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La República Dominicana construye una valla como la de Melilla con participación española

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Juan José Fernández

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El decreto gubernamental dominicano 276/21 clasificó como “Información Reservada” y “Asunto de Seguridad Nacional” todo lo relativo a la Licitación 2022-23. Y esos guarismos y expresiones son las claves burocráticas con que se guarda la contrata para la construcción de una valla fronteriza que separe a la República Dominicana de su vecino, Haití, cuya torturada población se hunde en la pobreza y la violencia.

La información sobre la obra está compartimentada. Saber todo lo concerniente a lo que en la jerga oficial dominicana llaman “verja perimetral inteligente” está al alcance de pocas personas: el presidente de la república, Luis Abinader, algunos de sus asesores -incluidos españoles-, el ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, el general de Brigada Antonio Núñez, el abogado Alfredo Yeger, coroneles y otros oficiales de la fuerza militar que patrulla con boogies, motos y 4x4 los tramos ya realizados… y también una empresa española que actúa como suministradora.

Dos imágenes de vídeos promocionales del gobierno dominicano sobre la valla fronteriza con Haití y las patrullas militares.

Dos imágenes de vídeos promocionales del gobierno dominicano sobre la valla fronteriza con Haití y las patrullas militares. / Presidencia República Dominicana

Un gran secretismo ha rodeado el proceso administrativo de una de las principales obras públicas de la etapa Abinader, la promesa electoral que el presidente y candidato vende como cumplida en esta campaña para las elecciones del este domingo 19. Pero ha trascendido tras la adjudicación que un consorcio de dos firmas locales de “ingeniería de construcción”, Compreica y Obinsa, son las ejecutoras principales de la obra, con un presupuesto de 2.000 millones de pesos dominicanos (32 millones de euros) en su primera fase, y cerca de 300 millones de euros en su totalidad.

En torno a las dos ingenierías dominicanas orbitan en la contrata otras empresas con un papel subsidiario, y entre esas podría encuadrarse la española Escribano Mechanical Engineering SL, si no fuera porque algunos productos de esta empresa no tienen nada de subsidiario y sí de fundamental.

Ojos especiales

La valla fronteriza dominicana es la segunda que separa países en América, después de la que inició Donald Trump en la raya de Estados Unidos con México. Hay otras 58 líneas fronterizas amuralladas en el planeta, desde taludes artillados de arena en el antiguo Sáhara Español hasta la muralla de listones de acero de Grecia con Turquía, el muro de hormigón de Gaza o el de alambre electrificado de Corea... pero solo diez serían comparables a la dominicana.

Y entre sus precedentes más parecidos, salvando las distancias, está la verja de Melilla. Esas diferencias lo son tanto en altura como en volumen de la obra. En el caso dominicano, se trata de 391,6 kilómetros de longitud por 3,90 metros de altura, con una cofia de afilada concertina, y de 161 kilómetros de carretera de doble vía para las patrullas militares.

El trazado, que se ha hecho sin consulta previa a Haití y que aún dista de verse concluido, cruza cinco provincias dominicanas por donde señalan 311 mojones, o “pirámides”. Se distribuyen en el recorrido unas puertas en las que el ejército dominicano puede filtrar a la multitud haitiana que a diario trata de pasar a Santo Domingo. Hay 74 torres de vigilancia previstas entre tramos de muro de hormigón y alambre.

Pero lo que hermana más a esta verja con la de Melilla son los ojos. El ejército dominicano ha comprado en España el sistema electro-óptico OTEO-S. Lo proporciona Escribano, firma que de taller de reparación de blindados ha devenido en una de las principales empresas de armamento y seguridad de la industria española de Defensa., Escribano también equipa con esos visores a las patrullas fronterizas de la Guardia Civil para su Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE).

El sistema OTEO-S incorpora cámaras térmicas, GPS, telémetro láser, un software de gestión… todo cargable en coches patrulla y combinable con lo que capte una escuadrilla de pequeños drones de vigilancia. Cada pack cuesta 450.000 euros en Europa, según fuentes del sector.

“Defiendan la frontera”

No es la única hebra española presente en la obra. Enviados del Ministerio de Defensa dominicano buscaron en España el año pasado, aprovechando el estrechamiento de relaciones entre ambos países, contratar asesoramiento y validaciones técnicas para la valla, con una oferta económica formulada desde Santo Domingo.

Una fuerte hostilidad xenófoba contra la inmigración anida en el electorado dominicano

Una fuerte hostilidad xenófoba contra la inmigración anida en el electorado dominicano / Movimiento Marcha Patriótica RD

Se trataba de conratar aval para algunos elementos polémicos de la construcción. Pero en aquel país no entra en la polémica tanto el cable de concertina que corona el vallado -un método cada vez más proscrito por sus crueles efectos en quien osa enfrentarse a las cuchillas- como ciertos detalles más empresariales. Quizá que la adjudicataria Compreica SAS es propiedad de un ingeniero, Héctor Then, que lideró la plataforma “Constructores con Papá”. Ese papá no es Abinader, sino el padre político de su partido, el expresidente Hipólito Mejía.

Pero esos son lances de la política dominicana. Resultan más exportables los que tienen que ver con la xenofobia que impulsa el proyecto. Si Abinader puede pedir la reelección presumiendo de esta valla, y su gobierno emitir vídeos promocionales como si se tratara de una carretera o un hospital, es porque el electorado dominicano compra el producto. En 2022 y principios de 2023, según la violencia de las bandas se iba adueñando de Haití y expulsaba a la población desolada, entidades variadas -opositoras y no tanto- montaban las “Marchas Patrióticas RD” exigiendo el fin de la inmigración haitiana en territorio dominicano.

El asunto se ha convertido en una prioridad política en el país, un tema la que se habla sin refinamientos. Por ejemplo, contra las mujeres haitianas embarazadas que tratan de cruzar para dar un nuevo país a sus hijos. “No más invasión haitiana. No más partos aquí”, decía la pancarata principal de la Marcha Patriótica que el 3 de octubre de 2022 recorrió Santiago de los Caballeros, segunda ciudad del país. Convocante: el Instituto Duartiano, entidad nacionalista paragubernamental. O, como exigía el cartelón de una espontánea en la marcha principal, la de Santo Domingo, por esas fechas: “Defiendan la frontera, ¡coño!”.

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