Sentencia

Primera condena a una línea de cruceros por ocultar a sus pasajeros los riesgos del covid en 2020

La resolución de un tribunal australiano es la primera victoria colectiva contra un operador de cruceros

Las medidas de protección aplicadas en el crucero 'Diamond Princess' se han revelado un fracaso al no parar los contagios

Cruceros en el muelle adosado de Barcelona. En la imagen el Ruby Princess.

Cruceros en el muelle adosado de Barcelona. En la imagen el Ruby Princess. / Albert Bertran.

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Un tribunal australiano ha condenado a la operadora de cruceros Carnival a pagar los gastos médicos de una mujer cuyo marido contrajo COVID-19 a bordo del navío, tras demostrar que la empresa no informó bien a todos sus pasajeros sobre los riesgos de seguridad.

La decisión del Tribunal Federal de Australia supone la primera victoria colectiva contra un operador de cruceros en el mundo, según la agencia Shine Lawyers, que representa a unos mil clientes australianos que reclamaron a la compañía.

La demandante principal, Susan Karpik, recibió 4.423,48 dólares australianos por gastos médicos, pero no por daños y perjuicios. La mujer, que junto a su marido Henry habían sido pasajeros del crucero Ruby Princess en 2020, reclamaba a la compañía más de 360.000 dólares australianos por daños psicológicos, debido a la angustia que sufrió por la hospitalización de su marido durante dos meses a causa del virus.

La codirectora de demandas colectivas de Shine Lawyers, Vicky Antzoulatos, ha señalado que es probable que Carnival tenga que hacer frente a otras condenas de otros pasajeros, ya que "el caso concreto es el del marido de la señora Karpik, que estuvo en cuidados intensivos durante semanas y sufrió heridas graves". Antzoulatos ha finalizado el discurso añadiendo que aunque el juez ha determinado "que la señora Karpik no cumplía el umbral de daños por dolor y sufrimiento, otros pasajeros sí lo harán".

La naviera ha dicho en un comunicado que están considerando la sentencia en detalle. Los documentos legales muestran que el operador negó saber antes del viaje que el riesgo de contraer COVID era mayor en un crucero que en la comunidad.

El Ruby Princess fue durante un tiempo el mayor foco de infección por COVID en Australia. Alrededor de 900 casos y 28 muertes estarían relacionados con el brote que hubo a bordo.

A pesar de estas cifras, y al malestar que presentaban muchos de los pasajeros, la compañía no les permitió abandonar el barco.