Los "pequeños superhéroes" que sobrevivieron a uno de los peores desastres del Mediterráneo en la historia reciente

Los "pequeños superhéroes" que sobrevivieron a uno de los peores desastres del Mediterráneo en la historia reciente

Los "pequeños superhéroes" que sobrevivieron a uno de los peores desastres del Mediterráneo en la historia reciente / Save the Children

Alkistis Agrafioti Chatzigianni, abogada y oficial de incidencia del Consejo Griego para Refugiados (GCR), socio de Save the Children

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Más de 2.000 personas han muerto o desaparecido tratando de cruzar el Mediterráneo en lo que va de año. Este 2023 está camino de convertirse en el más mortífero en este mar desde 2016. Uno de los peores desastres en el Mediterráneo en la historia reciente ocurrió el pasado 14 de junio cuando un barco que transportaba a unos 750 inmigrantes volcó frente a las costas de Grecia. Solo 104 personas fueron rescatadas y se recuperaron 82 cuerpos, con cientos más desaparecidas y presuntamente muertas. 

Alkistis Agrafioti Chatzigianni es abogada y defensora del Consejo Griego para los Refugiados (GCR), socio de Save the Children y Oxfam que brinda asistencia legal gratuita y apoyo psicosocial y social a las personas que buscan refugio en Grecia. 

Alkistis se reunió con siete niños de entre 15 y 17 años que sobrevivieron a la tragedia. Todos viajaban en el barco sin padres ni familiares cercanos y provenían de Egipto y Siria. 

Este es su relato: 

“Los chicos parecían angustiados. Algunos de ellos no querían hablar de lo que pasó esa noche. Estaban extremadamente cansados y parecían aturdidos. Y como no podía ser de otra manera, habían vivido una experiencia abrumadora que me temo que marcará su infancia para siempre. 

Me dijeron que comenzaron ese viaje mortal completamente solos o con amigos o primos adolescentes. Algunos de ellos sobrevivieron al desastre colgándose de un trozo de madera. Se mantuvieron a flote, agarrados a este trozo de madera, durante horas en el agua. 

Estaba claro por sus ojos que la experiencia había sido aterradora y devastadora. Estaban estresados. Tenía que ser muy cuidadosa con mis referencias y preguntas porque, por supuesto, no quería que se sintieran incómodos. 

Me dijeron que estaban ansiosos por su futuro y temerosos por lo que les podía pasar. Estaban preocupados por lo que sucedería si les obligaban a regresar a sus países. Su mayor deseo era dejar Grecia de inmediato y reunirse con sus familiares (padres, hermanos, tíos y tías) en otros países europeos. 

Parecían muy enojados porque habían permitido que cientos de personas se ahogaran. Algunos de ellos perdieron a sus amigos, a sus primos en el naufragio. ¿Cómo es posible que niños y mujeres se hayan quedado dentro del barco que se estaba hundiendo y nadie hiciera nada para ayudarles?, me preguntaron. Estaban conmocionados por esta realidad, sentían que era una cruel falta de respeto por la vida. 

Durante nuestra reunión, sentí que estaba hablando con pequeños superhéroes. Estaban cansados, horrorizados y muy angustiados, pero al mismo tiempo eran luchadores. Tenían sueños. Querían rendición de cuentas. Parecían más fuertes que nosotros, personas con el privilegio de vivir seguros en Europa. Admiro profundamente a estos niños. 

Algunos me preguntaron si la guardia costera asumió la responsabilidad de lo sucedido. Les expliqué que no, pero que había en curso una investigación sobre las condiciones del naufragio y la actuación de los guardacostas. No se sorprendieron. Estaban frustrados y tenían un fuerte sentido de la injusticia. Actualmente, no tienen fe en que habrá una investigación transparente y que los responsables rendirán cuentas. Sienten que ya ha pasado más de un mes y que todavía no ha pasado nada. 

No puedo reconciliarme con la idea de que se estima que cientos de personas murieron, incluidos cientos de niños, esa noche. Mientras hablaba con ellos, me preguntaba cómo estos niños supervivientes continuarán con sus vidas después de esta experiencia aterradora. 

Me siento abrumada. No podemos quedarnos como espectadores. Por su bien, todos los ciudadanos europeos debemos exigir una investigación transparente y eficaz sobre el naufragio y responsabilidad tanto por el hundimiento del barco como por el retraso en el rescate u omisiones relevantes, para garantizar que los perpetradores rindan cuentas. Y, por encima de todo, debemos ofrecer rutas seguras y legales a los niños que huyen de la violencia, la persecución o la pobreza hacia la seguridad; de lo contrario, seguiremos viendo más tragedias como esta. 

Y, por último, es responsabilidad de la Comisión Europea y de los Estados reubicar de inmediato a estos niños, reunirlos con sus familiares y brindarles un entorno seguro y adecuado. Todos ellos deben recibir protección internacional en Europa. Es lo mínimo que Europa puede hacer por ellos. 

Dije que compartiría su historia, y aquí está.