Cuba: echan al ministro de Economía en vísperas de la suba del precio de los combustibles

Con su acostumbrado ascetismo, Granma, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), disimuló este sábado una vez más un desastre anunciado: la destitución de Alejandro Gil Fernández, nada menos que el viceprimer Ministro y ministro de Economía y Planificación. Gil Fernández, el rostro del ajuste económico que profundiza el malestar en la isla, ha sido "liberado" de sus "responsabilidades", un modo elegante de defenestrar que los cubanos conocen desde hace décadas. El fracaso de las tareas que le encomendaron a este ingeniero con experiencia portuaria, extrema lealtad al PCC, pero, según especialistas, una limitada visión de los problemas que tiene la economía de la mayor de las Antillas, terminó por decantar en su salida del círculo íntimo del presidente Miguel Díaz-Canel. Durante días, el propio mandatario había recorrido las principales ciudades de ese país para convencer a una atribulada población sobre la inevitabilidad de una serie de medias que en la región serían calificadas de neoliberales y, en Cuba, han sido presentadas como el inevitable remedio para curar a un socialismo exhausto. El "paquetazo", como se ha llamado en las calles, incluía subas en los precios de la luz, el gas, el agua, el transporte público y nuevos recortes a la cartilla de racionamiento. A su vez se ajustarían las plantillas estatales.

La destitución de Gil tuvo lugar pocas horas después de que el Gobierno postergara el incremento del precio de la gasolina en un 500%. El portal Cubadebate explicó que eso se debió a un ataque informático contra el sistema de comercialización provocado desde "el exterior". El alza no ha entrado en vigencia, pero el escenario interno se ha modificado drásticamente con los cambios en la conducción de la economía. En lugar del "compañero" Gil Fernández quedará como timonel de un barco a la deriva Joaquín Alonso Vázquez, de 60 años, quien presidía el Banco Central. Nadie sabe cuánto tiempo permanecerá en el cargo. La destitución es un deporte conocido en Cuba. De hecho el antecesor de Gil Fernández, Ricardo Cabrisas, cayó en desgracia cinco años atrás por razones análogas a la presente crisis.

Fracaso del "ordenamiento"

El ministro saliente cargó sobre sus espaldas el llamado "ordenamiento" de la economía, en plena pandemia. Tenía el mandato de terminar con el esquema de la doble moneda y liberar los precios. Se disparó una carrera inflacionaria sin precedentes, acompañada por el incremento del precio del dólar en el mercado negro. Las penurias no tardaron en expandirse. El punto de mayor combustión del malestar tuvo lugar durante el estallido social de 11 julio de 2021, una protesta sin precedentes desde que Fidel Castro tomó el poder en 1959. Lo ocurrido aquel verano supone un punto de inflexión en la historia reciente de Cuba. Las autoridades no han podido recomponer la situación económica ni atenuar un desencanto que se traduce en miles de migrantes. Cerca de 425.000 personas abandonaron la isla con destino a Estados Unidos en 2022 y 2023. El Gobierno atribuye la situación de colapso a las sanciones de Estados Unidos. "Más allá de insuficiencias o distorsiones en la aplicación del modelo, importantes aspectos ajenos a él se dejan fuera, o se les minimiza la importancia, tal es el caso de los perniciosos efectos generados por el recrudecimiento del bloqueo", dijo días atrás Granma.

Más allá de esos señalamientos recurrentes, los augurios de una mejora nunca se cumplieron, entre otras razones debido a que la industria turística nunca recuperó los niveles de actividad previos de la pandemia y tampoco han despegado las reformas que apuntaban a diversificar la economía otorgándole un papel más dinámico a la pequeña empresa privada. En este contexto se le había encomendado a Gil Fernández en setiembre pasado que comunicara a la sociedad las malas noticias sobre la escasez alimentaria y de medicamentos. Para colmo, a fin de 2023 tuvo que reconocer oficialmente una caída del PIB de dos puntos, pese a haber calculado una suba que iba a iniciar la senda de la recuperación La inflación del año pasado fue de 30%, un número que no parece corresponderse con la realidad en los mercados. Los inequívocos pesos de los números nunca hicieron dudar al ministro de que la hoja de ruta era la correcta. "La única salida es la revolución y el socialismo".

Figura criticada

Gil Fernández era objeto de mofas e invectivas en las redes sociales de un país con siete millones de teléfonos inteligentes que canalizan las frustraciones colectivas. Su caída tuvo el signo de la previsibilidad. Lo acompañó el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Santiago Sobrino Martínez, quien nunca pudo garantizar que los productos básicos llegaran a la mesa de los cubanos.

Los cambios en Economía coinciden con otro cuadro de zozobra por los cortes eléctricos en una tercera parte del territorio. La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) informó que los apagones afectan al 33,9% del país por averías, mantenimientos de las centrales eléctricas y limitaciones en el abastecimiento de combustible.

"Probablemente, dirán otra cosa oficialmente, pero dejando a un lado el aspecto individual de los cambios ministeriales, su probable efecto inmediato sería un frenazo al 'cronograma de implementación', al menos en febrero", dijo el economista Pedro Monreal, sobre la suerte del llamado paquetazo económico. "Reemplazar a dos de los tres ministros claves de un programa de 'estabilización macroeconómica' pudiera indicar algún tipo de 'incidente' (no cibernético) en el lapso entre el Consejo de Ministros (29/1/2024) y el aplazamiento del alza de precios de combustibles (31/1/2024)".