GESTO HUMANITARIO DEL TETRACAMPEÓN

'SuperCelu', el karateca con síndrome de Larsen que admira a Márquez

Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No resulta fácil, más bien casi imposible, que alguien como Marc MárquezDani Pedrosa o Aleix Espargaró, por citar algunos ejemplos, encuentren un momento, o dos, o varios, a lo largo de su ajetreado y duro fin de semana de gran premio para poder dedicárselo a alguien, a alguna causa humanitaria, a alguna ONG (todos ayudan habitualmente al popular expiloto Randy Mamola) o a alguien que necesite su ayuda o presencia. Y, sin embargo, ellos tratan de encontrar esos minutos para atender a esas personas.

Desde hace algún tiempo, Marc Márquez, líder del Mundial de MotoGP desde su victoria, precisamente, el pasado domingo en Jerez (segundo triunfo consecutivo tras su también arrollador triunfo en Austin, Texas, EEUU), trata de seguirle los pasos a un niño de 13 años, José Luis Cazalla, que sufre el síndrome de Larsen (una enfermedad congénita que provoca luxación de las grandes articulaciones) e hiperlaxitud desde su nacimiento (movilidad excesiva de las articulaciones sin provocar dolor alguno).

Todo empezó hace un par de años cuando la tía de José Luis, al que todo el mundo llama ‘SuperCelu’, trató de ponerse en contacto con el entorno del tetracampeón del mundo de MotoGP porque su sobrino era y es uno de los seguidores más devotos que tiene el piloto de Cervera (Lleida). Y, después de mucho buscar y buscar, Fany, que así se llama la mujer, pudo contactar con José Luis Martínez, el compañero y ‘sparring’ de entrenamiento de Marc y Àlex Márquez, la persona que no se separa de él ni medio metro.

Primer encuentro en Jerez

“Fany quiso buscar ayuda en nosotros, pero una ayuda más sentimental, humana, cariñosa, de roce, que económica o médica”, cuenta Martínez. “Unicamente quería saber si era posible que, en el Gran Premio de España, que se disputaría en Jerez, Marc pudiese recibir, conocer y animar a José Luis. Yo le dije que lo intentaríamos todo y, finalmente, pudimos acceder a su deseo”.

“Y, sí, vino a vernos y, al igual que ha ocurrido este año, por segunda vez”, explica Márquez, “mantuve con él una charla, un encuentro, estupendo, muy gratificante y, sobre todo, muy, muy divertido. Me contó que practicaba karate y ‘kick boxing’, que le entrenaba un campeón (Pablo Jaén, campeón de España de culturismo natural) y que había acudido a diversos campeonatos. La verdad es que ‘SuperCelu’ es un chaval maravilloso, que se sacrifica muchísimo, que hace esfuerzos increíbles y que, sobre todo, tiene mucha ilusión por poder estudiar algo relacionado con la informática, aunque me dijo que le cuesta mucho sacarse las asignaturas del colegio, pero que lo consigue con mucho esfuerzo”.

Ya entonces, el pasado año, Márquez, cuyo primer encuentro con 'SuperCelu' ha tenido casi tres millones de visitas en Facebook, le regaló y firmó las botas con las que había realizado los entrenamientos del viernes para que, si quería, las subastase y consiguiese algo de dinero para sus cosas. ‘SuperCelu’ vive en Bornos, una población de poco menos de 8.000 habitantes de la provincia de Cádiz, donde es muy conocido.

Visita de 'SuperCelu' al box

José Luis, con una discapacidad del 79%, volvió a acudir, el pasado sábado, al Circuito de Jerez-Ángel Nieto y volvió a compartir un buen rato con su amigo Marc Márquez, que le regaló los guantes y unas deslizadoras (protecciones que los pilotos se colocan en las rodillas para apoyarse y rozar el asfalto en cada curva), además de compartir unos minutos con él en el box del equipo Repsol Honda, donde muy pocos tienen el privilegio de entrar. Ya no digamos, como le ocurrió a ‘SuperCelu’ y lo disfrutó de lo lindo, subirse a la Honda RC213V del tetracampeón o compartir charla sentado en el sillón del campeonísimo catalán.

Fany explica que “compartir unos minutos con alguien como Marc significa mucho, muchísimo, todo, para alguien como José Luis, que pelea muy duro para ser feliz, y lo es y mucho”. “La verdad es que es un niño muy disciplinado y luchador, que ama con locura lo que hace y, por tanto, es muy fácil ayudarle”, cuenta Pablo Jaén. ’SuperCelu’, que se ha tenido que someter a cinco operaciones a lo largo de su vida (la última de ellas una delicada escoliosis, desviación lateral de la columna vertebral), se despidió a Marc deseándole suerte en la carrera (ganó y en solitario) y recordándole que, el próximo año, volverá a visitarle en Jerez.