que más espectáculo provoca, el catalán Marc Márquez (Honda), ocho veces campeón del mundo de motociclismo.

Márquez ha bajado a Jerez a dar explicaciones a todo el mundo de por qué no corre, no reaparece, en uno de los grandes premios que más ilusión le hace, cómo no, Jerez. Márquez siempre da la cara y ofrece explicaciones. Las de hoy han sido contundentes: “Si forzaba y volvía a correr aquí este fin de semana, si me caída y toda la cirugía del dedo pulgar derecho se rompía, se venía abajo, ponía en riesgo mi carrera deportiva. Y eso, la verdad, a estas alturas de mi carrera, no me lo podía permitir”.

Sentencia en firme

Márquez explicó que el equipo médico que le atiende en Madrid, dirigidos por el doctor Ignacio Roger de Oña, al analizar el TAC, el pasado martes, de su dedo pulgar derecho le recomendó que ni se le ocurriese correr en Jerez. “Yo hablé con los doctores de la clínica Mayo de EEUU y también, también, con los que, a veces, me atienden en el centro médico de Red Bull en Austria y, sí, todos dijeron que era una locura reaparecer en Jerez”.

Y entonces Márquez explicó que “estamos hablando del dedo más importante en un piloto, pues el pulgar derecho es el que más fuerza hace en todo, agarrarse al manillar, apurar las frenadas, el gas…no podía permitirme que, en una caída tonta o en la repetición de tantos esfuerzos en tantas frenadas a lo largo del fin de semana, se rompiese, se fracturase de nuevo y toda la cirugía se viniese abajo. Si eso ocurría, se le podía poner, de nuevo, remedio, pero los doctores dijeron que entonces ya sería arrastrando consecuencias en esa mano a lo largo de toda mi carrera y, en ese sentido, ya tengo bastante con el hombro, húmero y brazo derecho”.

Marc Márquez, hoy, en su conferencia de prensa en la carpa del equipo Repsol Honda de Jerez.

Marc Márquez, hoy, en su conferencia de prensa en la carpa del equipo Repsol Honda de Jerez. / ALEJANDRO CERESUELA

Se habló, claro que sí, de la caída de Portimao, de la sanción, de los choques que se producen en carrera. Y mucho. “De la penalización que arrastro, que es un lío, no tengo ganas de hablar. No es lo que me preocupa ahora. No hay peor penalización para un piloto que estar lesionado, que estar fuera de la pista porque debes recuperarte de un accidente. Cierto que es la mejor manera de aprender, a base de golpes, pero lo que más me duele es haberme perdido tantas carreras y ni siquiera saber cuándo volveré a correr. Nadie quiere crear situaciones de peligro y, luego, hacerte daño”.

Márquez contó que creía (“ingenuo de mí”) que se podía curar en cuatro semanas “cuando los médicos me dijeron que los médicos aseguran que es imposible hacerlo antes de seis y ocho semanas y, la verdad, no podía poner en riesgo mi carrera”.

Sobre los toques en carrera, Márquez siguió siendo tan sinceros y realista como siempre. “Los toques son algo que forma parte de nuestro deporte. Los toques son algo que ha pasado, pasa y seguirá pasando. ¡Ojalá! que ocurra lo menos posible, sí, pero los grandes pilotos de la historia han vivido situaciones así. Todos vamos al límite, jóvenes y veteranos. Nadie quiere caerse y menos hacerse daño o provocarlo. Lo que hay que hacer es aprender de los errores y, sobre todo, analizarlos desde todos los puntos de vista, incluso de las posibles sanciones, sí”.

"Yo no tiro de motivación, tiro de fuerza de voluntad. Es la fuerza de voluntad la que me empuja a trabajar duro desde la siete de la mañana para recuperarme"

— Marc Márquez / Piloto oficial del equipo Repsol Honda

Desde el 2020, Márquez se ha perdido, como poco, la mitad de las carreras por diversas lesiones, como dos diplopías (visión doble), cuatro operaciones en el húmero derecho y, ahora, esta fractura en el dedo pulgar derecho. Se le preguntó que me mantiene vivo, motivado. “Cierto, no paro de encadenar lesiones de todo tipo y duración. ¿Cómo mantengo la motivación?, para mí es más importante mantener la fuerza de voluntad. Yo no tiro de motivación, tiro de fuerza de voluntad, de rutina, de sacrificio, de ser persistente en la rehabilitación y entrenamiento. Es la fuerza de voluntad quien mantiene viva la pasión, la motivación”.

Dura jornada

Y siguió sincerándose, pero entero, fuerte, solvente, convenciendo a la audiencia que llenaba la carpa del equipo Repsol Hona. “La verdad es que preferiría tener otro tipo de vida. No me hace, no, mucha ilusión levantarme a las siete de la mañana, meterme en la cámara hiperbárica dos horas, luego las máquinas para seguir recuperando el húmero, luego el cardio…pero es mi trabajo y, si quiero volver a competir, debo hacerlo. Mi pasión me pide eso”.

Ni que decir tiene que Márquez no solo se pierde el GP de Jerez, también el test, vital para el desarrollo de la Honda RC213V, ganadora recientemente del GP de Argentina, a manos del también catalán Àlex Rins. “También me duele, sí, pero ahí están Joan Mir y el propio Àlex. Somos un equipo y entre todos vamos a sacar a Honda de la difícil situación que atraviesa”.

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