Cumbre UE-CELAC

Los líderes de la Unión Europea y America Latina chocan por Ucrania

Von der Leyen anuncia 45.000 millones de inversiones en América Latina y el Caribe hasta 2027

Lula da Silva, presidente de Brasil, izquierda, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea , centro, y Pedro Sánchez, primer ministro de España, durante la reunión de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) cumbre en Bruselas,

Lula da Silva, presidente de Brasil, izquierda, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea , centro, y Pedro Sánchez, primer ministro de España, durante la reunión de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) cumbre en Bruselas, / Simon Wohlfahrt/Bloomberg

Silvia Martinez

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La cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe (CELAC), que se celebra este lunes y martes en Bruselas, estaba llamada a ser la cumbre del “reencuentro” entre dos viejos amigos que no se veían las caras desde hace ocho años. Pero además de buenas palabras sobre cómo revitalizar la relación y la promesa de una lluvia de 45.000 millones de euros en inversiones en los próximos cuatro años, en la primera jornada también ha habido espacio para los reproches por la guerra de agresión de Rusia a Ucrania. “Utilizar las sanciones y los bloqueos sin el apoyo del derecho internacional es algo que solo sirve para penalizar a las partes más vulnerables de la población”, ha disparado el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la primera reunión plenaria en alusión a la estrategia diseñada por los países occidentales contra Moscú.

Algunos dirigentes europeos aspiran a incluir en la declaración final de la cumbre, que concluye este martes, una condena explícita de la agresión rusa, en los “términos más duros posibles”. Los países latinoamericanos, sin embargo, han dejado claro que hablar de Ucrania en esta simbólica ocasión, tras ocho años de desinterés y apatía europea, no está en sus planes y que, de aceptar una referencia, el lenguaje será mucho más suave. “Habrá una referencia aunque la fórmula no está todavía cerrada”, explican fuentes diplomáticas que apuntan a que esperan que el lenguaje que salgá de la cumbre encaje con el utilizado por Naciones Unidas

“Mientras hablamos, un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU está atacando a un país vecino. La guerra ilegal de Rusia contra Ucrania es una tragedia para Ucrania y para el mundo, con consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria, los precios de la energía y la economía mundial”, les ha recodado el presidente del Consejo Europea, Charles Michel, haciendo hincapié en que la guerra de Vladimir Putin “viola flagrantemente” los principios fundamentales de la Carta de la ONU. Tanto Michel como la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han reconocido que la gran mayoría de los miembros de la ONU han aprobado las múltiples resoluciones de condena pero para algunos dirigentes europeos los llamamientos al cese de las hostilidades saben a poco. 

Cese de las hostilidades

Es el caso del letón Krisjanis Karins, que ha amonestado a sus socios latinoamericanos por pedir el cese de las hostilidades. “Una cosa es decir que deberíamos tener paz y que todo el mundo debería deponer las armas. Pero deponer las armas significa dos cosas distintas. Si Rusia depusiera las armas, habría paz. Si Ucrania depusiera las armas, ya no habría Ucrania”, ha recordado insistiendo que lo que está ocurriendo en el este de Europa es una guerra de colonización. 

“Soy consciente de que los Estados miembros de la UE pueden tener una preocupación comprensible por la situación en Ucrania”, ha arrancado con tono comprensivo el primer ministro de San Vicente y Granadinas y presidente de turno de la CELAC, Ralph Gonsalves, “pero esta cumbre no debería convertirse en otro campo de batalla inútil para discursos sobre este tema que debe abordarse en otros foros más relevantes”, ha añadido criticando el “énfasis desproporcionado” de UE sobre Ucrania cuando no es el “único teatro de guerra”, reclamando una “diplomacia madura” y pidiendo el “cese de las hostilidades y una paz negociada”. 

Las mismas palabras que ha utilizado el brasileño Lula da Silva, que ha arremetido contra el “uso de la fuerza como medio para resolver litigios” o su homóloga de Honduras, Xiomara Castro. “No podemos vivir con la pesadilla de que cualquier día se puede desencadenar el infierno sobre todos nosotros. Se envían trillones de dólares en armamento para la guerra (en Ucrania), pero no somos capaces de construir el desarrollo integral de la humanidad con los objetivos del desarollo sostenible propuesto por Naciones Unidas”, ha afeado Castro.

45.000 millones hasta 2027

De la cumbre sale también una petición de los países latinoamericanos para construir una relación más equilibrada, que no esté sometida a los caprichos de la bipolaridad entre Estados Unidos y China, y una promesa de la presidenta de la Comisión de invertir 45.000 millones en América Latina y el Caribe hasta 2027 en proyectos de alta calidad a través del programa Global Gateway. “Al contrario que otros inversores extranjeros, no solo estamos interesados en invertir en la extracción de las materias primas, queremos asociarnos con vosotros, construir capacidades de procesado para hacer baterías y productos finales como vehículos eléctricos”, ha explicado la presidenta del Ejecutivo comunitario durante un foro empresarial previo. 

La alemana ha explicado que ya hay 135 proyectos en marcha, “desde hidrógeno limpio hasta materias primas críticas, desde la ampliación de la red de cables de datos de alto rendimiento hasta la producción de las vacunas de ARNm más avanzadas”, y que a lo que aspira Europa en esta relación, con una oferta “diferente y signiticativa”, es a buscar “colaboradores fiables, con principios comunes, valores comunes, que sean fiables a corto y largo plazo”. 

Pacto con Mercosur

Un enfoque compartido al cien por cien por Sánchez, que ha subrayado la importancia de la nueva agenda de proyectos estratégicos. El presidente del Gobierno ha recordado que, de los 45.000 millones, España movilizará 9.400 millones y ha llamado al sector privado a movilizarse. En cuanto al futuro de los pactos comerciales, Sánchez ha asegurado que los de la UE con Chile y México están prácticamente finalizados y confía en concluir el pacto con los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), cerrado en junio de 2019 pero todavía sin ratificar y pendiente de un anexo con compromisos medioambientales y climáticos, antes de que termine el año. 

Según el presidente español, “tras más de veinte años de negociacones”, existe “una ventana de oportunidad para ratificarlo en este segundo semestre de 2023”. “Nuestra ambición es resolver cualquier diferencia restante lo antes posible para que podamos concluir este acuerdo. Queremos ser un socio que logre con ustedes un acuerdo beneficioso para ambas partes”, ha explicado Von der Leyen tras encontrarse con Lula da Silva, quien ha expresado su interés de lograr un “acuerdo equilibrado” basado en la "confianza mutua” y “no en amenazas”.