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Embiid, de querer jugar con Et’oo y citarse con Rihanna, a MVP de la NBA

Joel Embiid gana el MVP de la NBA

Joel Embiid gana el MVP de la NBA

Luis Mendiola

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Los Philadelphia 76ers escogieron a Joel Embiid (Yaundé, Camerún, 29 años) con el número 3 del ‘draft’ del 2014 y el propio jugador, con una confianza ciega en sus posibilidades, vaticinó que ganaría el MVP en un par de años.

Han tenido que pasar nueve temporadas para que el pívot de los Sixers, un portento físico de 2,13 de estatura y 120 kilos, de manos prodigiosas y un juego de pies en el que muchos han querido ver los movimientos del legendario Hakeem Olajuwon, se corone como el MVP de la NBA.

Entre medias, la vida para Embiid ha sido un largo y tortuoso camino, por culpa de las lesiones que lo tuvieron en el dique seco las dos primeras temporadas. En la de su debut, la 2014-15, una fractura por estrés, lo dejó en blanco. Y cuando parecía recuperarse, una nueva recaída, le obligó a pasar por el quirófano por culpa otra vez de su pie derecho, perdiéndose también la temporada 2015-16.

“Ha sido un largo viaje. Mucho trabajo duro. He pasado por mucho. No solo en el baloncesto. También en la vida. De dónde vengo. Lo que me costó llegar aquí. Es fantástico”, fueron las primeras declaraciones de Embiid tras conocer su elección como MVP en la cadena TNT.

El premio a Embiid, en cierta forma, concluye ‘The Process’ (El Proceso), el nombre que popularizaron los Philadelphia 76ers para explicar la reconstrucción de la franquicia y que acabó por asociarse, casi por completo, con la eclosión del jugador camerunés y su liderazgo en la competición. “Me siento como si yo fuera el proceso, como si todo a su alrededor tratara de mí”, confesó Embiid al poco de debutar en la Liga, con el peso sobre sus espaldas.

Tras andar ese camino, los Sixers se encuentran en las semifinales de la Conferencia Este, con una victoria de ventaja sobre los Celtics, pese a que el pívot camerunés, causó baja por unas molestias en la rodilla derecha, y no hay una fecha de vuelta clara. 

La elección de Embiid fue prácticamente unánime con 73 de los 100 votos emitidos. Superó al serbio Nikola Jokic, de los Nuggets, el ganador de las dos últimas ediciones, que recibió 15, y a Giannis Antetokunmpo, de los Milwaukee Bucks, que obtuvo 12.

Era casi incuestionable que el premio recalara en Embiid, que seguramente vive el mejor momento de su carrera. No solo ha sido el máximo anotador de la NBA por segundo años consecutivo, con una media de 33,1 puntos por encuentro, sino que fue el jugador que más tiros anotó, además de ser Top ten en rebotes (10,2) y tapones (1,7) y situarse en el top 50 de asistencias (4,2).

Ataque e intimidación

El impacto de Embiid no descansa solo en ataque, aunque su producción,con algunas actuaciones prodigiosas como los 52 puntos que anotó frente a los Celtics al final de la temporada regular, solo la habían igualado en los últimos treinta años Kobe Bryant, James Harden y Allen Iverson.

Su trabajo en defensa y su intimidación cerca del aro definen el perfil de un jugador completo, una mutación obligada por la metamorfosis del juego, en el que se han ido extinguiendo los pívots puros y los encuentros se convierten en duelos de tiradores desde la larga distancia.

En sus primeros pasos en el deporte, este hijo de un jefe militar en Camerún quería ser jugador de fútbol. Sus sueños eran jugar en la selección al lado de Samuel Etoo. Y, desde sus inicios, se confesó un seguidor del Real Madrid, como ha dejado ver en varias ocasiones a través de las redes sociales. Su estatura acabó por apartarlo de esa idea.

Empezar con 16 años

También parecía hecho para el voleibol, que era otra puerta para abrirse paso en Europa, aprovechándose de su envergadura. Pero a los 15 años, su figura en un campus en Camerún no pasó desapercebida y Embiid recibió una invitación para viajar a Estados Unidos y jugar en un instituto de Florida, a donde acabó por enraizar, y destacar a partir de su segundo año en Gainsville, aunque apenas llevaba tres meses dedicándose al baloncesto.

“Quiero que la gente se acuerde de que todo es posible. Empecé a jugar con 16 años y es complicado. Tomó mucho trabajo y mucha suerte. Todo es posible. Hay que tener fe”, cuenta.

Su paso por la universidad en Kansas, donde coincidió con Andrew Wiggins, el actual jugador de los Warriors, que fue el número uno en el 'draft' del 2014, acabó por disparar la creencia de que podría ser un jugador diferencial, como está demostrando, por fin, en los Sixers que aspiran a que 'El Proceso' acabe bien, al lado de James Harden, Tyrese Maxey o Tobias Harris.

Bailongo y divertido en el vestuario (más allá de su conflicto con Ben Simmons, que acabó por forzar la salida del base), activo y locuaz en las redes, a través de las cuales trató de buscar en varias ocasiones una cita con Rihanna, que no consiguió, Embiid quiere reinar no solo en la NBA, sino también en  los próximos Juegos Olímpicos de París.

A finales de junio del 2022 obtuvo el pasaporte francés y deslizó la posibilidad de competir con Francia, pese que no tiene ninguna vinculación especial con el país, ni ha residido nunca. También le tienta la posibilidad de hacerlo con EEUU, ya que cuenta con esta nacionalidad, y con la camerunesa. Sea como sea, lo que es seguro, es que Embiid dará que hablar. 

Embiid recibirá el premio que lleva el nombre de Michael Jordan, cinco veces MVP y seis veces campeón de la NBA con los Chicago Bulls en los años 90 y se convierte en el quinto jugador de los Sixers en lograrlo tras Wilt Chamberlain (1966, 1967 y 1968), Julius Erving (1981), Moses Malone (1983) y Allen Iverson (2001).

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