Estrella tuneada

Christina Aguilera se sincera sobre sus retoques estéticos

“Cuando estoy en el escenario, la autenticidad en mi rostro es lo primero. Tengo una cara muy expresiva, y cuando canto, la emoción tiene que traspasar. No tengo tiempo para tener una cara estoica y quieta”, señala

Christina Aguilera.

Christina Aguilera. / AGUSTÍN CATALÁN

Mireya Roca

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Christina Aguilera ha hablado sin tapujos sobre los tratamientos faciales que lleva a cabo para mantener un lozano y rejuvenecido rostro.

La diva del pop, de 42 años, se une a Gwyneth Paltrow, Julia Fox y Joe Jonas como la nueva embajadora de Merz Aesthetics y Xeomin, un inyectable que se usa para tratar las líneas de expresión entre las cejas, el contorno de ojos y la frente, similar al bótox.

“Creo que es genial compartir, ser honesta y abierta sobre lo que te estás haciendo", ha declarado la cantante de 'Beautiful' a 'Allure Magazine'. "Siempre he sido un libro bastante abierto sobre abrazar mi cuerpo, mi apariencia y cosas así”, reconoce y hace la siguiente reflexión: "Creo no hay nada de malo en contar con un poco de ayuda. ¿Por qué no?".

La ganadora del Grammy ha revelado que consultó a sus médicos antes de probar Xeomin, y que le preocupaba que el tratamiento antiarrugas pudiera inhibir su capacidad para conectarse con los fans. “Cuando estoy en el escenario, la autenticidad en mi rostro es lo primero. Tengo una cara muy expresiva, y cuando canto, la emoción tiene que traspasar. No tengo tiempo para tener una cara estoica y quieta”, confiesa. “Para mí, se trata de llevar esa realidad al escenario y a mi vida diaria mientras sigo haciendo lo que puedo para sentirme y lucir lo mejor posible”, señala.

Lo cierto es que desde la portada de su álbum 'Stripped' en 'topless' hasta hoy, Aguilera apenas parece haber envejecido, pero como afirmó recientemente a 'People', ella no está tratando de dar marcha atrás al reloj.

“Ver el envejecimiento como algo negativo es un enfoque de la vieja escuela”, opina la artista. “Me he visto pasar por diferentes etapas de mi vida y quejarme de ciertas cosas. A medida que envejezco, miro hacia atrás y pienso: "Dios, cada etapa es una nueva era". Realmente me gusta sentirme más segura de mí misma a medida que envejezco. Eso es lo que hay que abrazar de verdad. Es dañino cuando [el envejecimiento] se convierte en una obsesión", sostiene.

La cantante considera que "todos tenemos una perspectiva diferente sobre cómo queremos envejecer. Es una conversación muy personal: lo que funciona para algunas personas puede no funcionar para otras”, concluye.