Ahorro de agua

Estas son las medidas que activa Barcelona para luchar contra la sequía

El Ayuntamiento utiliza únicamente aguas freáticas para el riego y la limpieza del espacio público

Se limita el consumo de agua potable a la ciudadanía, servicios públicos y empresas a 200 litros por habitante y día

Punto de suministro de agua subterránea para los vehículos de limpieza municipal de la ciudad de Barcelona.

Punto de suministro de agua subterránea para los vehículos de limpieza municipal de la ciudad de Barcelona.

Alba Mármol Arnan

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En los últimos meses, la lluvia ha mojado el pavimento de las calles barcelonesas en contadas ocasiones. Por ello, el nivel del agua en los embalses se encuentra por debajo de la media y la sequía es una de las mayores preocupaciones actuales de las autoridades. Sin embargo, ante esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona sigue siendo un referente en las medidas de ahorro de agua adoptadas, que no solo hacen frente a la situación actual, sino que también cuentan con visión de futuro

La capital catalana se encuentra en el ámbito biogeográfico mediterráneo, donde, debido a las lluvias irregulares y las épocas periódicas de sequía, los recursos hídricos son un bien muy preciado. Por este motivo, tal y como afirma Cristina Vila, directora general de Barcelona Ciclo del Agua (BCASA), “hace muchos años que Barcelona trabaja en reducir su consumo de agua potable, a pesar de no estar en sequía; en 20 años el consumo de agua potable de la ciudad se ha reducido en un 20%”.

“En 20 años el consumo de agua potable de la ciudad se ha reducido en un 20%”

— Cristina Vila, directora general de Barcelona Ciclo del Agua (BCASA)

Protocolos de actuación

En 2016, la Generalitat de Catalunya elaboró el Plan especial de actuación en situaciones de alerta y sequía, que se aprobó definitivamente el 8 de enero de 2020 con el objetivo de protocolizar y mejorar los decretos de sequía de los años anteriores. De acuerdo con él, los municipios con una población igual o superior a 20.000 habitantes debían desarrollar un plan de emergencia para situaciones de sequía destinado a los usos urbanos. Así, en 2018, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó el Protocolo para situaciones de sequía, que define medidas preventivas para lograr una gestión del agua más eficiente y concienciar a la ciudadanía, así como el modelo de actuación dividido en fases (prealerta, alerta, excepcionalidad, emergencia I, emergencia II, emergencia III y recuperación) que los servicios municipales deben llevar a cabo en contextos de sequía.

A lo largo de este siglo, el sistema de abastecimiento de agua de los ríos Ter y Llobregat a la ciudad de Barcelona ha experimentado medidas excepcionales en tres ocasiones, con restricciones y cortes en el suministro en algunos usos específicos para garantizar la disponibilidad de agua para el consumo humano. En noviembre de 2022, la situación de sequía llevó a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a declarar el estado de alerta y, más de un año más tarde, en febrero de 2023, llegó a la excepcionalidad en los embalses que proporcionan el agua a la ciudad: Sau, Susqueda, Baells, Sant Ponç y Llosa del Cavall.

Cooperación ante la sequía

BCASA es la sociedad municipal que gestiona el ciclo integral del agua en la ciudad, asume la dirección técnica del Protocolo de sequía y se encarga de alertar y activar las fases, así como coordinar las actuaciones que deben llevar a cabo los diferentes actores municipales. En la misma línea, en noviembre de 2023 el Ayuntamiento de Barcelona impulsó la creación de un grupo de trabajo sobre la sequía con la participación de todas las administraciones y agentes implicados en la cuestión, como la AMB, la ACA, la delegación del Gobierno en Catalunya y los operadores de Aguas Ter-Llobregat y Aguas de Barcelona, para estar informados de la evolución de la situación, y conocer y participar en la toma de decisiones. 

Cambio de fase

En la actualidad, con la disminución progresiva de los niveles de los embalses, Barcelona se encuentra en fase de emergencia nivel 1, que implica varias acciones para reducir el consumo de agua de la ciudadanía, las empresas y los servicios municipales. Estas medidas de eficiencia pueden suponer hasta un ahorro de 240.000 m3 mensuales de agua y una reducción del consumo de todos los servicios de hasta un 97%. Aun así, la directora general de BCASA asegura que, según sus previsiones, si se sigue con la situación actual de no-lluvia o, incluso, de lluvia inferior a la que es habitual, en los meses de abril o mayo se llegaría al nivel II y al nivel III en junio.

Estas medidas pueden suponer hasta un ahorro de 240.000 m3 mensuales de agua

Sin cortes en los hogares

Hace más de 20 años Barcelona apostó por el agua subterránea como recurso alternativo a la potable, destinando más de 20 millones de euros en desarrollar esta red de suministro para los servicios municipales. Este trabajo llevado a cabo durante tantos años ha hecho que la situación actual de emergencia 1 todavía no afecte al consumo de los hogares. Además, en el marco del Pla Endreça, se invertirán 14,4 millones de euros en la ampliación de la red de agua freática y en la mejora de las infraestructuras de riegue. Este protocolo también prevé que los grandes consumidores de agua elaboren un plan de uso eficiente de agua. 

Consumo doméstico de agua por litros

Consumo doméstico de agua por litros / Ajuntament de Barcelona

“Tenemos que ser muy estrictos en la aplicación de las restricciones establecidas e incluso valorar individualmente si se puede ahorrar agua potable en nuestro día a día, aunque no sea una restricción de obligado cumplimiento”, advierte Vila. En caso de que el consumo de agua de la ciudad sea superior al que determina la ACA, se procedería a activar la bajada paulatina de presión en el agua. En este caso, los ciudadanos y ciudadanas podrían notar que, en momentos de máxima demanda, les saliese el agua con menos presión de lo habitual en función de la altura de su vivienda. “Tenemos el reto de que en la fase de emergencia II no tengamos que activar el plan de contingencia de la red de suministro”, dice Vila. “Estamos en el buen camino y tenemos que consolidar esta tendencia; cada gota de agua cuenta y el reto es colectivo”, agrega.

Medidas de ahorro de los servicios municipales

Medidas de ahorro de los servicios municipales / Ajuntament de Barcelona

Logro de los objetivos

Desde la entrada en la fase de excepcionalidad los servicios urbanos han ahorrado un 51% de agua potable respecto a lo que se consume en una situación de normalidad. Además, las cifras de diciembre publicadas por la ACA muestran una tendencia de consumo por habitante a la baja respecto al mismo mes del año anterior. “Vamos por el buen camino y no nos podemos relajar. Es muy importante la concienciación de todos los sectores, de las entidades públicas y del Ayuntamiento de Barcelona”, concluye Vila. 

Consejos para un consumo responsable

  1. Cerrar los grifos cuando no se utilizan (un grifo abierto derrama 10 litros cada minuto).
  2. Incorporar dispositivos reductores del caudal (pueden llegar a reducir hasta un 50% del consumo de agua).
  3. No descongelar los alimentos en el grifo y hacerlo con tiempo o en el microondas.
  4. Ducharse en lugar de bañarse y aprovechar el agua que sale mientras se espera a que salga caliente.
  5. Reparar los grifos y las cisternas de los inodoros que pierdan agua.
  6. Instalar cisternas de váter de doble carga.
  7. No utilizar el váter como papelera.
  8. Poner la lavadora y el lavavajillas con la capacidad completa y utilizar programas de ahorro.
  9. No utilizar la manguera para limpiar vehículos.
  10. Regar el césped o las plantas a primera hora de la mañana o por la tarde-noche, para evitar la evaporación del agua.