Consumo

Plaguicidas peligrosos: el agua del grifo tiene una regulación más estricta que la embotellada

Un nuevo real decreto rebaja en el agua corriente la cantidad de sustancias no autorizadas y prohibidas

Agua del grifo en una vivienda de Valencia.

Agua del grifo en una vivienda de Valencia. / Levante / F. Calabuig

Ramón Díaz

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El real decreto de agua de consumo humano, aprobado hace unos días, introduce una mejora en cuanto a la cantidad de plaguicidas no autorizados. De tal manera que, ahora mismo, el agua del grifo tiene una regulación más estricta que la embotellada en lo que se refiere a plaguicidas peligrosos.

La nueva norma, cuyo objetivo principal es "proteger la salud de las personas" de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación. Así, el texto recoge la obligación de "garantizar que el uso de los distintos procesos del tratamiento de potabilización del agua, así como las sustancias químicas y medios filtrantes utilizados, sean efectivos, seguros y manipulados adecuadamente para evitar efectos adversos en la salud del usuario".

"Concienciar en mayor medida a los consumidores sobre las implicaciones del consumo de agua de grifo, un mejor conocimiento de la información pertinente y una mayor transparencia, aumentará la confianza de los ciudadanos en el agua que se les suministra y en los servicios relacionados con ella, y conducirá a un incremento del uso del agua del grifo", señala el documento.

Ecologistas en Acción ha aplaudido que con el real decreto el agua corriente es "más segura" gracias a la "rebaja en la cantidad de plaguicidas prohibidos y no autorizados".

Explica que para plaguicidas autorizados mantiene el anterior límite de 0,1 microgramos por litro. Pero introduce un nuevo límite, más restrictivo, para plaguicidas prohibidos y no autorizados: 0,03 microgramos por litro, que en la anterior legislación solo se aplicaba a cuatro sustancias ahora se aplica a todos los plaguicidas diferentes a los autorizados.

Un "cambio importante"

"Es un cambio importante porque las sustancias no autorizadas y prohibidas son numerosas, además de mucho más tóxicas y peligrosas para la salud y los ecosistemas", destaca Ecologistas en Acción.

Agua embotellada en un supermercado.

Agua embotellada en un supermercado. / pixabay

Curiosamente, el real decreto que regula la explotación de las aguas minerales naturales, aguas de manantial y aguas preparadas envasadas para el consumo humano, aprobado también el pasado mes de enero, no introduce esta distinción entre plaguicidas autorizados y no autorizados, y mantiene el mismo límite para ambos grupos, de 0,1 microgramos por litro.

"Es decir, para plaguicidas prohibidos o no autorizados por ser muy tóxicos, el agua de grifo tiene una regulación más estricta que el agua embotellada", subraya Ecologistas en Acción.

"Quienes optan por comprar agua embotellada por propio deseo o, más habitual, porque el agua en su zona no ha sido correctamente gestionada por las administraciones, pagan mucho más por un agua que permite más de tres veces la cantidad de plaguicidas prohibidos", explica la ONG.

El colectivo ecologista pone de relieve la necesidad de que todas las administraciones responsables del suministro de agua potable cumplan con sus responsabilidades y aseguren que lo escrito en la nueva norma sea "una realidad en nuestros grifos". Asimismo, exige "una correcta gestión del agua que asegure un suministro de agua saludable en todas las poblaciones".

La organización conservacionista siempre ha llamado la atención sobre la contradicción que suponía que la normativa europea y española sobre aguas para consumo humano permitiera valores de HCH-lindano (compuesto de síntesis organoclorado) hasta 2,5 veces superiores a los establecidos para la calidad ambiental de aguas superficiales.

También había insistido en la necesidad de modificar la legislación de agua para consumo humano y equiparar esos valores límite.

Críticas al Ministerio de Consumo

De hecho, ya en marzo de 2018 presentó alegaciones en el proceso de revisión de las directivas europeas sobre calidad de aguas de consumo, y en enero de 2020 se trasladó sendas iniciativas a los grupos del Parlamento español y al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Asimismo, sus representantes mantuvieron reuniones con los de los ministerios de Sanidad y Consumo.

Agua del grifo.

Agua del grifo. / Ayuntamiento de Rubi

Pese a que se felicita por el cambio legislativo, "cuya consecuencia es una mayor protección del agua del grifo", Ecologistas en Acción lamenta que el Ministerio de Consumo no haya hecho lo mismo con el agua embotellada.

Los dirigentes del colectivo ecologista esperan que el departamento que capitanea Alberto Garzón "corrija esta situación, que la normativa se transponga a todas las comunidades autónomas y que se controle su cumplimiento".

"Este real decreto tiene una doble finalidad, por una parte, establece el marco jurídico para proteger la salud humana de los efectos adversos de cualquier contaminación del agua de consumo al garantizar que sea salubre y limpia. Por otra, facilita el acceso a la misma siguiendo lo indicado por Naciones Unidas en el derecho humano al agua y saneamiento en el Reino de España", señala el Gobierno en la introducción del texto legislativo.

Enlace al real decreto 3/2023 de agua de consumo humano: https://www.boe.es/eli/es/rd/2023/01/10/3/con