Catar no ve "avances provechosos" en la búsqueda de una tregua

La mediación de Catar entre Israel y Hamás en busca de un alto el fuego en Gaza topa con la determinación de Israel de condicionarlo a una liberación de los rehenes en poder de la milicia palestina. Ni siquiera el diálogo directo entre el presidente israelí, Isaac Herzog, y el gobierno catarí ha logrado avances en la búsqueda de consensos. El propio Herzog confirmó en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) que había mantenido un encuentro bilateral en la capital bávara con el primer ministro catarí, Mohamed bin Abderraman Al Thani. “Ha sido un diálogo muy constructivo. Hay muy buena disposición por parte catarí y un muy buen conocimiento de la situación también”, afirmó Herzog, preguntado por esa cuestión en el foro muniqués, aunque sin concretar eventuales resultados.

El primer ministro catarí sí fue más explícito, al admitir en una intervención anterior que las negociaciones discurren “con dificultades“ y que no se están produciendo los progresos esperados“. El principal problema, prosiguió, es que por parte israelí se ha condicionado ese alto el fuego a la liberación de rehenes, algo que en su opinión “no debería ocurrir”.

Herzog, que a diferencia del primer ministro Benjamin Netanyahu no puede ser considerado un “halcón” o representante de la línea dura israelí, dejó claro en su comparecencia en Múnich hasta qué punto es determinante la situación de los rehenes apresados por Hamás el 7 de octubre. Se presentó acompañado de un grupo de familiares de estas víctimas, que portaban carteles con los rostros de sus allegados. Se apostaron en los laterales de la sala donde discurren las intervenciones, entre aplausos de los presentes, y mientras Herzog insistía una y otra vez en que tanto los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre como la situación actual de los rehenes es “un trauma nacional” para Israel. “El terrorismo hace difícil cualquier solución”, insistió Herzog. Es un terrorismo “orquestado desde Irán”, país que busca aniquilar Israel, prosiguió, para referirse a un “imperio del mal” con origen en Teherán.

Ucrania opaca el dolor de Gaza

Gaza era uno de los temas prioritarios de la presente MSC, aunque las intervenciones de los principales oradores, tanto el canciller Olaf Scholz como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg o la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, se centraron en el compromiso de mantener el apoyo a Ucrania. Algo en lo que hay pleno consenso entre los principales aliados occidentales.

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La Franja de Gaza y la devastación entre la población civil palestina es una cuestión incómoda tanto para el anfitrión alemán como para Washington, que contemplan con temor el creciente antisemitismo en sus sociedades. Se observa, sin embargo, cómo la solidaridad y el compromiso hacia Israel han empezado a dejar de ser ilimitados“ incluso entre estos aliados occidentales tan incondicionales, como son Estados Unidos y Alemania. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, insistió desde Múnich en la imperiosa necesidad de poner fin al círculo vicioso“ y avanzar hacia una fórmula de los dos estados, lo que implica que Israel reconozca a Palestina. En caso contrario, se repetirá una y otra vez el mismo círculo vicioso“, advirtió. Blinken ratificó asimismo que su país no respaldará una incursión militar israelí en Rafah si no hay un plan previo para garantizar la protección de los civiles.

Arrancarle críticas a Israel al canciller alemán, Olaf Scholz, no es tarea fácil. Alemania mantiene desde hace décadas la norma de la máxima cautela hacia las decisiones del gobierno israelí, por razones de responsabilidad histórica hacia las víctimas del Holocausto y sus descendientes. Preguntado por esa cuestión en Múnich, Scholz dejó claro de nuevo el compromiso de su país con el derecho de Israel a defenderse, pero también apremió al gobierno Netanyahu a respetar las reglas del derecho internacional humanitario.

El G7, grupo de las siete potencias mundiales, se pronunció asimismo al final de la reunión ministerial mantenida en los márgenes de la MSC a favor de un alto el fuego en Gaza para facilitar la liberación de los rehenes en poder de Hamás. El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, presentó en una comparecencia ante los medios este pronunciamiento, tras la reunión mantenida con sus colegas del G7 -EEUU, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia y Alemania, además de Italia, que ejerce la presidencia de turno del grupo-.

"Pedimos la suspensión inmediata de los combates, tanto para garantizar una liberación segura de los rehenes como para ayudar a la civiles palestinos“, enfatizó Tajani. La declaración del G7 es significativa, por estar integrados en el grupo varios de los aliados tradicionales de Israel.

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