Contra la contaminación

La ONU aprueba el primer acuerdo internacional contra el plástico

175 países, incluida España, se comprometen a trazar planes para reducir el impacto del plástico en todo su ciclo de vida

"Es el compromiso global más importante desde el Acuerdo de París", argumenta Inger Andersen

Resolución histórica contra el plástico

Resolución histórica contra el plástico / PNUMA

Valentina Raffio

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"Hoy es uno de esos días que entrarán en los libros de historia", ha exclamado, exultante, la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, tras la aprobación de una "resolución histórica" para poner fin a la contaminación por plástico. Este miércoles, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha anunciado el primer acuerdo internacional legalmente vinculante para poner fin a una industria que ha multiplicado sus desechos en las últimas décadas, que ahora mismo está generando 400 millones de toneladas de basura por año y que, de seguir así, duplicará su impacto para 2040.

La resolución ha sido respaldada por jefes de estado, ministros de medio ambiente y otros representantes gubernamentales de 175 países, incluida España. "Es el compromiso global más importante desde el Acuerdo de París", ha argumentado Andersen tras la aprobación de este histórico pacto. El despegue de este proyecto pondrá en marcha un comité intergubernamental (y jurídicamente vinculante) para trazar un plan específico para reducir el impacto del plástico en todo su ciclo de vida. Es decir, "que se extienda desde el diseño hasta la producción, la circularidad y la reducción, gestión y prevención de residuos".

Esta hoja de ruta empezará a elaborarse a partir del mes de junio y, si todo sigue según lo planeado, debería estar lista como muy tarde para 2024. Igual que ocurre con el resto de compromisos internacionales en materia de medio ambiente, después de su ratificación estará en manos de cada país decidir cómo estas acciones se trasladan a sus planes nacionales o regionales. Según refleja el redactado final de la resolución, aunque sobre el papel todos los países se han comprometido a aplicar 'mano dura' contra el plástico, en la práctica no está claro si todos aplicarán medidas con la misma contundencia. De la misma manera que ocurre con los pactos de reducción de emisiones, es posible que los países más desarrollados (y que más han contaminado) sean los que más tengan que cerrar más el grifo en la producción de plásticos.

Un 80% menos de polución en los océanos

Según argumentan los impulsores de esta iniciativa global, este compromiso podría reducir a la mitad la fabricación de plásticos vírgenes, evitar un 80% los desechos plásticos que se vierten en los océanos y disminuir un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2040. "La contaminación plástica está en todas partes, desde la fosa más profunda del océano hasta el pico más alto de la montaña. Vemos esta contaminación. Sentimos sus impactos climáticos. Vivimos con el puro desperdicio de tomar un material versátil y duradero y hacerlo desechable, perdiendo todo su valor en lugar de retenerlo", ha replicado Andersen durante su discurso de este miércoles. 

Desde la delegación española en Naciones Unidas, el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha destacado que el aspecto más positivo de este pacto es que "va más allá de abordar únicamente los desechos plásticos marinos, sino aborda el ciclo de vida completo" de este material. En cuanto a la aprobación del pacto, y a su posterior aplicación en las políticas nacionales, Morán ha asegurado que España está "plenamente comprometida con la adopción de un marco global ambicioso y transformador, con objetivos y metas concretas y mecanismos de aplicación eficaces que garanticen la plena integración de la biodiversidad en todas las políticas sectoriales y en toda la sociedad".