Stefano Mancuso: "Creerse superior a un helecho es una estupidez"

Es (quizá) el mayor defensor de la inteligencia de las plantas. Y a la que puede –lo ha hecho esta semana en el CCCB, en una charla dentro de la exposición ‘Ciència fricció’– invita a los humanos a bajar del pedestal en el que se han situado muy ufanos. Autor de los libros ‘La nación de las plantas’ y ‘El futuro es vegetal’, el neurobiólogo Stefano Mancuso (Catanzaro, Italia, 1965) está enfrascado ahora en el estudio de la comunicación de los árboles, arbustos y hierbas.

-¿De qué hablan las plantas?

-Depende de lo parientes que sean. Entre plantas del mismo clan intercambian información sobre el terreno, los nutrientes, los patógenos y la temperatura. Con otras de la misma especie, dan algo menos de información, y con el resto de plantas, se alertan de un peligro y poco más.

-Vaya. ¿Cómo lo hacen?

-A través de las raíces y el intercambio de señales eléctricas y químicas.

-¿Tienen ‘conciencia’?

-Si por ‘conciencia’ entendemos la capacidad de percepción del propio cuerpo y del ambiente que te rodea, las plantas son maravillosamente conscientes. Un ejemplo: si dos plantas distintas -una más alta que la otra- están juntas, la baja crecerá de manera veloz para superar la sombra que proyecta la otra. No lo hace si es del clan. Eso es una cualidad de la conciencia. .

"Les da igual Mozart que AC/DC, lo que les gusta es la frecuencia de 200 hercios, que es la del agua que corre"

-¿Saben quién es Stefano Mancuso?

-[Ríe] Cuando al principio me acercaba a ellas en el laboratorio, emitían gran cantidad de señales eléctricas. Después de varias semanas, dejaron de hacerlo. ¡Me reconocían!

-¿Disfrutan de Mozart, por ejemplo?

-A las plantas les gustan las frecuencias de 200 hercios, que es la del rumor del agua que corre. Las raíces se dirigen al foco del sonido. En cambio, si les pones el rumor del insecto que mastica hojas, se activan todas las defensas. Pero la música no tiene interés para ellas. Les da igual Mozart que AC/DC.

-Si es como dice, los vegetarianos tienen un problema.

-Primero, es mejor comer plantas que animales que comen miles de kilos de plantas. Segundo: las plantas han evolucionado 'sabiendo' que serán comidas por los animales. Puedes cortarles el 80% y siguen vivas. No les importa..

"En casa, las plantas deben estar juntas, para poder comunicarse a través de la atmósfera"

-¿Tener una en un tiesto es como tener a un hombre en Guantánamo?

-Lo que, a mi juicio, es una crueldad es tener un bonsái. En casa, estén plantadas donde estén, deben permanecer juntas para poder comunicarse a través de la atmósfera.

-Total, ¿no hay motivos para creernos superiores?

-La idea de que el hombre es superior a una vaca o un helecho es estúpida. Si en la vida el objetivo es la supervivencia de la especie, el homo sapiens está aquí desde hace 300.000 años y la vida media del resto de los seres vivos es de 5 millones de años. ¿Quién es superior?

-El cerebro humano es bastante prodigioso, ¿no cree?

-Es un gran instrumento, pero a menudo lo empleamos como si fuera una desventaja evolutiva. No garantiza nuestra supervivencia. Quizá porque somos una especie aún joven.

"Wikipedia es un modelo de organización vegetal; Alcohólicos Anónimos, también"

-Usted propone incluso un modelo vegetal de democracia.

-Antes un dato: los animales representan el 0,3% de la vida, y las plantas, el 85,5%. Dicho esto, el modelo de organización animal está construido a nuestra imagen: un cerebro que gobierna el resto de órganos. Cuando un órgano falla, la organización colapsa. El de las plantas es descentralizado, no jerárquico. Un modelo vegetal, por ejemplo, es Wikipedia; otro, Alcohólicos Anónimos. Tienen autonomía de acción.

-¿Y cómo se traslada eso a la organización política?

-Dando autonomía a las ciudades, y una vez garantizada, tomar muchas de las decisiones por democracia directa. No se necesita un representante.

-¿Es 'comunista' la flora?

-Es anarquista. En un bosque, las plantas viven juntas, toman decisiones juntas, se sostienen unas con otras. Lo hacen porque es la manera más eficiente de garantizar la supervivencia.

-¿En una carta de los derechos de las plantas, qué artículos aparecerían?

-La Constitución de la Nación de las Plantas afirmaría que la soberanía pertenece a todos los seres vivientes, que está prohibido el uso de los recursos que no son renovables, que no se reconoce ninguna jerarquía y sí el derecho las migraciones.

-¿Aplica todo esto a su vida ordinaria?

-Las plantas han erradicado en mí la idea de ser mejor que cualquiera (excepto cuando juego a tenis). Respeto cualquier forma de vida. Y en todos los lugares donde soy el ‘capo’, no tomo decisiones. Se toman colectivamente.

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