Migración irregular

Polonia y República Checa imponen controles migratorios en su frontera con Eslovaquia

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El ministro polaco de Asuntos Internos y Administración, Mariusz Kaminski (centro), el viceministro de Asuntos Internos y Administración, Maciej Wasik (i), y el comandante en jefe de la Guardia Fronteriza, general de división Tomasz Praga (derecha).

El ministro polaco de Asuntos Internos y Administración, Mariusz Kaminski (centro), el viceministro de Asuntos Internos y Administración, Maciej Wasik (i), y el comandante en jefe de la Guardia Fronteriza, general de división Tomasz Praga (derecha). / EFE/EPA/Leszek Szymanski

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Polonia y la República Checa informaron el martes que han empezado a introducir controles en sus fronteras con Eslovaquia para frenar el flujo de migrantes irregulares. "Desde medianoche, estamos reintroduciendo controles en la frontera con Eslovaquia", ha asegurado a la prensa el ministro polaco del Interior, Mariusz Kaminski.

Tras esas declaraciones, Kaminski ha asegurado que estos controles se han establecido en coordinación con República Checa. "Estamos trabajando en coordinación con los vecinos", agregó el ministro. Se espera que ambos países mantengan estas estructuras de control durante al menos 10 días de cara a frenar la actual ola migratoria que está teniendo lugar en su frontera.

"El número de migrantes ilegales en la Unión Europea está empezando a crecer de nuevo. No nos lo tomamos a la ligera", afirmó el primer ministro checo, Petr Fiala, en la red social X (antes Twitter).

Inmigrantes serbios

Eslovaquia ha visto recientemente cómo el número de migrantes en sus fronteras se ha disparado nuevamente tras un periodo de mayor control. La mayoría de los migrantes detectados proceden de Serbia y cruzan al país a través de Hungría.

En los primeros ocho meses del año, el país detectó unos 24.500 migrantes que entraron de forma ilegal, casi 11.000 más que en todo el año anterior, según la policía eslovaca. La mayoría de ellos se identifican como sirios que, según las reglas internacionales, no pueden ser detenidos ni expulsados.

Robert Fico, cuyo partido Smer-SD ganó las elecciones legislativas eslovacas el sábado, prometió introducir rápidamente controles en la frontera húngara si se convertía en primer ministro.