Pugna en la derecha en Alemania

Baviera vota en unas elecciones tóxicas para Scholz: 5 claves

La corrosion ultraderechista se extiende al centro aleman

El líder de la CSU, Markus Söder, durante una entrevista en Berlín.

El líder de la CSU, Markus Söder, durante una entrevista en Berlín. / HAYOUNG JEON

Gemma Casadevall

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Baviera, un 'land' identificado con la bulliciosa Oktoberfest, el tradicionalismo conservador, la prosperidad económica y el poderío industrial, elige este domingo su nuevo Parlamento regional. Unos 9,4 millones de electores están llamados a las urnas. La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) es el partido gobernante desde 1950 y seguirá siéndolo, aunque lejos de la mayoría absoluta que tuvo en el pasado y contendencia al descenso, mientras dos formaciones aún más derechistas le quitan terreno: los llamados Electores Libres -o Freie Wähler-, de carácter regional, y Alternativa para Alemania (AfD), único partido de la extrema derecha en el Bundestag (Parlamento federal). A la socialdemocracia del canciller Olaf Scholz se le pronostica la quinta posición, superada por todas las derechas y también por sus socios Verdes.

Pugna entre la derecha radical

La CSU bávara del primer ministro regional, Markus Söder, se situó siempre a la derecha de su hermanada Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de grandes cancilleres como Helmut Kohl o Angela Merkel y que actualmente dirige Friedrich Merz. La CSU gobernó en esta legislatura respaldada en los Electores Libres, otro partido regional que ha salido reforzado de esa experiencia como socio. No ha dejado de crecer, incluso tras el escándalo que envolvió a su líder, Hubert Aiwanger, por un panfleto antisemita de juventud, cuya autoría ha atribuído a su hermano.

En materia migratoria, las posiciones de los Electores Libres no divergen mucho de las ultraderechistas de la AfD. Pero a diferencia de ésta no está sujeta a un cordón sanitario. Aspira a dar el salto como partido nacional en las elecciones generales de 2025.

Lucha por el segundo puesto

La CSU tiene el primer puesto asegurado, con un 37 % de los votos, según los sondeos. La pugna está por quedar segundo, puesto al que aspiran los Verdes, los Electores Libres y la AfD. A esas tres formaciones se les pronostica alrededor entre un 16 y 14%, con ligera ventaja para los ecologistas. Los Verdes están descartados por la CSU como socios, pero quedar segundos sería un premio de consolación. Las dos formaciones de la derecha radical están enzarzadas en una confrontación bilateral. En la recta final, la AfD ha enfilado hacia el victimismo y denunciado ataques o amenazas a sus líderes, hasta ahora no verificados y atribuibles a la búsqueda desesperada de la empatía del elector ultra.

Terreno hostil para todo canciller

Baviera ha mantenido desde siempre unas relaciones entre tensas y de franca hostilidad con Berlín. Es una línea ininterumpida desde tiempos prusianos, que convirtió en rivales a los respectivos patriarcas de las hermanadas CSU y CDU, Franz Josef Strauss y Helmut Kohl. Igualmente legendarios fueron las reprimendas públicas con que se castigó a Angela Merkel en actos de sus teóricos hermanos bávaros.

Al socialdemócrata Olaf Scholz no le ha ido mejor, en medio de la caída de popularidad que afecta a su gobierno y la recesión técnica en que cayó Alemania. Su tripartito con Verdes y Liberales es, a juicio de la CSU y su líder, Markus Söder, el peor gobierno de la historia reciente alemana. Al Partido Socialdemócrata (SPD) se le pronostica el quinto puesto este domingo y un récord a la baja –un 9 %- que catapultará a la formación del canciller a la irrelevancia política en este poderoso Estado. A sus socios liberales se les vaticina un 4 %, lo que les relegará a la condición de extraparlamentarios.

Fronteras y asilo

Baviera no ha tenido que reimplantar o reforzar de pronto los controles en sus fronteras porque nunca los eliminó. Desde la crisis migratoria de 2015, en que Alemania recibió alrededor de un millón de solicitantes de asilo principalmente a través de Baviera, sus autoridades regionales mantuvieron esos controles en coordinación con Austria. Es decir, mucho antes de la actual fiebre del centro y este europeo por amplificar el control dentro del espacio Schengen, sea en Polonia, en Eslovaquia o en el resto de Alemania.

También Baviera se anticipó a las corrientes antiasilo que ahora se extienden por Europa y reclamaba ya en tiempos de Angela Merkel -y especialmente en la crisis de 2015- la implantación de un tope cuantificable al asilo, lo que la entonces canciller rechazó. Ahora exigen recortes en sus prestaciones o que se acelere su incorporación al mercado laboral. Baviera, potencia industrial, sufre como el resto del país la falta de personal en prácticamente todos sus sectores económicos.

Hesse, otra elección tóxica

Junto a las regionales en Baviera se celebran este domingo comicios en Hesse, el 'land' en el que se encuentra la capital banquera y financiera que es Frankfurt. Con 4,3 millones de electores, los comicios se presentan asimismo cuesta arriba para la socialdemocracia. Gobierna el “Land” donde tiene su sede el Banco Central Europeo (BCE) el conservador Boris Rhein con los Verdes como socio. La apuesta del partido de Olaf Scholz para estas regionales fue designar como candidata al gobierno regional a la ministra del Interior, Nancy Faeser. La nominación estuvo envuelta en polémicas, porque implicaba compaginar las tareas de un ministerio clave en un momento álgido para la política migratoria alemana y europea con una campaña electoral. Faeser ha caído semana a semana en los sondeos. A la CDU de Rhein se le pronostica un 31 % de los votos, lo que casi doblaría los porcentajes estimados tanto para los socialdemócratas de Faeser, como para la ultraderechista AfD y los Verdes. El tercer socio de Scholz, los liberales, hacen equilibrios en el 5 %, mínimo para obtener escaños.

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