17 años de cárcel

A juicio por abusar sexualmente de un menor de Mollet del Vallès en una discoteca de Barcelona

La fiscalía pide hasta 17 años de cárcel para los dos adultos, que habrían suministrado drogas al menor

Adiós a la última sastrería de Mollet del Vallès: "No es un día triste, siempre nos quedará el recuerdo de la gente"

La Audiencia Provincial de Barcelona

La Audiencia Provincial de Barcelona / ARNAU VALVERDE

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La Audiencia de Barcelona ha juzgado este miércoles a un hombre y una mujer por abusar sexualmente de un menor de edad, vecino de Mollet del Vallès y de menos de 16 años, en una discoteca de la capital catalana. El joven, que tenía 16 años, pudo entrar en el local sin que le pidieran la documentación y los dos adultos le habrían besado y tocados. Además, el hombre llegó a penetrarle en un aseo. Los tres, además, habrían consumido drogas. Por eso, la fiscalía pide 13 años de cárcel para la acusada y 17 para el acusado.

El menor se escapó del centro de acogida donde se encontraba y no declaró, mientras que su madre no se presentó al juicio. Ambos acusados, que están en prisión, declararán en una próxima sesión.

La fiscalía pide seis años de cárcel para la acusada por abuso sexual continuado a menor, con seis años de libertad vigilada, diez de inhabilitación para cualquier actividad con menores y seis años de prohibición de comunicación o aproximación a la víctima. Para el acusado, le pide diez años de cárcel por abuso sexual con penetración a menor, diez años de libertad vigilada, 20 años de inhabilitación para realizar actividades con menores y prohibición de aproximación y comunicación con la víctima de diez años . A ambos también les pide otros siete años de cárcel suministrar drogas a un menor de edad. Además, le pide a la acusada que indemnice a la víctima con 2.000 euros por daños morales, al acusado 30.000 euros por daños morales y 150 euros por lesiones. La empresa propietaria de la discoteca es la responsable civil subsidiaria.

Según la fiscalía, la madrugada del 2 al 3 de abril del 2019, los dos acusados acudieron a la discoteca Arena de Barcelona con el menor, que “no tenía rasgos de madurez física que indujeran ni siquiera a sospechar que se trataba de 'un adulto”. Los porteros del local han dicho que no recordaban a los acusados y en las cámaras de vigilancia se ve cómo el menor accedió al local sin que le pidieran la documentación, compró las entradas y acudió al menos tres veces a la barra para adquirir bebidas, entre ellas al menos tres sorbos de tequila. Luego salió a fumar y volvió a entrar sin ningún problema. El chico iba con un traje corto y ajustado de mujer y maquillado.

Durante la estancia en la discoteca, de 2 a 3.30 de la madrugada aproximadamente, los dos acusados y la víctima acudieron al menos una vez a la zona de los lavabos y entraron tres veces en el cuarto oscuro. También salieron a la calle a fumar una vez. Tanto dentro como fuera, el menor se besó con el acusado y la acusada le hizo tocamientos y posturas sexuales con él. Durante esas horas también habría consumido cocaína y cannabis. También se tomó algunas fotos 'selfie' besándose con él.

Según la versión del menor, en una ocasión el acusado le encerró en un inodoro y allí le penetró analmente, lo que le hizo llorar. Esto le alteró mucho y provocó un altercado en el local, lo que provocó la expulsión de los tres.

Por la mañana, una mujer encontró al menor y la acusada en una plaza de Mollet del Vallès sobre las 8.40 horas y avisó a una patrulla de la Policía Local porque el chico teóricamente debería ir hacia la escuela. Ambos tenían síntomas evidentes de haber bebido y consumido drogas. Los agentes identificaron a la acusada y ella fue a buscar a la madre. Cuando llegó la madre, embarazada, tuvo un desmayo y el chico empezó a sangrar por la nariz. Ambos terminaron en el hospital y al chico le detectaron una dilatación anómala del ano que sería compatible con una penetración anal. Además, se confirmó el consumo de drogas.

La DGAIA decretó su desamparo preventivo, se suspendió a la patria potestad y le ingresaron en un centro de acogida de menores.

En el juicio, los policías locales de Mollet que han declarado han explicado que se hallaron al menor con síntomas evidentes de ir ebrio a la calle, vestido sólo con un traje corto de mujer, zapatos de tacón y con mala cara. Además, descubrieron que el menor sufría una exploración pendiente con la fiscalía. La mujer que le acompañaba, la acusada, también tenía síntomas de ir drogada e incluso abucheó al menor diciéndole: “No te llevaré más, que siempre me envuelves”. También la conocían por haberle retirado el carné en varias ocasiones para conducir bebida y otras intervenciones.

Los mossos que han declarado han explicado que inicialmente la mujer no quería dar el nombre del hombre que les acompañó a la discoteca, pero finalmente le descubrieron porque un agente le había investigado para retirar dinero fraudulentamente de la tarjeta bancaria de la su pareja. El hombre, de origen italiano, estaba a punto de regresar a su país.

Una vez en la discoteca para conseguir las imágenes de las cámaras de seguridad, la empresa les dijo que se habían borrado, algo que finalmente no era cierto. Los agentes pudieron visionar los besos que el hombre le daba al menor y los movimientos sexuales de la mujer con el joven.