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Soluciones contra el cambio climático (4): vivir con una energía intermitente

Placas solares y un molino de energía eólica

Placas solares y un molino de energía eólica / EL PERIÓDICO

Michele Catanzaro

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Otras soluciones contra el cambio climático:

Pasar de las energías fósiles al suministro variable del sol y del viento requiere nuevas tecnologías pero también un cambio de costumbres.

Son cada vez más frecuentes los días en los cuales las energías renovables generan la mayoría de la electricidad producida en España. El problema es: ¿qué pasa en los otros días, cuando no hay bastante viento o sol?

La intermitencia de las energías eólica y solar es uno de los mayores cuellos de botella en la transición energética - o sea, el pasaje a energías que no emitan los gases que causan el calentamiento global.

Esa transición es el corazón de cualquier solución para el cambio climático. "Hay que reemplazar los combustibles fósiles con renovables bajas en carbono", sentencia un manifiesto firmado por 11.000 científicos hace unas semanas.

La bajada de precio de las renovables, impulsada por ayudas y tecnología, es una señal esperanzadora

"Con las tecnologías que tenemos en la actualidad, se puede hacer una hoja de ruta [hacia la transición energética] bastante correcta. No necesitamos una innovación rompedora: con la mejora incremental y la economía de escala sería suficiente", afirma Xavier Obradors, director del Institut de Ciència de Materials de Barcelona (ICMAB-CSIC).

La señal más esperanzadora es la bajada en los precios de las renovables, impulsada por los avances tecnológicos y las ayudas al sector. Pero la intermitencia sigue siendo un reto.

Inteligencia artificial y baterías

"Es un problema que no está resuelto. Hoy en día las renovables solas no nos pueden dar la solución", admite Luisa Cabeza, investigadora ICREA en energía e inteligencia artificial de la Universitat de Lleida. La solución, en su opinión, pasan por programas informáticos que alternen las energías intermitentes con otras constantes, como la hidráulica o la geotérmica.

El nudo del problema está en el almacenaje y transporte. Aún no hay baterías capaces de atrapar toda la energía que se desperdicia en los días más ventosos o soleados.  Obradors confía en los combustibles solares: compuestos del hidrógeno o del etanol generados a partir de energía solar, que facilitarían su transporte.

"Parece que ya no aguantamos un corte de luz o unas horas sin tele”, observa una experta

El manifiesto de los científicos cita políticas que facilitarían la transición: dejar bajo tierra las reservas remanentes de combustibles fósiles; eliminar subsidios a esos productos; ponerle un precio más alto; etcétera.

Cabeza, sin embargo, apunta a cambios más profundos. "Lo primero es bajar el consumo: la mejor energía es la que no se consume", afirma. Según esta investigadora, el reto principal es cambiar de costumbres.

"A lo mejor, tendremos que aceptar que en determinados momento podamos estar sin electricidad. Parece que ya no aguantamos un corte de luz o unas horas sin tele", observa. "Los políticos tienen que arriesgarse a perder votos con políticas impopulares", concluye.