Investigación

La captura de CO2 por los bosques empieza a "desestabilizarse", alertan los científicos

Amplias regiones del planeta están secuestrando cada vez menos dióxido de carbono

La captura de CO2 por los bosques de la Tierra empieza a desestabilizarse

La captura de CO2 por los bosques de la Tierra empieza a desestabilizarse / Shutterstock

Joan Lluís Ferrer

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Los bosques del planeta absorben el CO2 de la atmósfera y ayudan así a combatir el cambio climático. Sin embargo, algo está cambiando y esta gran ‘aspiradora’ de dióxido de carbono empieza a presentar irregularidades en zonas clave del planeta. Este desequilibrio preocupa a los científicos.

Un estudio publicado esta semana en la revista Nature ha detectado signos claros de que el secuestro de carbono está en riesgo de desestabilizarse en grandes regiones de la Tierra. El estudio demuestra que, en algunas zonas, el secuestro de carbono ha variado mucho en los últimos años, con momentos de mucha productividad vegetal (mucho secuestro) y otros con menos (poco secuestro). Los autores alertan de que esta variabilidad es una señal de que los ecosistemas podrían estar en riesgo de desestabilizarse y entrar en una espiral que las aleje de la situación actual y los lleve a cambios abruptos. 

"Por ejemplo, en los ecosistemas mediterráneos, podríamos ver bosques que pasan a ser matorrales sin capacidad de volver a la forma original de bosque", comenta Marcos Fernández, primer autor del estudio, investigador del CREAF y colaborador de la Universidad de Barcelona. Añade que "en estas zonas también hemos detectado otra señal, un aumento en su ‘memoria’ (autocorrelación temporal), lo que indica que cada valor está cada vez más relacionado con lo anterior, de modo que si un valor es decreciente, el siguiente será aún más decreciente". 

El Mediterráneo, entre las zonas en desequilibrio

El estudio confirma que las zonas que más riesgo presentan de desestabilizarse tienen menos bosques, más cultivos, son más cálidas y han sufrido mayores aumentos en la variabilidad de sus temperaturas, lo que podría estar relacionado con un aumento de los episodios de tiempo extremo como oleadas de calor y de frío. Estas regiones serían la zona mediterránea, la zona este de África oriental, las costas occidentales de Norte América y Centro Americano, India y Pakistán o el sureste asiático. 

Imagen de un bosque tropical

Imagen de un bosque tropical / Unsplash

Para realizar el estudio el equipo de investigación ha trabajado con los datos globales de producción neta de los ecosistemas para el período 1981-2018 de dos modelos globales de inversión atmosférica (CAMS y CarboScope). También datos de producción limpia de los ecosistemas de un conjunto de 12 modelos dinámicos de vegetación global (TRENDY). 

La naturaleza inestable limita el secuestro de carbono 

El estudio pone de manifiesto que las regiones con un potencial más elevado de desestabilizarse en los últimos años han visto comprometida su capacidad de secuestrar carbono. Por el contrario, las zonas que han tendido a ser menos variables (Amazonas o regiones del centro y norte de Europa, entre otras) han aumentado su capacidad de secuestrar carbono.

"En el caso del Amazonas, vemos que, aunque durante el período de estudio, de media, ha perdido carbono, cada vez pierde menos porque el sistema es ahora menos variable que antes", indica Josep Peñuelas, profesor de investigación del CSIC en el CREAF. 

"Poder predecir el ciclo del carbono es clave en la lucha contra el cambio climático. Aunque todavía no sabemos si estos cambios abruptos traerán cambios en el clima o en la capacidad de las plantas de secuestrar carbono, una potencial desestabilización de grandes regiones de la biosfera nos hace las predicciones más difíciles, porque aumenta mucho la variabilidad", comenta Jordi Sardans, también autor e investigador del CREAF. 

El Mediterráneo, una de las zonas más afectadas

El Mediterráneo, una de las zonas más afectadas / JLF

¿Más biodiversidad equivale a más estabilidad? 

las tasas más elevadas de secuestro de carbono se dan en regiones con biodiversidad intermedia

Según apuntan los investigadores, esto puede deberse a que el efecto positivo de la biodiversidad sobre la descomposición y respiración de los ecosistemas tropicales podría compensar el efecto positivo sobre la fotosíntesis, lo que no ocurriría en otros ecosistemas. Por otra parte, y en contra de lo que se pensaba, este trabajo también apunta a que la máxima variabilidad en el secuestro de carbono también se da en regiones con biodiversidad intermedia. Dada la escala global de este estudio, entender los mecanismos detrás de estos resultados resulta muy difícil. 

Estudio de referencia: DOI : 10.1038/s41586-023-05725-1 2021-11-17874 

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