INFANCIA CONCIENCIADA

Diez escuelas municipales de Barcelona serán refugios climáticos

Varios centros educativos de la ciudad instalarán elementos de agua y vegetación y rehabilitarán sus edificios, para reducir el impacto de las altas temperaturas provocadas por el cambio climático

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Los refugios climáticos son espacios preparados para reducir el impacto del calentamiento global, especialmente el aumento de las temperaturas. Según las previsiones, si no se aplican medidas para mitigar el cambio climático, en el año 2050 la temperatura subirá 2 ºC, un incremento que afecta especialmente a los colectivos más vulnerables, como la infancia y la tercera edad.

Por este motivo, la ciudad de Barcelona se prepara para abordar este desafío con proyectos como "Adaptación climática en las escuelas azul, verde y gris", una iniciativa municipal que ha recibido el reconocimiento y el apoyo económico de la Comisión Europea y que transformará algunos centros educativos públicos en refugios climáticos. 

El proyecto tiene un presupuesto de cinco millones de euros (cuatro de fondos europeos y uno de aportación municipal).

La propuesta se basa en aplicar varias mejoras en los equipamientos, identificadas con tres colores. El azul para la instalación de puntos de agua de diferentes características; el verde, para la incorporación de zonas de sombra y vegetación; y el gris, para las intervenciones en los edificios para mejorar el aislamiento térmico y la eficiencia energética.

Los centros escogidos

Las actuaciones se llevarán a cabo en diez escuelas, una en cada distrito, además de un undécimo centro, la Escuela Villa Olímpica, que es el centro impulsor del proyecto:

Las fases

Ahora que ya se han escogido las escuelas, comenzará la fase de concreción de la propuesta, la metodología y el calendario con la comunidad educativa. 

Esta fase implicará a todos los agentes impulsores del proyecto con el objetivo de crear una red de trabajo abierta y participativa. 

Los escolares también tendrán un papel importante a la hora de diseñar las soluciones climáticas y evaluar las acciones. 

Las previsiones son que a partir del mes de septiembre comience el trabajo con el profesorado, y que durante el verano de 2020, aprovechando el periodo no lectivo, se apliquen las medidas acordadas. Con este calendario de trabajo, los refugios climáticos escolares estarían listos para abrir las puertas en el verano de 2021.