¿Eres un genio?

Es habitual en Facebook encontrar llamativos enlaces con títulos que hacen referencia a la probable genialidad del internauta. Normalmente suelen utilizar a modo de gancho frases como: «Solo los genios pueden hacerlo», mostrando abajo una serie numérica o unas sencillas multiplicaciones. Encontrar la respuesta a esos enigmas no suele costarle a un cerebro medio más de 20 segundos, por lo que el aspirante a genio termina creyéndose poseedor de una inteligencia descomunal.

El problema, claro está, es que la respuesta correcta ha sido también dada por una larga hilera vertical de usuarios, pero el orgullo es más ciego que la justicia y nuestro cerebro no procesa la evidencia de esos otros talentos en nuestro muro.

Es obvio que las páginas que inventan esos sencillos acertijos juegan con nuestra vanidad para hacernos entrar en ellas. No voy a juzgar ese truco, pero sí al menos pretendo dar ideas para que el título que los encabeza sea rigurosamente cierto.

Propongo que los problemas que se plantean para que los solucionemos sean, efectivamente, solo para genios. De este modo evitaremos falsas expectativas respecto a nuestras capacidades, porque no hay nada peor que ilusionarse y luego caer en la cuenta de que somos más bien del montón.

Brindo, pues, a estas páginas, la idea de poner en la parte derecha de una imagen las formulas de la relatividad general de Einstein, y a la izquierda las del modelo estándar de la mecánica cuántica. El título para el usuario de Facebook que vea esa foto podría ser: «¿Eres capaz de hacer compatibles las ecuaciones de la derecha con las de la izquierda?». Y, por supuesto, no debe faltar el gancho habitual: «Solo los genios pueden hacerlo».

Ese sí que sería un titular adecuado y riguroso. Si algún internauta se atreve a entrar y logra fusionar ambos conjuntos de expresiones matemáticas, habrá dado con la solución que, sin éxito, intentan encontrar los físicos teóricos desde hace décadas.

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La unión entre relatividad y mecánica cuántica puede ser una posibilidad, pero hay muchas más. Otra sería colocar un dibujo de la galaxia de Andrómeda con puntitos dibujados que representen, de modo alegórico, la misteriosa materia oscura que mayoritariamente puebla nuestro cosmos. Sobre el dibujo podríamos leer: «¿Sabrías decir qué diablos es esto? Solamente los genios pueden responderlo». Se trataría de esperar a ver si algún usuario da con la respuesta y así saber de una vez por todas qué es esa extraña materia que ejerce fuerza gravitatoria pero que no refleja la luz.

Las posibilidades, como ven, son muchas. También en el terreno de la política hay problemas que solamente pueden solucionar los genios verdaderos. «Dinos cómo evitar el aparentemente inevitable populismo inmerso en toda democracia. Solo los genios pueden lograrlo». Y así con muchos otros problemas que se nos ocurran.

De verdad, hagamos algo con esos tontísimos acertijos que pueblan nuestros muros. Intentemos convertirlos en algo útil. Planteemos problemas de verdad, los que realmente necesitan una solución urgente, aquellos que solo los genios pueden resolver. Nuestra autoestima sufrirá bastante, recibiremos duros golpes en nuestra vanidad, pero el mundo necesita genios, no orgullosos internautas.