Resolución histórica del TJI

El tribunal de la ONU pide a Israel medidas para evitar el genocidio sin ordenar un alto el fuego

El tribunal de La Haya se juega su prestigio si elude ordenar el fin de la ofensiva militar israelí en Gaza

La denuncia de genocidio contra Israel: ¿puede el Tribunal Internacional de La Haya detener la guerra en Gaza?

DIRECTO | Última hora de la guerra en Gaza

La jueza Joan Donoghue abre la sesión en la Corte Internacional de Justicia.

La jueza Joan Donoghue abre la sesión en la Corte Internacional de Justicia. / AP/Patrick Post

Ernesto Ekaizer

Ernesto Ekaizer

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU ha exigido este viernes a Israel no seguir matando a los palestinos por el riesgo de genocidio, pero no conmina a detener la acción militar en curso. Sudáfrica obtiene medidas de urgencia, pero el Tribunal deja en manos de Israel la iniciativa de proteger la vida de los civiles en Gaza.

Quince miembros del Tribunal contra dos, uno de ellos el juez que Israel tenía derecho a nominar para el panel y el otro en representación de Uganda- describen en la orden vinculante aprobada, con base a los informes de diferentes organismos de Naciones Unidas, la destrucción devastadora del pueblo palestino, la inanición y el destrozo de las infraestructuras en Gaza.

Quedó claro la orientación del tribunal al describir las prácticas genocidas cuando la jueza norteamericana Joan Donoghue, presidenta -que será renovada el próximo 6 de febrero-, afirmó contra una de las principales bazas de la defensa israelí, que el Tribunal tiene jurisdicción sobre la demanda. Israel negó esa jurisdicción en su presentación el pasado 12 de enero.

La lectura del acta de la resolución adoptada se encaminó a describir las consecuencias genocidas de la guerra en el territorio que Israel niega. Israel tiene ahora 30 días para aplicar esta orden de medidas provisionales vinculante. Netanyahu adelantó el 13 de enero que La Haya no lograría frenar a Israel en Gaza.

En lo esencial, Netanyahu ha logrado que el Tribunal se detenga ante la principal medida provisional solicitada por Sudáfrica: ordenar el cese de la acción militar. Toda la descripción parecía conducir a la exigencia de parar la invasión militar israelí, pero la orden deja en manos de Israel la necesidad de evitar seguir matando a la población palestina. Si Israel sostiene que su guerra está apoyada por los asesores legales del Ejército, ¿qué capacidad de autoenmienda, como pide el Tribunal, puede tener?

La descripción de los hechos del genocidio en curso suponen una derrota internacional de Israel y del Gobierno de Netanyahu. Pero esa descripción se ha quedado un brindis al sol ya que ante hechos aberrantes -el Holocausto palestino- los magistrados han resuelto lavarse las manos y confiar que los genocidas se autocontrolen o contengan su pulsión colonial asesina.

La iniciativa sudafricana

En un caso iniciado por Sudáfrica, que acusó al Estado israelí de tener una "intención genocida" en Gaza, la CIJ exige a Israel asegurarse "con efecto inmediato" de que sus militares no infrinjan la Convención sobre el Genocidio con actos como "matar miembros del grupo" de civiles palestinos de Gaza o someterles "deliberadamente" a "condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial".

Además, el máximo tribunal de Naciones Unidas consideró que Israel "debe tomar todas las medidas a su alcance para prevenir y castigar la incitación directa y pública a cometer un genocidio" de los civiles palestinos en Gaza.

El Estado israelí también deberá "adoptar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia para abordar las condiciones de vida adversas que enfrentan los palestinos en la franja de Gaza". Las decisiones de este tribunal son legalmente vinculantes para Israel, aunque la CIJ tiene pocos medios para hacerlas cumplir.

No obstante, los jueces también indicaron, como parte de las medidas cautelares, que Israel debe impedir la destrucción y asegurar la preservación de pruebas relacionada con este caso, y entregar un informe en un plazo de un mes sobre "todas las medidas tomadas".

La jueza presidenta de la sala, la estadounidense Joan E. Donoghue, ha leído la decisión tomada por el tribunal de jueces, en la que ha mencionado numerosas declaraciones hechas por altos funcionarios y recogidas en informes de la ONU, en las que se advierte sobre la gravedad de la situación humanitaria en Gaza.

A las afueras del tribunal, desde donde se podía seguir la audiencia a través de pantallas gigantes, se reunieron grupos de palestinos y de israelíes con sus banderas respectivas.