RESACA DEL GP DE ESPAÑA

Márquez empieza a meter miedo a sus rivales

Marc Márquez (Honda), flamante ganador en Jerez, disfruta del cava desde lo más alto del podio.

Marc Márquez (Honda), flamante ganador en Jerez, disfruta del cava desde lo más alto del podio. / .43203956

Emilio Pérez de Rozas

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“Si al mejor del mundo, si al piloto que está en mejor forma, si al piloto más agresivo y con más hambre, se le añade un puntito de suerte, adiós campeonato, esto se va acabando en la cuarta carrera de la temporada”.

La frase pertenece a uno de los tres grandes jefes de uno de los equipos y fábricas más poderosas del Mundial de MotoGP. Así hablaba uno de los máximos responsables del equipo Ducati Corse, propiedad de la millonaria y poderosa Audi y patrocinado por la firma Phillip Morris, no menos rica y reluciente.

El mejor piloto de MotoGP

El hombre, que confía ciegamente en la experiencia y competitividad (controlada) del italiano Andrea Dovizioso y está convencido de que Jorge Lorenzo remontará el vuelo (“porque hoy, en Jerez, ya ha empezado a demostrar por qué está en Ducati”), es un loco enamorado de Marc Márquez y por eso se expresa de esa manera. Sí, este jefe de los ‘rojos’ daría lo que fuera por poder contratar al tetracampeón de Cervera (Lleida) a quien admira y del que teme que ayer, en Jerez, haya empezado a decidir el Mundial.

Esa misma impresión se palpaba, el pasado jueves, en la jornada preparatoria del Gran Premio de España. “Si Márquez gana este gran premio, no habrá quien le tosa”, era el comentario más común entre los expertos de la sala de prensa, entre los que hay más de un expiloto, más de un campeón, varios ingenieros, un montón de representantes y veteranos periodistas.

Las razones que hacen que muchos piensen que, de nuevo, Márquez ha empezado a decidir el título, que sería el quinto en seis años ¡tremendo!, es, no solo su insaciable agresividad, sus manos, su experiencia, su inteligencia y las ganas que tiene de ganar aunque las cosas, como le ocurrió el sábado, no le salgan bien y deba arrancar desde la segunda fila de la parrilla, sino la facilidad con la que compite. Otro de los puntos es el extraordinario estado en el que se encuentra la Honda RC213V, tremendamente competitiva en manos también de Cal Crutchlow y Dani Pedrosa, que permiten al campeón plantarse en cualquier trazado siendo de los más rápidos desde el primer día.

"No creo que ni yo ni la Honda estemos a la altura del espectacular 2014. Aún podemos mejorar el motor y la electrónica. Sí estamos listos para la batalla"

Marc Márquez

— Piloto oficial del equipo Repsol Honda y lider del Mundial de MotoGP  

Y, sí, esa es otra de las razones por las que los que más saben de esto aseguran que Márquez va camino de su quinto título: que en los cuatro grandes premios que se han disputado ha sido o el mejor o el segundo mejor, pero nunca el tercero, el cuarto, el quinto o el sexto, como les ha ocurrido a todos, todos, sus adversarios.

Acabó segundo en Catar, un trazado que no le va bien ni a él ni a su pilotaje ni a su Honda, a 60 milésimas de segundo del vencedor, Andrea Dovizioso (Ducati). Hubiese podido ganar, casi con una mano, de no haberse precipitado y emborrachado de fogosidad en Argentina. Venció con la facilidad de siempre, de los últimos seis años, en Austin (Texas, EEUU) y ayer, en Jerez, hizo otra gran exhibición de su maestria y del poderío de su Honda.

En un Mundial del que solo se llevan disputados cuatro grandes premios, en un campeonato en el que ya ha habido cuatro distintos ‘polemans’ (Johann Zarco, en Catar; Jack Miller, en Argentina; Marc Márquez, en EEUU y Cal Crutchlow, en España) y tres vencedores diferentes (Andrea Dovizioso, Ducati, en Catar; Crutchlow, en Argentina y Márquez, en Austin y Jerez), el tetracampeón del ‘team’ Repsol Honda se mantiene en la cresta de la ola pese a haber sido injustamente zarandeado por Valentino Rossi, el gran perdedor, de momento, del arranque del Mundial, sancionado más que nadie (cero en Termas de Río Hondo y castigo en Austin por obstaculizar la vuelta rápida del sábado de Maverick Viñales) y sufrir, por ejemplo, en Jerez, tres caídas en los entrenamientos.

Aquel espectacular 2014

Márquez, que nunca, jamás, ha dejado de sonreír, de mostrarse feliz, de compartir su alegría con todo su equipo, sean los más cercanos que dirige el ingeniero Santi Hernández, o sea el equipo de ingenieros japoneses de Honda, no quiere lanzar las campanas al vuelo pese a la ventaja que ya empieza a llevar en la clasificación “pues esto solo acaba de empezar”.

Es más, cuando le dicen si su estado de forma y, sobre todo, el nivel de su moto es parecido al del 2014, cuando arrasó ganando 13 de las 18 carreras, lo niega rotundamente. “No, no, ni hablar, estamos bien, pero no estamos como en aquel espectacular 2014. Debemos y podemos mejorar el comportamiento del motor y, sobre todo, creo que aún podemos dar algún paso más en el tema de la electrónica donde hemos mejorado mucho. Lo que sí puedo decir es que estamos muy bien armados para la batalla, pero no podemos ni conformarnos ni bajar los brazos”.