Fuego devastador

Un devastador incendio arrasa el histórico edificio de la Bolsa de Copenhague

El fuego, que se ha desatado cuando el edificio del siglo XVII se encontraba en obras, ha provocado el derrumbe de la aguja de su torre

Vídeo | Así se ha caído el pináculo de la antigua bolsa de Copenhague

La antigua Bolsa de Copenhague, uno de los edificios más emblemáticos de la capital danesa

El fuego devora la histórica Bolsa de Copenhague

El fuego devora la histórica Bolsa de Copenhague / Ida Marie Odgaard / EFE / VÍDEO: EUROPA PRESS

Agencias

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El histórico edificio de la antigua Bolsa de Copenhague, en la capital de Dinamarca, ha quedado devastado este martes por un incendio que ha afectado al tejado y ha provocado el derrumbe de la icónica aguja de su torre. Fueron necesarias más de siete horas intensos trabajos para controlar el incendio, que se desató sobre las 07.30 de la mañana. Pasadas las 16.00 comunicó por fin el jefe del operativo, Jakob Vedsted Andersen, en una comparecencia ante los medios, que el fuego estaba bajo control y que se seguía trabajando para la completa extinción de posibles focos. Unos 135 efectivos del cuerpo de bomberos participaban en el operativo.

Se desconoce el origen del incendio que afectó aproximadamente a la mitad del edificio renacentista, que estaba envuelto en andamios por unas obras de restauración iniciadas en 2022. El edificio fue la sede de la Bolsa hasta 1970 y actualmente albergaba la Cámara de Comercio. "Nuestra junta directiva está determinada a reconstruirlo", aseguró ante la televisión danesa DR el gerente de la Cámara, Brian Mikkelsen.

Los bomberos tuvieron que emplearse durante horas hasta poder dar por controlado el incendio. No se temía un derrumbe completo del edificio, pero sí había dudas sobre si se conseguiría salvar la fachada. Parte del techo se derrumbó.

La buena noticia en medio de la conmoción nacional era que no se han producido heridos, ya que los 10 trabajadores que se encontraban en su interior lograron salir por su propio pie.

La sombra de Notre Dame

"Es nuestro Notre Dame", afirmó el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, a través de la red social X, recogiendo el sentir general en medio de la desolación causada entre sus conciudadanos por una catástrofe que se produce casi exactamente cinco años después del desastre de la catedral parisina. El incendio provocó también entonces, el 15 de abril de 2019, el derrumbe de la torre del templo, comida por las llamas.

"Estamos ante una imagen triste. Una parte importante de nuestro patrimonio artístico y cultural está en llamas", apuntó el rey de Dinamarca, Federico X, a través de un comunicado. "Un pedazo de nuestra historia está en llamas, un edificio icónico, símbolo de 400 años de historia comercial y cultural de Dinamarca. Es un patrimonio irreemplazable", apuntó por su parte la primera ministra, Mette Frederiksen.

El Departamento de Bomberos de Copenhague había informado anteriormente en su cuenta en la red social X un despliegue "masivo" de efectivos en la zona. Desde primeras horas de la mañana empezaron a difundirse en redes sociales vídeos mostrando las llamas, así como una gran columna de humo en el edificio. Las autoridades cerraron toda el área en torno a la Bolsa.

Seña de identidad

Los paralelismos con lo ocurrido hace cinco años en el Notre Dame parisino eran múltiples. Como ocurrió en la catedral francesa, en la antigua sede de la Bolsa danesa, que fue el corazón financiero del Reino de Dinamarca, se realizaban trabajos de restauración. Estaba cerrada al público a causa de estas obras y tras salir al exterior los únicos 10 trabajadores que se encontraban en el edificio se dio por descartado que hubiera heridos.

La construcción del edificio empezó en 1619 y terminó en 1625, pero en el siglo XIX se restauró su fachada. Los trabajos actuales estaban destinados a retornarle su aspecto original, ya que en la restauración no se respetaron las reglas de la fidelidad histórica.

La antigua Bolsa acoge asimismo una importante colección artística, algunos de cuyos tesoros pudieron ser rescatados de las llamas, según medios daneses. También ahí hay ciertas similitudes con lo ocurrido con la catedral parisina, ya que los bomberos lograron salvar sus preciadas reliquias religiosas.

El edificio es una señal de identidad para Copenhague. Es vecino al palacio de Christianborg, la sede del Parlamento y donde tuvo lugar el pasado enero la abdicación de Margarita de Dinamarca en favor de su hijo Federico. Tanto una parte del palacio y sede parlamentaria como del Ministerio de Finanzas fueron acordonados y evacuados para facilitar las labores de los equipos de bomberos.

Actualmente el edificio, que dejó de ser sede de la Bolsa en 1970, se utilizaba para grandes eventos y ceremonias. La gran aguja de su torre, de 54 metros de altura, estaba abrazada por cuatro colas de dragón y era una de las imágenes más emblemáticas de la capital danesa.