'Tech transfer', la carta a jugar

La transformación del conocimiento científico en valor de mercado presenta en España unos niveles 'discretos'

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Montserrat Baldomà

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España tiene una gran oportunidad de crecimiento en innovación y tecnología si consigue mejorar su ‘tech transfer’, una actividad que muestra un comportamiento "más bien discreto" en la última década, según constata un estudio de The Collider, el programa de innovación de la Mobile World Capital Barcelona. Pese a ocupar posiciones de liderazgo en producción científica (puesto número 12 en el ránking mundial), tener en Barcelona y Madrid dos potentes ecosistemas emprendedores y ser un polo de atracción de talento, España tiene grandes dificultades para transformar el conocimiento científico en valor de mercado.

La evolución de los indicadores de investigación científica y desarrollo tecnológico constatan que, pese a que la economía española encadena cuatro años al alza, esta recuperación aún no se ha trasladado a la I+D. El gasto en esta partida ha crecido, pero su peso sobre el PIB "avanza muy lentamente", concluye el informe. La inversión en I+D en España en el 2017 (últimos datos disponibles) se situó en 14.063,4 millones de euros, con un aumento del 6% sobre el año anterior. Pese al avance, España no ha conseguido recuperar las crifras del 2008, cuando la inversión superó los 14.701 millones.

Diferencia con otros países

El peso de la inversión en I+D sobre el PIB fue en España del 1,21%, muy por debajo del 2% que la UE marca para España para el 2020 y a gran distancia de los líderes europeos: Suecia (3,33%), Dinamarca (3,06%) y Alemania (3,02%). La clasificación mundial está encabezada por Corea (4,55%) e Israel (4,54%).

La empresa es un motor de la innovación. Más de la mitad del gasto en I+D en el 2017 fue ejecutado por la empresa privada. Sin embargo, solo el 5,5% de las 10.179 corporaciones que destinaron parte de su presupuesto a I+D eligieron universidades y otros centros de enseñanza superior como proveedor, lo que demuestra que la relación entre el tejido industrial y su sistema científico y técnico se encuentra en "una fase aún inicial", según The Collider.

Caminos de mejora

Puesto que la transferencia tecnológica es fuente de oportunidades económicas y sociales, The Collider sugiere algunas medidas para que España apruebe por fin esta asignatura. Desde avanzar hacia una colaboración real entre universidad y empresa a un incremento del apoyo de la Administración Pública para favorecer la innovación y la investigación con medidas estables y más incentivos fiscales, pasando por el impulso de la actividad emprendedora en la universidad y centros tecnológicos y la creación de equipos mixtos que combinen científicos, emprendedores y corporaciones.

Cuatro sectores para el éxito

El informe de The Collider identifica cuatro sectores claves en los que una buena estrategia de transferencia de tecnología sería un catalizador de disrupción e innovación para las empresas. Estas cuatro áreas son salud y bienestar, 'utilities' (servicios), movilidad e industria 4.0. "Tenemos la oportunidad de ser líderes en estos sectores porque tenemos grandes fortalezas que otros no tienen, como la excelencia científica y grandes clústers de start-ups. Hay que aprovechar esta ventaja competitiva y conseguir transformar todo el conocimiento que generamos en valor de mercado", afirmó  Òscar Sala, director de The Collider, en la presentación del estudio.