Derechos humanos

Irán ejecuta a dos presos, uno de ellos un chico de 17 años con una "confesión forzada"

Las protestas en Irán se recrudecen y suman ya 100 muertos: "Irán se ha convertido en una cárcel"

Un grupo de mujeres con burka con una bandera de Irán.

Un grupo de mujeres con burka con una bandera de Irán. / Europa Press

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La Oficina de Derechos Humanos de la ONU deploró a principios de semana las ejecuciones en Irán de un hombre de 22 años, condenado en el contexto de las protestas de septiembre de 2022, y de un joven de 17 años acusado de asesinato al que le arrancaron una confesión por la fuerza. Según varios grupos de defensa de los derechos humanos, la ejecución del joven de 22 años se llevó a cabo en secreto

"Deploramos las ejecuciones por las autoridades iranís de un menor de 17 años y de un hombre de 22 el 24 de noviembre de 2023. La ejecución de Hamidreza Azari, acusado de asesinato, es la primera de la que se tiene noticia en Irán este año", ha afirmado la portavoz de la oficina, Liz Throssell, en un comunicado en el que recuerda que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos prohíbe las condenas de muerte a menores de 18 años.

Hamidreza Azari fue ahorcado el viernes en la prisión de Sabzevar, localidad situada en la provincia de Khorasan-e Razavi (noreste), informaron las oenegés Hengaw e Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega. El canal de televisión en lengua persa Iran International también confirmó la ejecución. El adolescente tenía 16 años en el momento del incidente en mayo pasado, cuando mató a un hombre durante una pelea, y 17 en el momento de su ejecución, han asegurado las oenegés, citando documentos que consultaron.

Esta ejecución constituye una nueva violación por parte de Irán de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que define al niño como cualquier persona menor de 18 años, lamentaron las dos oenegés. "Irán es uno de los pocos países que condena a muerte a niños y ejecuta a más menores que cualquier otro país", afirmó el IHR, añadiendo que según sus datos, al menos 68 menores han sido ejecutados en Irán desde 2010.

Ejecución en secreto

"También nos preocupa la ejecución, ese mismo día, de Milad Zohrevand, de 22 años, la octava persona ejecutada en el contexto de las protestas de septiembre de 2022. La información disponible indica que su juicio careció de los requisitos básicos del debido proceso según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. También hay informes preocupantes de que los padres de Zohrevand fueron detenidos tras su ejecución", ha agregado Throssell. Según activistas iranís, Zohrevand estaba acusado de matar a un oficial de la Guardia Revolucionaria durante las protestas y se ha convertido en la octava ejecución relacionada con las manifestaciones.

Zohrevand fue ejecutado al amanecer en una prisión de la ciudad de Hamadán (oeste), informó la organización Hengaw. Según la oenegé, Zohrevand no recibió ninguna notificación previa de que su ejecución era inminente y no se le concedió una reunión final con su familia. Además, al joven se le había negado un abogado según afirma el colectivo jurídico Dadban.

Última ejecución

Por otro lado, este miércoles, Irán ejecutó a un ciudadano kurdo iraní que había sido condenado a muerte por "corrupción en la tierra" y encarcelado durante 14 años. Ayoub Karimi fue condenado a muerte junto con otros seis kurdos en 2018, acusado de pertenecer a organizaciones ilegales y de estar vinculado al asesinato de un clérigo en Mahabad (al oeste del país).

Karimi fue ahorcado junto con otros seis hombres -condenados por otros casos- en una prisión cerca de Teherán, según la oenegé IHR. "La ejecución de Ayoub Karimi, basada en confesiones forzadas y sin que se haya beneficiado de un juicio justo, es un delito", afirmó el director de la oenegé, Mahmoud Amiry-Moghaddam.

La ejecución también fue confirmada por la Agencia de Noticias Activistas de Derechos Humanos, con sede en Estados Unidos, y por la Red de Derechos Humanos del Kurdistán, con sede en Francia.

Las minorías, las más castigadas

Irán es uno de los países con más condenas a muerte, especialmente por delitos de tráfico de drogas, y que las minorías del país son las que más las reciben en comparación con otras etnias. Es por ello por lo que la oenegé ha instado al Gobierno iraní a detener "inmediatamente" la aplicación de la pena de muerte y a establecer una moratoria excepto para los "delitos más graves" y que hayan causado alguna muerte "de forma directa e intencionada".

En ese sentido, también ha pedido a las autoridades el cese del castigo a través de procedimientos penales contra activistas políticos por usar la libertad de expresión y de reunión pacífica.

Las manifestaciones estallaron en Irán después de la muerte de una joven kurda iraní, Mahsa Amini, tras ser detenida por la policía de la moral por no respetar supuestamente el estricto código de vestimenta islámico. Las protestas fueron reprimidas con sangre, causando cientos de muertos y miles de detenciones, según las oenegés.