Violencia policial

La muerte del joven Nahel indigna a la 'banlieue' de París: "Lo mataron sólo porque tuvo miedo"

Los disturbios sacuden las afueras de París tras la muerte de un joven por un disparo de la policía

Un vehículo en llamas durante los disturbios del martes por la noche en Nanterre.

Un vehículo en llamas durante los disturbios del martes por la noche en Nanterre. / ZAKARIA ABDELKAFI / AFP

Enric Bonet

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Un nuevo caso de abuso policial ha conmocionado (y encendido) a la sociedad francesa. El adolescente Nahel M., de 17 años, murió el martes por la mañana tras recibir un disparo a bocajarro dentro de un vehículo durante un control policial en Nanterre, población situada al noroeste de la región de París. Representa el enésimo caso en Francia de un ciudadano que pierde la vida por no acatar una orden de las fuerzas de seguridad, cuyo recurso fácil al gatillo ha generado una indignación creciente en el bullicioso país vecino, sobre todo entre los habitantes de las banlieues (barrios populares). La cólera por el brutal homicidio de Nahel desembocó en una noche de disturbios en Nanterre y otras localidades de la periferia parisina. 

La chispa que alimentó la indignación por esta muerte fueron las impactantes imágenes de un policía disparando contra él desde la ventana abierta del coche del adolescente. En ellas se ve a dos agentes inclinados sobre un Mercedes AMG amarillo. Cuando el vehículo avanza unos pocos centímetros, disparan a bocajarro al conductor, quien murió menos de una hora después debido a la herida de bala cerca del corazón. En esa grabación, con un teléfono móvil, también se puede escuchar cómo el agente amenaza al joven conductor antes de dispararle: "Te vas a llevar una bala en la cabeza". Y el otro le dice: "Dispárale".

El vídeo no solo circuló como la espuma en las redes sociales, sino que también contradijo la versión dada por las fuerzas de seguridad. Los agentes aseguraron que el tiroteo se debió a que el conductor intentó atropellarles. Pero eso no se corresponde con la realidad de las imágenes, en las que se ve a los agentes en la parte lateral del vehículo y que este no representa ninguna amenaza para ellos. "Por este motivo, preparamos también una denuncia por falsificación de documento público", aseguró el abogado de la familia de la víctima, Yassine Bouzrou —un reputado letrado especializado en casos de violencias policiales—, quien también denunció a los policías por "homicidio voluntario" y "complicidad en homicidio voluntario".

Más de 40 coches incendiados

La fiscalía de Nanterre abrió una investigación por "homicidio voluntario" contra el agente que mató al adolescente y otra por "desobediencia a la autoridad e intento de homicidio" contra la víctima. El policía responsable de los hechos se encuentra actualmente detenido. En el vehículo de Nahel, había dos otros pasajeros: uno de ellos quedó en libertad después de ser interrogado y el otro escapó y se encuentra actualmente en paradero desconocido.

"Espero que lo condenen y le retiren su placa de policía. Es lo mínimo que pueden hacer", asegura a EL PERIÓDICO Safir, de 29 años, un empresario en el sector de la limpieza de vehículos mientras toma un café en la barra de un bar en Nanterre. "Es horrible lo que ha sucedido. Lo mataron solo porque tuvo miedo de ir a la prisión e intentó escaparse", añade este vecino del barrio del Vieux-Pont, donde vivía Nahel junto a su madre. "Hace 30 años, mi padre no hubiera podido sufrir una situación como esta. Si hubiera cometido un delito de este tipo, la policía hubiera apuntado su matrícula y luego lo hubiera arrestado. ¡Pero no le hubieran disparado!", sostiene este francés de origen magrebí.

Los habitantes de Nanterre se levantaron este miércoles con la resaca de un martes marcado por sentimientos contradictorios: la conmoción por la muerte del adolescente y el temor por los disturbios durante la tarde y noche. Barricadas en llamas, más de 40 coches quemados, incendios en edificios, zonas de obras y cerca de las vías del tren de cercanías... Las fuerzas de seguridad informaron de 31 detenidos tras los numerosos incidentes que se produjeron en Nanterre, así como en otras ciudades de la región parisina, como Asnières, Colombes, Clicy-sous-Bois y en Mantes-la-Jolie. Además, 24 agentes resultaron heridos de manera leve, indicó el Ministerio del Interior.

"Temo que los jóvenes cometan un error y estos incidentes duren toda la semana", reconoce Safir. "No pararán. Los vecinos están muy cabreados", añade Amine, 32 años, otro habitante de este barrio "normalmente muy tranquilo" y donde no resultan habituales los incidentes de este tipo. Bajo un sol veraniego espléndido, una calma tensa —y hostilidad contra los periodistas, algunos de los cuales difundieron fake news sobre la víctima— imperaba por la mañana en el distrito residencial del Vieux-Pont, donde los bloques de pisos se alternan con casas unifamiliares con jardín y que está situado en la frontera entre Nanterre y Rueil-Malmaison, una de las localidades más ricas de Francia.

"Nada justifica la muerte de un joven"

no tenía antecedentes penales

"Nada justifica la muerte de un joven", ha reaccionado el presidente francés, Emmanuel Macron, quien ha tachado el homicidio de "inexplicable e inexcusable". "La pena de muerte ya no existe en Francia. Ningún policía tiene derecho a matar excepto en una situación de legítima defensa", ha criticado el insumiso Jean-Luc Mélenchon, una de las principales figuras de la gauche, quien ha pedido "una refundación entera" de un cuerpo policial en que han penetrado con fuerzas las ideas xenófobas de la ultraderecha. Hasta el punto de que el 74% de estos funcionarios aseguraban en 2021 simpatizar con la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, según un sondeo del instituto Cevipof.

El caso de Nahel no solo ha sido condenado por buena parte de la clase política, sino también por figuras de la cultura y el deporte. "Me hace sufrir esta Francia. Se trata de una situación inaceptable", ha afirmado Kylian Mbappé, la estrella del PSG. "Como si este nuevo abuso policial no fuera suficiente, las cadenas de información (…) se dedican a criminalizar a la víctima", ha criticado el defensa del Barça, Jules Koundé, conocido por su compromiso antirracista.

Cada vez genera más malestar en el país vecino el número creciente de ciudadanos abatidos por la policía por el simple hecho de desobedecer (o hacerlo presuntamente) a una orden policial. Hasta 13 murieron el año pasado por este motivo. Una tendencia que, según los expertos, se ve favorecida por una reforma legal de 2017 —justo después de la oleada de atentados yihadistas— con la que aumentaron las situaciones en que los agentes pueden disparar. Y eso favoreció el recurso actual al gatillo fácil. Al menos así lo reflejan los datos: 26 personas murieron en manos de la policía francesa en los últimos cinco años después de intentar escapar con su vehículo, mientras que entre 2002 y 2017 hubo 17 abatidos en situaciones de este estilo.

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