Creerte capaz de todo

“Nadie es perfecto, todos tenemos alguna cosa que nos sale mejor y otra  peor. No nos gusta sentirnos juzgados ni observados. Somos iguales que los demás, con algún sinsabor, pero aprendemos igual, a lo mejor más lento, pero llegamos. Queremos trabajar, y poder hacer las cosas como los demás. Todos tenemos alguna dificultad”.

Así es como se sienten Javier Buchi, de 21 años; Berta Jiménez, de 23, y Rosa Mestres, de 27. Los tres sufren una discapacidad intelectual, pero todos ellos comparten una cosa, las ganas de enfrentarse a la vida, aprender y trabajar –cuando estén preparados-, y todo esto junto a sus compañeros, sin juzgarse, de igual a igual.

Javi, Berta y Rosa han participado junto a 13 compañeros más en el curso ‘Lleure, Treball i Vida’ organizado por Fundesplai, junto a la Cambra de Comerç de Barcelona. Un total de 30 horas distribuidas en seis sesiones les han permitido a los jóvenes entrenar sus habilidades sociales, adquirir competencias para moverse por la vida, aprender a gestionar sus emociones, los peligros de las redes sociales, etcétera.

"He aprendido que soy capaz de muchas cosas "

Berta Jiménez

— Alumna del curso 'Lleure, Treball i vida'

"Quiero seguir formándome, ahora empezaré un curso de administrativa para trabajar con el ordenador", explica Berta, que añade, con su mirada tímida pero con ganas de contar muchas cosas, que su meta ahora es "seguir aprendiendo para, cuando esté preparada, trabajar". Cuenta que durante las seis sesiones ha podido conocer temas como la sexualidad, que hasta ahora nadie le había explicado, y aprender que es el autoconocimiento. “He aprendido que soy capaz de muchas cosas”, afirma.

Berta y Javi participan en un servicio de ocio del Ayuntamiento de Castelldefels, ‘Macedonia’, donde aprenden recetas para cocinar, hacen teatro y excursiones. Javi, el más nervioso de todos, reivindica que él quiere trabajar de mozo de almacén: “Me he formado para estar en un supermercado y para estar en un almacén, me gustaría encontrar trabajo de esto, y trabajar con máquinas”. Durante el curso Javi ha aprendido qué es el autocontrol. “He podido aprender a gestionar mis emociones y sentimientos”, afirma.

Rosa, la más silenciosa de todas pero con las cosas más claras, busca trabajo. “Estoy haciendo entrevistas, me he formado en administración”. Ella participa en el ‘esplai’ Pubilla Cases Can Vidalet, donde también hacen actividades y cursos. Durante las sesiones Rosa ha aprendido los peligros de las redes sociales, y explica que si alguien que no conoce quiere agregarla en Facebook, no acepta. Añade: “Lo que más destacaría es que nos hemos podido conocer a nosotros mismos, abrirnos y descubrir las capacidades que tenemos”.

Aunque Javi i Berta ya eran amigos, durante el curso han podido conocer nuevas personas, como Rosa. De hecho, explican que han creado un grupo de Whatsapp para hacer quedadas. “Ahora tenemos nuevos amigos, hemos conocido a mucha gente”. Todos destacan la buena interacción y relación con los compañeros. Entre ellos se miran y ríen, y es que de hecho, durante el curso, también se ha formado alguna relación sentimental.

Durante el periodo de aprendizaje los jóvenes han estado tutorizados individualmente para trabajar los aspectos de más necesidad de cada uno, cuenta Luci Villagrasa, miembro del departamento de Lleure de Fundesplai, que además añade, que por ejemplo uno de los ejes del curso ha estado trabajar el WhatsApp como herramienta educativa, para que conocieran sus usos pero también sus peligros.

Los tres aún nerviosos porqué mañana se imparte la sesión de clausura junto a sus familias,  cuentan con ilusión las ganas de ver a los compañeros, y proponer hacer actividades juntos. Podemos ir al cine, o a la discoteca, añade Javi. Berta y Rosa, con más discreción, añaden que podrían ir a cenar. Cada uno de ellos ha interiorizado unos conocimientos pero todos, en la misma dirección, la integración y la  gestión de la vida diaria. Aprender y trabajar.

" Pensamos que a la mayoría de edad se acaba el ocio, pero ellos también necesitan poder salir"

Asun Gil

— Responsable del departamento de ocio de Fundesplai

La autonomía es esencial para moverse y conocer a gente, añade Rosa. Javi explica que al principio no sabía cómo ir hasta las clases donde se impartía el curso, pero ahora puede ir solo y sin nervios. 

Asun Gil, coordinadora del departamento de ocio de Fundeplai, explica que para ellos ha sido mucho más que un curso de 30 horas. Les ha permitido abrir sus mentalidades, conocerse más, y aprender a enfrentarse a distintos retos. “Tenemos que acompañarlos también en el ocio. Pensamos que a la mayoría de edad se acaba el ocio, pero ellos necesitan también poder salir”, añade.

Su discapacidad no les separa, sino que les une. Entre ellos no hay diferencias. Aprender, pasárselo bien, reír y poder trabajar. Se animan y se apoyan. A veces la diferencia es la esencia de lo igual. Sentirse libre sin estigmatización.