Guerra en Ucrania

La UE acuerda el undécimo paquete de sanciones contra Rusia con medidas para impedir la elusión

La nueva ronda incluye un mecanismo para castigar a países terceros que ayuden al Kremlin

El presidente ruso, Vladimir Putin

El presidente ruso, Vladimir Putin / Kremlin/Dpa

Silvia Martinez

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Mes y medio después de que la Comisión Europea presentara su propuesta y a menos de diez días de una nueva cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE, los 27 embajadores de la UE han logrado cerrar un acuerdo sobre el undécimo paquete de sanciones contra Rusia cuya principal novedad es impedir que empresas y terceros países eludan las restricciones y ayuden al Kremlin en su guerra contra Ucrania exportando tecnología y bienes de uso dual. 

“Asestará un nuevo golpe a la maquinaria de guerra de Putin con restricciones de exportación más estrictas, dirigidas a entidades que apoyan al Kremlin. Nuestra herramienta contra la elusión evitará que Rusia reciba bienes sancionados”, ha celebrado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Los elementos clave: prohibiciones adicionales de tránsito y exportación (de productos), más productos de tecnología avanzada y electrónica, prohibición de elusión para terceros países y empresas, sanciones contra flotas fantasma, (prohibición de) transferencias de barco a barco (de petróelo), alrededor de 100 individuos en la lista (de medidas restrictivas”, ha resumido el embajador de Lituania ante la UE, Arnoldas Pranckevicius.

No es la primera vez que la Union Europea apunta contra países terceros que dan cobertura al Kremlin. En paquetes de sanciones anteriores los Veintisiete ya han castigado a Irán por proporcionar drones a Moscú. Ahora se trata de dar un paso más ante el temor de que Vladimir Putin esté utilizando a países de Asia central como Armenia, Kazakhastan o Uzbekistán -incluso Turquía, Emiratos Árabes Unidos o China- para importar la tecnología y los productos que necesita para continuar con su agresión. Las nuevas restricciones afectarán a refrigeradores, impresoras, calculadoras electrónicas y otros productos que "contribuyan al refuerzo militar y tecnológico de Rusia o al desarrollo de su sector de defensa y seguridad".

Además, el nuevo paquete de medidas restrictivas introduce un mecanismo legal que permitirá a los gobiernos europeos castigar a empresas y restringir, como último recurso y cuando fallen toda una serie de medidas anteriores como el dialogo, la venta de productos sensibles a países terceros si comprueban un aumento repentino e inexplicable de los flujos comerciales de estos países hacia Rusia.

Un centenar de nombres

La nueva ronda también amplía la lista de personalidades y empresas sujetas a medidas restrictivas. En total, se añadirán 33 entidades y 71 individuos a los que no se permitirá la entrada en territorio comunitario y se les congelarán sus activos. Entre ellos figuran personas vinculadas a la deportación de menores ucranianos a Rusia. El paquete, a la espera de confirmación que se producirá tras la publicación de la decisión en el Diario Oficial de la UE, también incluiría la prohibición de importación de petróleo a través del oleoducto Druzhba y la prohibición de acceso a los puertos europeos a los barcos sospechosos de haber esquivado las sanciones al comercio de petróleo ruso crudo o derivados.

El acuerdo político entre los embajadores, tras semanas de arduas negociaciones, se ha producido tan solo unas horas después de que Ucrania eliminara temporalmente a cinco navieras griegas del “listado de patrocinadores de la guerra” de Kiev. Tanto Grecia como Hungría, cuyo OTP Bank sí se mantiene en la lista, llevan semanas protestando por esta designación. Otro elemento contencioso que ha obligado a prolongar las negociaciones ha sido la inclusión de empress chinas en la el listado de firmas a las que restringir las exportaciones de tecnologías y bienes sensibles por esquivar intencionadamente las sanciones y reexportar a Rusia. El borrador inicial incluía un total de ocho nombres que finalmente, y tras negociaciones con Pekín, se han reducido a tres, con base en Hong Kong y de propiedad rusa. En la lista negra también figurarían una empresa iraní, una con sede en Armenia, otra en Siria, dos de Emiratos Árabes Unidos y dos de Uzbekistán.