Violencia en el país sudamericano

Muy jóvenes, desamparados y sin horizontes: la radiografía de los miembros de las bandas narcos en Ecuador

El presidente de Ecuador declara la "guerra" a los narcos y avisa de que se ha terminado la época de la "tibieza"

Detenidos por la toma del canal de televisión en Guayaquil permanecen en custodia de la Policía.

Detenidos por la toma del canal de televisión en Guayaquil permanecen en custodia de la Policía. / CARLOS DURÁN ARAÚJO / EFE

Abel Gilbert

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La escalofriante toma de un estudio de televisión durante una transmisión en directo dedicada a comentar menesteres cotidianos y banales no solo iluminó hasta qué punto el narcotráfico se propone desafiar al Estado de Ecuador. Buena parte de los encapuchados que entraron con sus armas y a gritos para interrumpir el programa del mediodía del canal TC tienen entre 13 y 16 años. Más que una excepción generacional, se trata de una de las reglas no escritas del reclutamiento: la juventud desamparada y sin horizontes es la fuerza nutriente de las 22 bandas que operan en un país donde un presidente de 36 años, Daniel Noboa, apenas mayor que los atacantes, acaba de reconocer por decreto la existencia de un "conflicto armado interno".

Las Fuerzas Armadas tienen luz verde para salir a cazar a esos miles de 'soldaditos' que son parte una trama que los excede y ha convertido a Guayaquil y Durán en unas de las ciudades más violentas del mundo. Los asesinatos crecieron entre 2021 y 2022 un 82% en todo el país. El año pasado se batió el récord de homicidios con 7.878 casos.

Los jóvenes son succionados por ese ciclo de violenta degradación. Tiene un ritual de inicio y una muerte rápidos. Gran parte de ellos desconocen el significado de la expresión horizonte personal, salvo que esté atado a una pistola. Todo está delante de sus ojos: la pobreza, que afecta al 50% de la población, la deserción escolar, el hacinamiento, la falta de oportunidades. Señala al respecto el sociólogo Javier Gutiérrez: las mafias tienen como prioridad a los territorios socialmente vulnerables en todas las provincias.

La narcomúsica como señuelo

De acuerdo con el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO), el microtráfico se ha convertido en un sustento de familias que se encuentran hundidas en la pobreza "en los barrios portuarios periféricos de la costa". La penuria fue aprovechada por organizaciones criminales "para "reclutar a jóvenes y niños para los eslabones más débiles de la cadena de valor" de sus actividades. En las inmediaciones de las escuelas del sur de Guayaquil y en las redes sociales "se trafica y capta" a ese sector de la población a partir de los canales de comercialización de droga y el consumo.

Los grafitis, los murales y, en especial, la música se han convertido en otro anzuelo de seducción al presentar el mundo del hampa juvenil como una posibilidad de materializar deseos que, de otra manera, serían inalcanzables: dólares (la moneda corriente en Ecuador), joyas, automóviles y mujeres devenidas en objetos sexualizados. A la vez, esas piezas de rap y trap, pero también otros géneros populares circulan como cantos de exaltación de los jefes. Así ha ocurrido con Adolfo Macías, alias Fito, el líder de Los Choneros, cuya fuga de una cárcel de máxima seguridad desató la reciente crisis.

Los maleantes y raperos le cantan a su conversión. En 'Me superé', Gio, un "artista" apoyado por JF Music Entertainment, de Los Choneros, presenta su historia como un modelo a seguir en las barriadas. 'Ellos hablan de mí/ miran que me superé/ salí de donde crecí y dejé de andar a pie'. Ese rito de pasaje se representa en un fajo de dólares en sus manos. Gio ejerce su pedagogía de la cooptación: Los que lo recelan "se llenan de envidia" porque lo ven "facturando". Al abandonar el barrio de chabolas, "le callé la boca a los contrarios". Y por eso, sobre el final del vídeo, se permite hasta el lujo de quemar los billetes que había exhibido, al amparo de una virgencita.

El caso de Maldito Brujo

Fito heredó de su antecesor a la cabeza de Los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias 'JL' o 'Rasquiña', sus afinidades musicales. Maldito Brujo formaba parte de los raperos que entretenían a la cúpula de la banda que más 'soldaditos' tiene, unos 17.000, de acuerdo con los especialistas, y cuyo poderío en las ciudades y las cárceles emana también de la asociación con el cártel mexicano de Sinaloa.

Maldito Brujo borraba la distancia entre el rapero y el criminal. Era otro de los que explicaba cómo se había iniciado en el universo delictivo, hablando en tercera persona. 'Será que se cansó de los amigos que tenía/será que se cansó de la maldita hipocresía/ será que ya se hartó de los malditos policías'. Conocido además como 'Byron el Bautista', comparte la autoría de 'Chonero Jl' con 'Pandillita el Barbero'. La canción es un homenaje al jefe de ese grupo. 'Tú eres famoso/ tu nombre se escucha en los rincones/tú no andas en moto/te trasladas en aviones/pero en la prisión hay envidiosos que no comen/cuidado que un famoso lo emplome'. Maldito Brujo fue asesinado en Perú en un ajuste de cuentas.

La Bestia hp

Lo mismo que Mayke Iturre Guerrero. Era conocido como 'La Bestia hp'. En agosto pasado, le incrustaron 12 balas en el cuerpo en el noreste de Guayaquil. Lo asesinaron dos jóvenes como él que iban en motocicleta. Tenía 25 años. Antes de morir había grabado uno de los vídeos más espeluznantes, todo un retrato del drama ecuatoriano y juvenil. El asesinato se presenta como una diversión. 'Te ubicamos/ Te sacamos de dónde sea y te matamos', canta con el auspicio de Los Tiguerones.

'La Bestia hp' y su banda participan de una coreografía de la anquilación segura: 'Te llevamos/te picamos/ te botamos'. No se le impide a ninguna franja etaria participar de ese baile y por eso se muestra a un niño encapuchado. El cantante se cree impune. "Tengo conexiones por si me tiran los federales". No lo blindaron de los disparos en la noche. En otro vídeo, 'El intocable', el cantante se presentaba como "el más despiadado" y describía el trasiego de las drogas a través de los puertos costeños: 'Otra tonelada pa' Estados Unidos y en esta marcha estamos unidos'.

Los 'narcovídeos' presentan a los jóvenes como integrantes de una familia que se organiza a partir de los lazos de sangre vertida del prójimo. La nueva cofradía ofrece armas y poder económico. Eso, remarca el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO), "termina siendo muy atractivo en la gente de las comunidades" excluidas", argumenta para añadir: "La música los convoca y la ciudad luego se los devora". Ahora serán el primer blanco de las patrullas militares, autorizadas a partir de la declaración de "conflicto armado interno" a "neutralizar" a una delincuencia que tiene una nueva definición estatal y sin edades: "terroristas".

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