Diagnóstico confirmado

Ricky Rubio se rompe y dice adiós a la temporada en su mejor momento

a resonancia confirma la grave lesión de rodilla del base de los Cavaliers, que estará de baja entre siete y nueve meses

Ricky Rubio, de los Cleveland Cavaliers, en un partido

Ricky Rubio, de los Cleveland Cavaliers, en un partido / EFE / DAVID MAXWELL

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Estaba firmando uno de sus mejores partidos en la NBA. Estaba Ricky Rubio a punto de alcanzar el triple doble. Sumaba 27 puntos, 13 rebotes (su récord personal) y nueve asistencias, además de dos robos de balón y otros dos tapones que certificaban su solvencia defensiva. Estaba Ricky disfrutando con los Cavaliers en el duelo contra los Pelicans de Nueva Orleans cuando inició una entrada a canasta y se resbaló.

Caía lesionado en la rodilla izquierda, la misma que se operó en el 2012. Caía, de repente, cuando estaba gozando de su mejor momento en la NBA provocando una sensación inmensa de vacío en su franquicia. Perdieron los Cavaliers (108-104), pero la mayor derrota fue ver abandonar a Ricky la pista, escoltado por sus compañeros sin poder siquiera pisar el párquet.

Horas más tarde, se confirmaba el peor diagnóstico posible. Sufre Ricky una rotura del ligamento cruzado anterior de esa rodilla izquierda, se pierde lo que resta de temporada y deberá pasar por el quirófano.

Se hacía público a través de un comunicado emitido por los Cavaliers en su cuenta de Twitter certificando así que todos los temores que provocó ese resbalón se habían, desgraciadamente, confirmado. Y luego, horas después, el propio Ricky explicó sus claves tras la grave lesión compartiendo un mensaje en Instagram. "Los caminos difíciles siempre llevan a destinos hermosos".

Seis meses de baja, mínimo

Entonces estuvo Ricky nueve meses de baja por esa grave lesión cuando jugaba con Minnesota tras chocar con Kobe Bryant. Ahora, ese terrible diagnóstico que sufre en esa rodilla izquierda le hará estar, al menos, seis meses de baja.

De nuevo se asomaron los fantasmas para Ricky, que ya se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda hace nueve años. Ahora, llevaba 34 partidos con los Cavaliers donde había promediado 13,1 puntos, 6.6 asistencias y 4.1 rebotes, cifras que había superado en el duelo con los Pelicans hasta que se rompió.

Isaac Okoro y Kevin Love llevaban a hombros al base catalán, quien se agarró de inmediato esa rodilla izquierda nada más caer lesionado sobre la pista.  De momento, no hay un diagnóstico oficial de los Cavaliers, que habían dominado el partido con tanta claridad -tuvieron hasta 23 puntos de ventaja- que jamás imaginaron perderlo.

Y menos aún perder a Ricky cuando apenas quedaban 2.20 m para el final del encuentro. Un encuentro que no pudo acabar el base, quien dejó el párquet con evidentes gestos de dolor, temiéndose lo peor, provocando ya las primeras muestras de apoyo por parte incluso de Pau Gasol. "Muy pendiente del alcance de la lesión", escribía el ya exjugador de baloncesto, temiéndose también lo peor sobre el estado físico de su compañero y amigo.

Intuía Pau que ese alcance de la lesión iba a ser grave, pero se resistía a admitirlo. Aunque la confirmación de los Cavaliers indicaba el túnel en el que volvía a sumergirse Ricky, justo ahora que vivía su mejor momento como jugador.

Con 31 años, Ricky saboreaba uno de sus mejores cursos en la NBA siendo una pieza capital en la gran temporada de los Cavs a pesar de que había llegado como suplente, encargado de tutelar a Darius Garland, el base titular de 21 años.

Último año de contrato

Este año, además, queda Ricky como agente libre, dueño de su destino tras haber encontrado la felicidad en esta franquicia, que solo lo quería para este curso pero dispuesta parecía ahora a ofrecerle un contrato por un par de temporadas más. Llegó a Cleveland el pasado verano procedente de Minnesota.

"Es duro, muy duro para nosotros. Estamos devastados. Este grupo está muy unido y esto es como si un miembro de la familia cayera, así que hace daño", confesó Kevin Love, quien anotó 24 puntos (21 de ellos llegaron gracias a los siete triples que anotó tras 12 lanzamientos) y reflejó así la enorme preocupación que supuso la lesión de Ricky, que había recuperado la titularidad por la baja de Darius Garland a consecuencia de los protocolos del covid.

Fue el base de El Masnou el líder de los Cavaliers durante un inmaculado partido hasta que llegó la jugada fatal. Ya sin él en la cancha, su equipo perdió el encuentro que tenía ganado, perdiendo, además, para toda la temporada a Ricky.