Alud de desplazados

Blinken aborda en México la crisis migratoria mientras la caravana de 10.000 personas avanza hacia la capital

Caravana de inmigrantes iniciada desde el sur de México.

Caravana de inmigrantes iniciada desde el sur de México. / JUAN MANUEL BLACO / EFE

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En vísperas de la visita de una delegación de Estados Unidos para abordar la crisis migratoria, una caravana de más de 10.000 migrantes partió el domingo de la frontera sur de México en pleno día de Nochebuena para presionar a ambos gobiernos. Los miles de migrantes de 24 nacionalidades salieron caminando desde la ciudad fronteriza de Tapachula, en el sureño estado mexicano de Chiapas, la madrugada de este domingo y se arriesgaron a caminar hasta Álvaro Obregón, donde pasaron una complicada Navidad. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, visita el miércoles México para abordar el flujo migratorio sin precedentes que se ha disparado en diciembre.

Este contingente de personas, en su mayoría niños, mujeres y familias completas, caminó por la carretera federal 200 y cruzó el primer retén del Ejido Viva México, donde los observó pasar únicamente personal de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM).

La delegada de Protección Civil, Julissa Esther Briones Magaña, confirmó a la agencia de noticias Efe que son 10.000 personas en contexto de movilidad, por lo que recomendó a la población migrante que salvaguarde su salud y la de sus hijos y al mismo tiempo les pidió a los conductores que lo hagan con precaución por este éxodo masivo de personas.

El éxodo más grande del año

De acuerdo a Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), esta caravana es el éxodo más grande de este año y podría superar las 15.000 personas, quienes van a caminar los días que puedan para llegar a la Ciudad de México en su primer punto.

"Hay un tapón y un nudo humano que está reflejado en este grupo que encabezamos, le decimos al Estado mexicano que no nos deja otra opción que caminar por la carretera hasta que el INM y el dedo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, diga sí o no. Hoy caminamos los más pobres de los más pobres de los que estamos en la cúspide de la necesidad, los que no tenemos dinero para pagar visas o polleros", dijo Villagrán.

El migrante venezolano Jesús Silva, quien viaja con su esposa, contó que en Ciudad Hidalgo los agentes de migración lo subieron a una unidad y lo llevaron a la estación migratoria Siglo 21, donde les dieron un oficio para abandonar México. "Realmente la opción es caminar, me apoyo en la caravana, porque es donde nos sentimos más seguros con hermanos latinos que estamos saliendo con un nuevo sueño con una esperanza de vida", compartió Silva.

El migrante hondureño José Wilmer Fernández Caballero, quien mostró su resolución positiva de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), ha intentado salir de Chiapas, pero las autoridades migratorias les dicen que no vale nada y que no sirve.

"De nada sirvió estar tanto tiempo en Tapachula, tiempo perdido, siempre me bajan y me devuelven, aquí llevamos la resolución positiva, pero siempre me bajan del autobús y me dicen que no vale nada", relató.

Esta caravana multitudinaria caminó unas cuatro horas desde Tapachula al ejido Álvaro Obregón, donde pasaron la navidad debajo de árboles, techados, sobre la maleza, el suelo, cartones, colchonetas y sábanas que cargan para poder pasar esta noche que debería ser familiar y en la que, sin embargo, han emprendido este viaje con tal de llegar a Estados Unidos.