Treinta escuelas de Barcelona recibirán asesoramiento para ofrecer menús más sanos y sostenibles

Alumnado en el comedor

Alumnado en el comedor

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Treinta escuelas de Barcelona se suman durante este curso al programa 'Comedores escolares más sanos y sostenibles', para garantizar unas dietas saludables y con productos de proximidad para los niños que comen en el comedor. Este programa arrancó en el 2020 como prueba piloto en seis escuelas de la capital catalana.

La prueba piloto en seis centros educativos de la ciudad ha servido para corregir una tendencia que se había detectado en la mayoría de centros educativos: en general, ninguna escuela cumplía la frecuencia mensual recomendada de consumo de un máximo de seis raciones de carne y un mínimo de seis raciones de proteína vegetal en el segundo plato. Y casi siete de cada diez escuelas no ofrecía ninguna proteína vegetal como segundo plato.

Las treinta escuelas que se incorporan al proyecto 'Comedores escolares más sanos y sostenibles' recibirán el acompañamiento de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) para revisar y mejorar progresivamente los menús con más proteína vegetal y menos carne roja y procesada. Se prevé que el resto de los centros lo hagan durante el curso 2021-2022.

Esta es una de las medidas previstas en la Declaración de emergencia climática en la ciudad y forma parte de la agenda marcada en la designación de Barcelona, ​​este 2021, como capital mundial de la alimentación sostenible, a través de la cual pide fomentar políticas públicas dirigidas a construir un modelo alimentario más sano, más justo y más respetuoso con el medio ambiente.

Hábitos alimentarios en la infancia y adolescencia

Hay que recordar que las encuestas de la ASPB muestran que la alimentación de los niños y adolescentes se puede mejorar. El 78% de los niños de 3 y 4 años y el 42% de los adolescentes y jóvenes de 13 a 19 años comen carne tres o más veces a la semana, el cual se considera un consumo excesivo.

Además, el 43% de los niños de 8 y 9 años toman bollería y el 80% de los adolescentes toman refrescos por encima de la frecuencia recomendada, más de tres veces al mes; y un 80% no come la cantidad de fruta y verdura recomendada, cinco piezas diarias.