Guerra en Gaza

La Universitat de Barcelona se suma a las protestas propalestinas con una acampada en su edificio histórico

Los estudiantes siguen el ejemplo de los campus americanos y piden al rectorado que termine relaciones con Israel

Las protestas propalestinas se extienden por las universidades de Francia y Reino Unido

Irene Benedicto

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El grito de "Free Palestine" --Palestina libre-- salta del campus de la Universidad de Columbia en Nueva York al patio del edificio histórico de la Universitat de Barcelona (UB), donde este lunes ha dado inicio una acampada en contra de la guerra de Gaza, inspirados por un movimiento estudiantil de calado internacional.

"En Estados Unidos han entendido muy bien que la complicidad de nuestros gobiernos y universidades es clave para perpetuar el genocidio", explica a EL PERIÓDICO Marc del Alcázar, investigador predoctoral de Física y uno de los organizadores de la protesta. Sin embargo, Del Alcázar espera que la ventaja para los estudiantes de Catalunya y el resto de España sea que "aquí la consciencia social es más elevada" y hay "un mayor consenso sobre que lo que está pasando en Gaza es un genocidio", añade el investigador, que por ese motivo espera que las escenas de represión vividas en los campus de EEUU no se repitan en Barcelona.

Las reivindicaciones de los manifestantes atañen al Gobierno, a la Generalitat y a las universidades, y piden a las instituciones que terminen toda relación diplomática, comercial y académica con Israel. Además, demandan un posicionamiento explícito contra las políticas del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, al que acusan de genocidio contra civiles, así como estudiantes y académicos israelís que se pronuncian contra la guerra.  

"Tengo la esperanza de que podamos interpelar al equipo rectoral, que hasta ahora ha mostrado una tibieza inadmisible", afirma a EL PERIÓDICO Marta Venceslao, profesora de Antropología en la Facultad de Educación de la UB. Además, justifica la petición de ruptura de relaciones con universidades israelíes por el apoyo al desarrollo tecnológico y armamentístico desde las facultades técnicas y por la construcción de la narrativa de los colonos israelíes de académicos de humanidades. 

Venceslao, que admite que les ha costado movilizar al profesorado debido a la "desafección política" que se extiende en toda la sociedad, afirma que los docentes se encuentran ahora "con todo el tesón posible para acompañar a los estudiantes en una iniciativa que es suya".

De Estados Unidos a Barcelona

La solidaridad de los estudiantes de Barcelona se extiende desde los gazatíes a los estudiantes estadounidenses que han sido expulsados por protestar contra la guerra, particularmente con la escalada de violencia que han vivido en la Universidad de California en Los Ángeles, algo que les parece inconcebible desde el punto de vista europeo.

"Universitat (y Generalitat), complicitat" o "Israel asesina, Europa patrocina" son algunos de los lemas que se gritan en catalán, castellano, inglés y árabe. A la protesta se han unido estudiantes de la Universitat Politécnica de Catalunya y de la Universitat Pompeu Fabra, todos bajo el paraguas del Comité Estudiantil en Solidaridad con el Pueblo Palestino. La protesta se ha iniciado en la sede del Raval de la UB y tras leer el manifiesto, ha marchado hacia el edificio histórico de plaza Universitat para iniciar la acampada en el patio del rectorado. La UB celebra el miércoles un claustro extraordinario donde profesores, trabajadores y estudiantes deberán debatir la posición de la universidad sobre estos temas, y en función de lo que salga de esa reunión se reevaluará la continuidad de la acampada.

En el claustro histórico de la UB proliferan los pañuelos palestinos negros y rojos y banderas palestinas ondean al son de los lemas proferidos por el megáfono. Dos estudiantes con hiyab, apenas cubriéndoles el pelo, corean las consignas con una mezcla de timidez y euforia. Llevan semanas viendo cómo jóvenes como ellas se concentran en los campus americanos. Estaban deseando que llegara su turno.

"Les hemos visto salir y protestar sabiendo que había consecuencias, y aun así no se callan y luchan por todos", explica Maisa, estudiante de Enfermería de la UB de 18 años y de origen marroquí. 

Con ella, su amiga Siham, de 23 años, que ha venido de Melilla a estudiar Medicina en la Pompeu Fabra, se muestra emocionada por que los estudiantes, primero americanos y ahora españoles, "se solidaricen con un pueblo reprimido al otro lado del mundo". "Espero que la universidad tenga la capacidad de entender y decida estar del lado bueno de la historia", concluye.