'Doksuri': el supertifón que obliga a Filipinas a evacuar a sus ciudadanos

Una tormenta que avanza por el Océano Pacífico ha alcanzado ya el rango de supertifón unas horas antes de su llegada a Filipinas, prevista para esta madrugada, de donde se desplazará en sentido noroeste hasta Taiwán y China. La región, habituada a las tempestades en esta época, se prepara para uno de las mayores de los últimos años.

El supertifón 'Doksuri' mostrará su máxima fuerza a su paso por Filipinas. Las autoridades meteorológicas le han otorgado una intensidad de cinco, la mayor de la escala, y prevenido a la población.

'Doksuri', llamado 'Egay' en el país del sudeste asiático, cuenta con un diámetro de un millar de kilómetros y ha registrado vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora con rachas de hasta 230 kiómetros por hora, según la Administración de Servicios Astronómicos, Geofísicos y Atmosféricos de Filipinas.  

Un muerto y miles de desplazados tras el paso del tifón Doksuri por el norte de Filipinas

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Cierre temporal de colegios

A los vientos huracanados les acompañarán lluvias torrenciales y el riesgo de desprendimientos de tierras e inundaciones en el litoral de hasta tres metros de altura. La trayectoria del supertifón incluye el norte de Luzon, la mayor y más poblada isla del archipiélago y donde se encuentra la capital, Manila.

El presidente, Ferdinand Marcos, ha ordenado el cierre temporal de todos los colegios públicos y las oficinas gubernamentales con la excepción de las que desempeñan servicios fundamentales. También afectará la tormenta a las provincias septentrionales de Cagayan, Apayao e Ilocos Norte, y las proyecciones señalan a las islas Babuyan como las que recibirán el peor castigo.

Las autoridades han ordenado a los vecinos que abandonen sus hogares y el regreso a puerto de los barcos pesqueros. “Hemos enviado a la policía para convencer a los más cabezotas que rehusaban la evacuación”, ha dicho el funcionario local al cargo de los desastres naturales, Charles Castillejos, a la agencia AFP.

'Doksuri', el más poderoso en cuatro años

Los tifones integran el paisaje veraniego de Filipinas. El archipiélago recibe una veintena de tormentas fuertes cada año que, en su mayor intensidad, dejan muertos, arruinan infraestructuras y cosechas y condenan vastos territorios a la más dolorosa pobreza.

El supertifón llegará después a Taiwán, aún con bastante brío, antes de tocar suelo continental a finales de semana en algún punto de las provincias de Guangdong (la antigua Cantón) y Fujian. Será el más poderoso con el que lidie Taiwán en cuatro años, según sus servicios meteorológicos, que han advertido de copiosas lluvias y fuertes vientos.

La inminente llegada de 'Doksuri' ha acelerado la recogida del mar de los cientos de contenedores del carguero de Palau que se hundió el domingo frente a la costa.

Aplazamientos en las maniobras militares

La tormenta ha puesto sobre la mesa la posibilidad de la cancelación de las maniobras militares anuales conocidas como 'Han Kuang' con las que la isla ensaya durante cinco días su respuesta a diferentes escenarios de una invasión china.

Los ejercicios actuales estaban centrados en la defensa del aeropuerto y en la ruptura de un bloqueo naval. "Taiwan no ha visto ningún tifón en 1.400 días y por eso urjo a todos los ministerios a intensificar las preparaciones", ha pedido el primer ministro, Chen Chien-jen.

La provincia de Fujian ha ordenado a todos los pesqueros en alta mar que busquen refugio y aconsejado a los agricultores que aceleren la recogida de las cosechas. Preocupa la producción de grano en China tras un verano que ha enlazado sequías con inundaciones y el 'Doksuri' puede agravar el cuadro si se adentra en el territorio y alcanza las plantaciones de arroz y maíz.

Cambio climático

Los fenómenos meteorológicos extremos han aumentado en frecuencia e intensidad con el calentamiento de los océanos. Un estudio de World Weather Tribution presentado el martes alerta de las graves consecuencias globales si no se detiene el cambio climático.

La organización subraya que las olas de calor extremo ya no son una rareza y señala a China como la más frágil: las sufrirá cada cinco años, por diez años el sur de Europa y quince Norteamérica.