Gestión de la inmigración

Estados Unidos y México destacan avances en materia migratoria tras la visita de emergencia de Blinken

El secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, conversa con el presidente mexivano López Obrador durante su visita de urgencia para abordar la gestión migratoria.

El secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, conversa con el presidente mexivano López Obrador durante su visita de urgencia para abordar la gestión migratoria. / EFE

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Altos funcionarios mexicanos y estadounidenses dijeron que lograron avances en conversaciones de emergencia para frenar el aumento de la migración, que se ha convertido en un gran dolor de cabeza para el presidente Joe Biden, a medida que se aproxima a un año electoral.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, realizó una visita inusual la semana de Navidad a la Ciudad de México mientras el rival Partido Republicano presiona a Biden para que adopte medidas enérgicas contra la inmigración a cambio de aceptar en el Congreso una de sus prioridades clave: el apoyo a Ucrania. En paralelo, una caravana de más de 10.000 inmigrantes transitaba por el país con la intención de alcanzar la capital.

El viaje de un día se anunció abruptamente la semana pasada después de que Biden hablara por teléfono con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien se reunió durante más de dos horas con Blinken y otros altos funcionarios estadounidenses, incluido el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

El presidente mexicano afirmó que su Gobierno y el de Estados Unidos buscan "normalizar la situación" en la frontera común tras su reunión: "Cada vez hay más movimiento (económico) en la frontera, en los puentes, y por eso tenemos que estar atentos para que no se cierren los pasos; se llegó a ese acuerdo, ya se están abriendo los pasos para el ferrocarril y los puentes fronterizos, normalizar la situación, se avanzó en eso", señaló.

Entre los acuerdos del encuentro, que se realizó con hermetismo y sin mensajes públicos, el gobernante mexicano destacó la formación de un equipo de trabajo para abordar la migración. "Vamos a tener reuniones periódicas, se formaron ya los equipos, se va a ir a Washington, yo no, pero sí el gabinete de seguridad y los responsables: la secretaria de Relaciones, la secretaria de Seguridad, el secretario de Defensa, Marina, la secretaria de Gobernación, por lo que tiene que ver con migración", expuso.

"Realmente impresionados"

Un alto funcionario de la administración Biden dijo que los líderes mexicanos informaron a la delegación estadounidense sobre las nuevas medidas que están tomando, incluida la lucha contra los traficantes de migrantes que los suben en autobuses o trenes hacia la frontera.

"Quedamos realmente impresionados por algunas de las nuevas acciones que está tomando México, y hemos visto en los últimos días una reducción bastante significativa en los cruces fronterizos", declaró el funcionario a los periodistas, bajo la habitual condición de anonimato, en el avión de Blinken de regreso a Washington.

El funcionario, sin embargo, dijo que el gobierno de Estados Unidos sabe que "nunca debe sacar conclusiones basadas en las fluctuaciones diarias" del número de inmigrantes y aseguró que los países permanecerían en estrecho contacto en 2024, un año electoral en ambas naciones.

La visita se produjo mientras este diciembre se registran cifras históricas de personas que buscan entrar a Estados Unidos en la frontera con México, donde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés) confirmó el martes la llegada de más de 2,2 millones de migrantes de enero a noviembre. El número de personas que buscan ingresar a Estados Unidos sin autorización se había disparado este mes a alrededor de 10.000 por día, casi el doble que antes de la pandemia.

Pocos migrantes son mexicanos, la mayoría desde hace muchos años son originarios de Centroamérica, devastada por la pobreza extrema, la violencia desenfrenada y la mala cosecha, empeorada por el cambio climático. También ha habido un aumento en los inmigrantes procedentes de Haití, azotado por la violencia de las pandillas y la falta de un Gobierno que funcione, y Venezuela, donde los productos básicos han escaseado después de años de caos económico.

El repunte migratorio llevó a Estados Unidos a cerrar de forma temporal los cruces ferroviarios fronterizos en Eagle Pass y El Paso, ambos en Texas, así como las entradas del Puente Internacional de la Presa de la Amistad (Texas), San Ysidro (California) y Lukeville (Arizona).