Un joven fichado por radicalismo islámico asesina a un profesor en el norte de Francia

La lacra del yihadismo sacude de nuevo las aulas en Francia. Un joven, de 20 años, asesinó este viernes a un profesor e hirió a otros tres adultos, uno de ellos de manera muy grave, en un ataque con arma blanca en un instituto en Arras, en el norte del territorio francés. Las fuerzas de seguridad detuvieron al autor del atentado, en que no resultó herido ninguno de los alumnos del centro de secundaria.

Según varios testigos, el agresor gritó "Dios es el más grande" en árabe durante los hechos y está fichado por radicalismo islámico. La fiscalía antiterrorista ha asumido la investigación del asesinato, que recuerda la decapitación del profesor Samuel Paty en 2020 y tiene lugar en un momento de preocupación por las posibles repercusiones en suelo francés de la guerra en Gaza.

"Es de nuevo en una escuela que golpea el terrorismo", ha lamentado por la tarde el presidente francés, Emmanuel Macron, desde el lugar de los hechos. "El profesor muerto se interpuso y salvó muchas vidas", ha añadido en unas breves declaraciones desde el liceo Gambetta, un instituto público sin ninguna confesión religiosa. Ha informado, además, de otro intento de atentado frustrado en el oeste de la región de París. La primera ministra Élisabeth Borne ha indicado que elevan al máximo el nivel de alerta antiterrorista.

El asesinato ocurrió alrededor de las 11 de la mañana. En vídeos grabados por alumnos, que circularon rápidamente por las redes sociales, se veía a un joven con la cara destapada que atacaba con dos cuchillos en el patio a varios adultos, que intentaban protegerse con una silla. Las autoridades locales confinaron durante varias horas al mediodía todos los centros educativos de Arras, una ciudad media de unos 40.000 habitantes, con reputación de lugar tranquilo y situada a unos 180 kilómetros al norte de París.

El recuerdo de Samuel Paty

Las fuerzas de seguridad lograron detener gracias al uso del Taser al homicida, que se encuentra actualmente arrestado y es un exalumno del instituto. Se llama Mohamed M., tiene 20 años y es un ruso-checheno que vive en Francia desde 2008. Desde el pasado verano, los servicios de inteligencia vigilaban sus llamadas telefónicas y también físicamente debido a su radicalización islamista. Agentes lo habían interrogado este mismo jueves, pero no detectaron señales de un inminente paso al acto.

A uno de sus hermanos mayores ya lo habían encarcelado en 2019 por formar parte de una célula islamista que simpatizaba con el Estado Islámico (EI). Además del atacante, las fuerzas de seguridad detuvieron este viernes a un hermano pequeño cerca de otro establecimiento educativo en la misma localidad. En total, nueve personas han sido interrogadas por la policía en el marco de estos hechos. La familia del yihadista estuvo a punto de ser expulsada de Francia en 2014, pero al final el entonces ministro del Interior, Manuel Valls, interrumpió ese proceso.

El profesor asesinado se llamaba Dominique Bernard, tenía unos 50 años y trabajaba como docente de lengua francesa. Le arrebataron la vida tras recibir varias cuchilladas en el cuello. Entre los tres heridos, uno se trata de un trabajador de mantenimiento, que se encuentra en un estado de urgencia absoluta, un profesor de educación física, en urgencia relativa, y también un agente de seguridad del centro.

Este atentado yihadista coincide prácticamente con el tercer aniversario del asesinato del profesor Samuel Paty. Ese docente de historia, que en una de sus clases mostró las caricaturas de Mahoma de la revista Charlie Hebdo, fue decapitado el 16 de octubre de 2020 por un yihadista francés de origen checheno en un instituto en el noroeste de la región parisina. "El agresor me persiguió y me preguntó si era un profesor de historia", explicó a la cadena BFM TV uno de los docentes del establecimiento de Arras sobre las intenciones del atacante, quien pareció querer reproducir la trágica muerte de Paty.

Temor de que la guerra en Gaza repercuta en Francia

El ataque también tiene lugar en un momento de preocupación en Francia ante las tensiones que la guerra en Gaza puede provocar en los frágiles equilibrios de la multicultural sociedad gala, que cuenta con la comunidad judía (unos 600.000 integrantes) más numerosa en Europa. "Nuestro deber en estos momentos que vivimos es estar unidos como nación", dijo Macron el jueves por la noche en un discurso en reacción al brutal atentado de Hamás y la nueva escalada en el conflicto entre israelíes y palestinos.

El Gobierno francés ha detectado desde el pasado fin de semana más de un centenar de actos antisemitas. La mayoría de ellos consistieron en pintadas o insultos verbales. Ninguno de ellos resultó de extrema gravedad, pero suficientes para aumentar la vigilancia. El Ejecutivo ha desplegado a 10.000 agentes para proteger sinagogas, escuelas judías y otros centros de esa confesión. Tras el asesinato de este viernes, el Ministerio de Educación ha anunciado un refuerzo de la seguridad en todos los centros educativos. "Hay, sin duda, un vínculo entre lo que pasó en Oriente Próximo y este paso al acto" en Francia, ha declarado el ministro del Interior, Gérald Darmanin, sin aportar pruebas que lo demuestren, más allá del contexto y la dimensión islamista.

Después del "asesinato de Samuel Paty por un extremista islamista", "no se ha hecho nada para proteger a los profesores ante la barbarie", criticó el senador de Los Republicados (LR, afines al PP), Henri Leroy, quien se refirió a los posibles fallos en la investigación que planean sobre el acuchillamiento del docente en Arras. El diputado Éric Ciotti, presidente de LR, ha reaccionado a este asesinato pidiendo la adopción del estado de emergencia, mientras que la ultraderecha de Marine Le Pen ha exigido la dimisión de Darmanin.

Francia sufrió en 2015 y 2016 una oleada de atentados yihadistas, perpetrados por el EI y Al Qaeda. Desde entonces, se han producido ataques aislados de este tipo, con un menor número de víctimas. Un refugiado sirio hirió en junio con un cuchillo a varios bebés en un parque en Annecy (cerca de la frontera con Suiza), un ataque horripilante que no es investigado como un acto terrorista. Un estudiante de secundaria que sufría problemas psíquicos mató en febrero con un cuchillo a una profesora de castellano en el sur de Francia. Otro asesinato trágico en las ensangrentadas aulas francesas.