Que no pare la música

Ovidi Montllor, 25 años después

El aniversario de la muerte del cantautor de Alcoi agita una vieja mala conciencia al tiempo que alienta conciertos de homenaje programados por el festival Barnasants

Ovidi Montllor, que falleció el 10 de marzo de 1995, en una actuación.

Ovidi Montllor, que falleció el 10 de marzo de 1995, en una actuación. / periodico

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cada vez que se acerca un aniversario redondo en torno a Ovidi Montllor, brotan en Catalunya los vestigios de una vieja mala conciencia: regresa aquella idea de que el país no trató bien al autor de ‘Homenatge a Teresa’ en su último tramo de vida, cuando dejó de grabar discos y se le cerraron tantas puertas, también las institucionales. Como si quisiéramos darle ahora todo aquello que entonces le regateamos, le dedicamos sentidos recordatorios y homenajes, y así volverá a ser a medida que se acerque el 10 de marzo, día en que hará 25 años que nos dejó.

En 1995, el festival Barnasants no existía todavía: nació al año siguiente, precisamente para realzar a una figura, la del cantautor, que la posmodernidad había querido mandar a la papelera de la historia. Así que, como si el mismo Ovidi le hubiera encomendado la misión de mantener encendida la llama, esta muestra inventada y dirigida por Pere Camps, diríamos que con la mano tendida y el puño cerrado, lleva 25 ediciones propagando la palabra de los trovadores. Este año lo hace rindiendo honores al hijo de Alcoi a través de varios conciertos, entre ellos el inaugural, el 24 de enero en las Cotxeres de Sants, a cargo del cuarteto Ovidi 25, integrado por las voces y las guitarras de Borja Penalba, David Fernàndez, David Caño y Mireia Vives. Recital que se ofrecerá también en Centelles, Castelldefels, Girona, Vilafranca del Penedès, Balaguer y Manacor, en Mallorca.

Precisamente fue Fernàndez, el exdiputado de la CUP, entusiasta conocedor de la obra de Montllor, quien en el 2006 se situó, con el Ateneu La Torna, de Gràcia, en la cocina de un concierto, ‘L’Ovidi se’n va a Palau’, que llenó las butacas del templo modernista de un público veinteañero con artistas de varias generaciones, desde el indispensable Toti Soler hasta los entonces mozos Obrint Pas y Feliu Ventura. Fue revelador, y determinante, observar cómo la estela de vida transmitida por canciones como ‘Perquè vull’, ‘La fera ferotge’ y ‘La samarreta’, la memoria sórdida de la posguerra y la luz sensual de Estellés, atrapaban a asistentes demasiado jóvenes para ver en todo ello algo casposo.

Todo lo contrario: Ovidi se alzaba como leyenda indomable, de una pureza romántica. “No ens alimenten molles, ja volem el pa sencer”. ¿Les suena? En 1996, sería una leyenda excéntrica, olvidada por los mayores y desconocida para los más modernos del lugar. Una década después, esa nueva generación se la hacía suya. Aquella noche, inmortalizada en disco y DVD, con jóvenes fascinados por Ovidi reconociéndose unos a otros quizá por primera vez, ocurrió algo que en los siguientes años confluiría con una expresión política. A veces, así suceden las cosas.

Y bien, es ahora Barnasants el que vuelve a Ovidi Montllor y despliega otros conciertos en los que resonará su palabra: los de su alto cómplice Toti Soler con Gemma Humet, el espectáculo de tributo 'Va d’Ovidi', y los recitales de Glòria Julià y Maria del Mar Bonet con la Big Band Begues, estos dos últimos compartiendo repertorio con el de otra figura de la ‘cançó’ que nos dejó en el mismo año 1995, el mallorquín Guillem d’Efak. Nueva ocasión, benditos sean los calendarios y el culto a las efemérides, para recuperar las canciones de Ovidi, si bien sería bueno que los homenajes no comenzaran y terminaran en sí mismos. Quizá la mejor manera de rendir tributo a un artista sea no limitar las atenciones a ese mismo artista.

Porque ahí siguen contemporáneos del oficio como la misma Bonet y Quico Pi de la Serra, que deben soportar preguntas torpes (“¿todavía cantan?”) por parte, a veces, de los mismos que se escandalizan ante aquel viejo olvido colectivo hacia Ovidi Montllor. Y detrás de ellos, oleadas de voces frescas y de talentos a punto de perecer ahogados por el ruido del mundo y la indiferencia. Sí, cuidemos de nuestros artistas, de los muertos y, más todavía, de los vivos mientras estemos a tiempo.

Guillem d'Efak, el otro cumpleaños

El otro 25º aniversario relativo a la ‘cançó’ en este 2020 apunta al cantante y compositor Guillem d’Efak, fallecido el 15 de febrero de 1995. Una figura esta más olvidada de Ovidi Montllor pese a su sustanciosa obra, registrada sobre todo en los años 60 y que cruzó repertorios de canción popular mallorquina con jazz, blues y géneros latinos como el bolero en piezas como ‘Dissabte’, ‘Blues en sol’ o ‘Tant com te cerc’. El festival Barnasants se acuerda de él con conciertos como el que ofrecerá el cantante y guitarrista, también mallorquín, Marcel Pich el 20 de marzo en el Harlem Jazz Club.