¿Por qué vomita mi gato? ¿Qué puedo hacer para aliviar su malestar?

Igual que les sucede a otros animales y a las personas, no siempre es indicativo de que pase algo grave

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Un cachorro de gato estirado sobre unas plantas.

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Vega S. Sánchez

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Los gatos, como les sucede a otros animales o incluso a las personas, pueden vomitar sin que ello entrañe un síntoma de enfermedad grave. Siempre que no sea algo habitual o que se repita siempre que coma y/o beba. Sin embargo, incluso en esas circunstancias, no siempre el vomitar es algo indicativo de que le pase algo serio.

En todo caso, si no ha sido algo esporádico y suele ser un comportamiento bastante común no está de más que lo consultes en la próxima visita al veterinario o, incluso, si es algo muy frecuente, que programes una para que te saque de dudas y descartar posibles problemas graves de salud.

El acto de vomitar en los gatos puede deberse a diversas razones, como la ingestión de bolas de pelo durante el acicalamiento o un exceso de comida (el típico empacho).

Regurgitación

En ese caso, es posible que sea una regurgitación, es decir, una expulsión de alimentos no digeridos, que se produce sin náuseas ni contracciones estomacales.

Sin embargo, el vómito implica la expulsión de alimentos ya digeridos, acompañado de náuseas y contracciones estomacales.

En ese caso, también podría ser un indicador de problemas más significativos, como diabetes o trastornos digestivos.

Estos son los tipos de vómito más comunes y sus causas, en función del color o el aspecto que presentan:

Vómito trasparente

Cuando el vómito del gato es trasparente, significa que tu mascota saliva de forma excesiva porque no le ha sentado bien algún alimento o medicación. Vigila lo que come o qué fármacos le estás dando para cerciorarte de que es así y retíraselos, porque podría sufrir algún tipo de alergia o sensibilidad a los mismos.

Vómito con espuma blanca

Como derivación del anterior (el vómito trasparente) puede deberse a una reacción exagerada a ciertos alimentos o medicamentos. Sin embargo, también puede deberse a una gastritis bacteriana o algo más grave, como una pancreatitis -que su páncreas no produzca las enzimas necesarias para descomponer la comida, o no lo haga a la velocidad necesaria-, una diabetes o una insuficiencia hepática o renal.

Vómito de color amarillo

El color amarillento del desecho indica que hay bilis, el compuesto que ayuda al estómago a digerir los alimentos que se han comido. La presencia de la bilis en un vómito es síntoma de que el estómago está vacío o semivacío. Puede darse también si el gato se ha intoxicado con algo o sufre pancreatitis o problemas hepáticos.

Vómito de color marrón

Si el vómito es parduzco, rojizo o amarronado podría deberse a que tiene algo de sangre, lo que precisa de una confirmación veterinaria. Sin embargo, también podría tratarse de un parásito interno, neoplasias -un crecimiento desordenado de células o tejidos- o problemas gástricos e intestinales. En todo caso, conviene visitar al veterinario si se dan varios episodios en un corto espacio de tiempo o de forma periódica.

Vómito con sangre

Como derivación del anterior, si el vómito tiene sangre en forma de coágulo o directamente el gato vomita sangre, ya sea digerida o fresca, seguramente sufre un sangrado interno, ha comido algo que le ha producido cortes o daños en el aparato digestivo, ha sufrido un traumatismo o, directamente, se ha envenenado. En cualquiera de estos casos requiere de atención veterinaria urgente, especialmente si va acompañado de convulsiones, y no es necesario esperar a que sufra más vómitos para llevarle.

Vómito con insectos, gusanos o larvas

En caso de vómitos con pequeños insectos, larvas o gusanos, el gato padece una infección por parásitos internos. Necesita tratamiento médico prescrito por un veterinario para atacar a los causantes de la infección de forma directa. Sin embargo, la visita al veterinario no es tan urgente como la anterior, aunque se recomienda contactar con el especialista con cierta premura para que no prolifere la infección y la cosa vaya a mayores.

Los gatos también pueden vomitar debido a la ingestión de bolas de pelo durante el acicalamiento, trastornos en la absorción intestinal del alimento, estrés, ansiedad o una alimentación inadecuada.

Es crucial observar el estado general del gato y consultar a un veterinario si el vómito es persistente o si hay cambios en su comportamiento, peso o estado de ánimo y energía. Un diagnóstico veterinario precoz y adecuado permitirá abordar de manera efectiva cualquier problema médico del minino.

En todo caso, puedes darle a tu gato manzanilla o valeriana para calmar las molestias de los vómitos teniendo en cuenta que las cantidades difieren mucho de las de los humanos y que con unas pequeñas gotitas de manzanilla o valeriana en el agua es suficiente.

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