Discrepancias en el Gobierno

El general italiano que ha dejado al descubierto las heridas abiertas en la alianza entre Salvini y Meloni

Italia ataca a Sánchez y sugiere que está vulnerando el estado de derecho en España

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. / ROBERTO MONALDO / LA PRESSE / DPA

Irene Savio

Irene Savio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En agosto pasado, el general del Ejército italiano Roberto Vannacci publicó el autoeditado Il mondo al contrario (El mundo al revés). El libro, que es un 'bestseller' en Italia y en el que arremete contra homosexuales, feministas, inmigrantes y activistas climáticos, provocó críticas feroces en Italia. La más sorprendente, sin embargo, provino del ministro de Defensa, Guido Crosetto, uno de los miembros del Gobierno más influyentes y cercanos a Giorgia Meloni. Después de eso, Vannacci fue destituido como jefe del Instituto Geográfico Militar, un organismo público dedicado a la cartografía, y su trayectoria profesional fue puesta en pausa. También se abrió una investigación. Vannacci, aplaudido entonces solo por la Liga de Matteo Salvini, parecía haber caído en desgracia.

Nada más lejos de la realidad. Este pasado domingo, el Ejército italiano informó que, a partir de esta semana, Vannacci asumiría el cargo de jefe de Estado Mayor del Comando de las Fuerzas Terrestres del país. "El cargo está en línea con el grado (militar) que ostenta el general", ha precisado el organismo. 

De esta manera insólita, el anuncio, que se produce mientras las investigaciones disciplinarias sobre Vannacci aún están en curso, ha removido la política en Italia. Para empezar, ha suscitado una nueva ola de controversias tanto en la principal formación de centroizquierda del país, el Partido Democrático, como en el Movimiento Cinco Estrellas. Pero sobre todo, ha dejado al descubierto las frágiles costuras y las heridas abiertas de la alianza entre Giorgia Meloni y su vicepresidente Salvini.

Salvini, al asalto

Esto se puede explicar con las palabras de Salvini, quien incluso ha ofrecido al general ser su candidato en las elecciones europeas del próximo año y que no ha dejado de elogiarle por sus ideas. "Felicitaciones y buen trabajo al general, un fiel y valiente servidor de Italia y de los italianos", volvió a afirmar el líder de la Liga tras conocerse la última información.

Unas declaraciones más estridentes aún ante a la reacción del ministro Crosetto, una figura de peso y fundador de Hermanos de Italia, el partido de Meloni. "Roberto Vannacci no ha sido ascendido", aclaró Crosetto en una nota oficial publicada en la web del ministerio, donde también especificó que el cambio de destino de Vannacci ocurre "mientras se llevan a cabo las investigaciones previstas". El nuevo puesto de Vannacci no es un cargo "con visibilidad o proyección exterior", añadió Crossetto, al explicar que Vannacci estará bajo la supervisión de otro general de grado superior. 

Crossetto, sin embargo, no ha recibido un sólido apoyo de Meloni, quien desde que es primera ministra ha rebajado el tono pero sigue haciendo equilibrios para no perder a su electorado más duro. La lógica, según los observadores, es que con esta decisión se quiere evitar tanto que Vannacci emprenda posibles acciones legales contra el Ejército —por haberle apartado de su anterior cargo, y en caso de que salga inmune de la investigación disciplinaria contra él—, como que se presente a las elecciones europeas en las filas de Salvini. 

Fantasma ruso

Sin embargo, según la oposición, el problema no se limita solo al libro de Vannacci, que ha expresado que los homosexuales "no son normales", que los deportistas negros tienen "rasgos que no representan la italianidad" y que no le gusta "la palabra feminicidio", tal como dijo nuevamente en estos días. También el militar, un general que ha participado en diversas misiones militares (entre otros, en Yemen, Somalia, Ruanda, Libia, Balcanes, Costa de Marfil), que ha recibido la Orden del Mérito de la República, ha sido agregado militar de la Embajada italiana en Rusia, país por el cual ha expresado alguna simpatía (como también Salvini). 

"Moscú es una ciudad ultrasegura" y "en Rusia hay trabajo, se vive bastante bien y no existe la inmigración ilegal", llegó a afirmar en meses anteriores en declaraciones a 'Il Corriere della Sera'. "No considero Rusia un modelo. En mi libro describo algunos lados positivos de la sociedad rusa", ha matizado posteriormente Vannaci, expulsado de Rusia en 2022 junto a otros diplomáticos occidentales. "Cuidado […] detrás del general hay una mano rusa para dividir a la derecha", ha dicho el exsenador conservador Fabrizio Cicchitto.

El telón de fondo son también una serie de congresos de fuerzas ultras rivales organizados en estos días en Italia y que ven a Salvini y Meloni en barricadas distintas de cara a las elecciones europeas. El primero, el pasado domingo, fue puesto en escena en Florencia por Salvini, bajo el estandarte de su grupo creado con la francesa Marine Le Pen, Identidad y Democracia. El segundo, el convenio Atreju, es el de Hermanos de Italia y debería llevarse a cabo la semana que viene. En tanto, Vannacci, que el lunes recibió una notificación sobre la investigación disciplinaria contra él, ha pedido una baja por motivos familiares, según informaron los medios locales.